NUESTRA ÚLTIMA PRIMERA VEZ

CAPITULO 3

Narra Rosé

Tengo a Lisa recostada encima, noto aun su cuerpo congelado, ni siquiera la calefacción del coche hace que entre un poco en calor.
Idiota, porqué me sonríe... ha estado a punto de morir...Achh

- Rosé no dejes que se duerma- me dijo Sam mientras conducía.
- No tranquila, está despierta... - le dije mirando a Lisa, que apartó su mirada justo cuando agaché mi cabeza para verla.
- Llegamos- dijo Sam aparcando el coche justo en la puerta. Bajémosla con cuidado.

Entre Sam y yo cogimos a Lisa, Brian estaba abriendo la puerta de la casa justo cuando nosotras llegamos. Al entrar me fije que todo estaba adornado, me di cuenta que esa noche tenían pensado en quedarse allí los dos, y que por lo sucedido se fastidió.
Sam me dijo que llevara a Lisa al baño de arriba que era el único con bañera y que nos quedásemos en aquella habitación ya que era la única con chimenea, y que a Lisa le vendría bien.

Estaba molesta y a la vez aliviada de que solo se quedara en un gran susto lo que pasó , pero aún así, sabia que Lisa me ocultaba algo, algo que estuvo apunto de decirme antes de que cayera.
Por las escaleras notaba que Lisa me observaba pero no decía nada, notaría seguro que estaba molesta, pero no me importaba, me dio un gran susto aquella noche, así que ahora le tocaba a ella pensar en lo que hizo.

Cuando llegamos a la habitación deje a Lisa sentada sobre la cama, mientras le preparaba el baño. Encontré unas sales aromáticas... Sí, estaba molesta con ella, pero aún así me seguía preocupando, y pensé que esas sales le haría mejor.
Vi entrar a Lisa, tenía esa cara de cachorrito cuando sabe que no ha hecho algo bien , pero aún así no es capaz de reconocer.
No me gustaba estar molesta con ella, nunca me gustó enfadarme o estar mal con Lisa, pero quería que supiera que lo de aquella noche pasó a otro nivel.

- Ya está listo,  tiene buena temperatura a si que no tardes en meterte- le dije sin mas, mientras cogía unas toallas de uno de los armarios que había allí. Lisa simplemente asintió con su cabeza.
A través  del espejo vi como Lisa intentaba quitarse su camiseta pero un pequeño gemido de dolor salió de ella al intentar levantar los brazos para quitarse la camiseta.

- ¿ Que ocurre?- le dije girándome rápidamente hacia ella dejando las toallas encima del lavabo. - Dios Lisa tu costado- le dije acercando cuidadosamente mi mano a un gran moretón que tenía en el costado izquierdo. Al acercar mi mano un pequeño respingo de dolor hizo que alejara rápidamente mi mano, mirándola de inmediato.
- Espera, te ayudaré, ve muy despacio- le dije ayudándole . Apenas podía subir sus brazos, aun le dolían todos sus músculos. No me gustaba para nada verla así. Siempre ha sido la mas fuerte de las dos y me mataba verla así de mal.
- Espera Rosie- me dijo sin poder aguantar el pequeño dolor que sentía cada vez que sus brazos iban más arriba. -No puedo lo siento, ni siquiera me siento los dedos aún- me dijo terminando por bajar los brazos, haciendo un intento de quitarse incluso el botón del pantalón pero sus dedos temblaban como si no hubiera ninguna fuerza en ellos.  Vi como Lisa hacia pequeños movimientos con sus dedos, lo que me dio a entender que realmente aun no sentía sus dedos de verdad, pero quería que me lo demostrase. Agarré una de sus manos para comprobar si era verdad que aún no las sentía del todo, mientras le miraba con mis ojos fijos en los suyos.
- Lisa, tus manos son como cubitos de hielo- le dije sorprendida mientras las agarraba entre sus manos.
- Te lo dije...- me respondió con una sonrisa burlona.
- Espera- le dije saliendo del baño.
Al minuto, volví con unas tijeras en mis manos.
- Ehh espera , que piensas hacer- me dijo poniéndose muy recta frente a mi.
- Hay que quitarte la camiseta pero no puedes levantar los brazos, así que no queda otra que cortarla- le dije acercándome con las tijeras preparadas para cortar. Lisa siempre a sido de las que dice primero que no puede y cuando le metes un poco de presión termina cediendo y demostrándose a sí misma que si puede, y eso mismo quería hacer. Sabia que esa camiseta que llevaba puesta le encantaba, de hecho se la regalé el año anterior por su cumpleaños, así que no iba a dejar que la destrozara.
- A ver a ver , no creo que sea necesario... tampoco me duele tanto...- me dijo retrocediendo pero chocando con el lavabo.
- Vale pues quítatela- le dije cruzándome   de brazos enfrente de ella.
Se dispuso a intentar levantarse la camiseta, pero ahí estaba de nuevo ese pinchazo en el costado que hacía que su cara se apretara del dolor, no pude resistirlo más al verla así y cuando estaba apunto de bajar de nuevo los brazos, simplemente apoyé mis manos lentamente por sus brazos, haciendo que los levantara por completo y terminando por quitarle la camiseta. Mis manos respecto a su piel, se sentían muy cálidas.  A decir verdad, hacía mucho que no la veía así, me refiero, sin camiseta.
Cuando éramos más pequeñas incluso nos bañábamos juntas, pero a la vez que fuimos creciendo lo dejamos de hacer. Supongo que por la privacidad de cada una. Sabía también que Lisa estuvo haciendo ejercicio todo el verano , pero hasta ahora no pude notarlo. Estaba sorprendentemente cambiada.
Por dios que me pasaba. En aquel momento, todo a mi alrededor se paró , por unos instantes vi como Lisa me miraba fijamente, pero su mirada era diferente , se sentía muy diferente. Vi como dejó  caer lentamente sus brazos, no pude evitarlo, aquel momento se sintió diferente, no sé como explicarlo pero .... simplemente me quedé viendo sus ojos como también los suyos a los míos. Ni siquiera me respondía el cuerpo por unos segundos, y creo que a Lisa le ocurrió lo mismo. Mi cuerpo estaba en automático, ni siquiera pensaba en lo que hacía o decía.
- Ves, cuando te propones algo lo consigues aunque cueste- le terminé diciendo mirándola fijamente, mientras mis manos seguían apoyadas  en su abdomen y empezaron a bajar hasta el botón de su pantalón, desabrochándolo junto con la cremallera. -Ahora ya puedes tomar el baño, pero no tardes, creo que Sam ha traído algo de cenar - terminé diciéndole apartándome lentamente de ella y dirigiéndome hacia la puerta, saliendo y entrecerrándola con cuidado.
¡¿Que acababa de suceder?! ¿Por qué sentía que mi corazón se me iba a salir del pecho?
Esta sensación... nunca la había sentido antes... yo... quizás.... no... no puede ser... solo estoy confundida por todo lo que ha pasado esta noche en el lago , pero lo de ahora... Ashh ¡¿Rosé para que te pasa?!

...............................

Después de la cena todos nos fuimos a nuestros respectivos cuartos. Sam me dejó una de sus camisetas y unos pantalones de pijama que guardaba allí.

- Te queda bien- me dijo Lisa  cuando me vio como me miraba no muy convencida en el espejo.
- La camiseta si pero estos pantalones....- le dije dándome  la vuelta hacia la cama donde se encontraba sentada.
- Un poco cortos .... pero... se ven cómodos- me dijo con su típica risa burlona. - Mírame a mi, lo de Brian me queda estupendo- me dijo haciéndome una mueca con la cara para burlarse  de mi.
- Oyee- le dije dando un  brinco hacia la cama y lanzándole una de las almohadas a su cara.
- Auuch- dijo Lisa con la almohada en su rostro.
- Lo sientoo, ¿ te he dado muy fuerte?- le dije preocupada por si le di en la herida que tenia.
- Tranquila una roca duele más que una almohada rellena de algodón- me dijo riéndose mientras se quitaba la almohada de encima. Lisa y su poco tacto... hizo que volviera a recordar aquel momento en el lago donde pensé que la había perdido para siempre cuando no aparecía por ninguna parte. Vi como Lisa se dio cuenta al segundo de lo que dijo pero, ese sentimiento de volvió a mí .
- Oye Rosie yo...- me dijo preocupada.
- Déjalo, durmamos , es muy tarde - le dije cogiendo la almohada, tumbándome y girándome hacia el lado contrario al suyo. No quería que viera mi rostro a punto de llorar, aunque supongo que fue en vano.
- Rosie yo... lo siento, no tendría que a ver dicho eso en broma.
- No , no deberías....- le terminé replicando aún tumbada dándole la espalda.-
Noté como Lisa quiso acercarse, se recostó a mi lado pero sin invadir mi espacio personal. Estaba justo a unos pequeños centímetros de mi cuando no pude aguantar las lágrimas y empecé a llorar vagamente.
Sentí como Lisa se terminó por acercar totalmente a mi , apoyó suavemente su brazo izquierdo en el lateral de mi costado llevando su mano a mi hombro. En aquel momento solo cerré mis ojos, por alguna razón que no entendía , sólo quería sentirla junto a mi. Me sentía mejor y aquel momento fue algo confortable y cálido. Por aquel simple gesto que tuvo Lisa. Cuando de repente noté que se acercó a mi oído , haciendo que mi piel se erizara y que mi corazón volviera a latir tan rápido como si se fuera a salir de mi pecho.

- Lo siento- me susurró a solo unos milímetros de mi oído.
No dije nada, sentía mi cuerpo inmóvil en aquel momento, así que solo me quedé como estaba.
Pasaron un par de minutos, todo era silencio en aquel lugar, el aire era cálido gracias a la chimenea de la habitación. Sentía la respiración de Lisa en mi nuca, cálida y suave. Cuando me dispuse a darme la vuelta oí susurrar a Lisa en mi oído algo que hizo que me congelara.
- Te quiero, estoy enamorada de ti y odio hacerte daño.... - me dijo Lisa dejando un suave beso en mi cabeza.