🇺🇸 Los Ángeles, California
ღAlexis pov's ღ
Hay algo que pasa por mi cabeza estos últimos días, pero lo he estado ignorando, no debo de pensar esas cosas.
Estaba en mi habitación, tratando de acomodar mis pensamientos mientras veía el techo, hasta que escuche que tocaron la puerta.
— Joven, le hablan en la entrada — se escuchó de dijo del otro lado de la puerta la señora que ayuda con las labores de la casa, doña luci.
— ¿Quién es? No tengo ganas de salir. — respondí aún en mi lugar.
— Es una chica, ya ha venido varias veces aquí. — contestó, lo primero que se me vino a la mente fue que era Madison, por alguna razón me emocioné y salí lo más rápido que pude, llevándome una decepción.
— ah eres tu. — comenté en cuanto la ví en la entrada de la casa.
— ¿No te emociona verme? — se aventó para abrazarme.
— Ya Andrea, creí que había sido claro contigo — solté sus manos de mi hombro.
— Volvamos, te extraño mucho, te juro que yo no quería engañarte, el me amenazó para que tú pensarás eso. — soltó unas lágrimas.
A penas iba a responder cuando siento que sus labios tocaron los míos, me quedé paralizado unos segundos antes de corresponder, pero paso algo raro.
Ese beso no se sintió bien, no sentí nada, mientras la besaba lo único en lo que pensaba era en Madison y ese primer beso que nos dimos, ahí fue cuando reaccione y me separé de ella, me metí de nuevo a la casa dejándola a ella afuera.
Horas antes...
ღ Madison pov's ღ
Estaba en el centro comercial con Valeria, Mila no pudo venir por qué a última hora se acordó que tenía que hacer un proyecto para mañana, tipico de ella dejar todo al último.
— Entonces me estás diciendo que fingen tener una relación — dijo sorprendida.
— Sí, pero no grites vale.
— Okey, es que me sorprendió, ahora todo tiene sentido, el por qué de la noche a la mañana se hicieron novios si se llevaban tan mal.
— Y eso no es todo — me senté en una de las sillas que hay en los probadores.
— Cuéntame, te escucho — se sentó y puso atención.
— Creo que me enamoré — respondí rápido.
— Debes de decirle lo que sientes madi — respondió emocionada.
— No, el quiere a Andrea — mire el piso.
— Da igual, dile y si te dice que no entonces no perderás el tiempo con el.
— ¿Lo hago? — pregunté no tan convencida, ella asintió. — si me dice que no entonces me va a tocar dale su libertad, haré que acabemos con la mentira.