La adolescencia en la mayoría no es fácil, el amor, la amistad, el instituto etc... todo influye, pero para Lisa y Rosanne todo está bien. Amigas desde que tienen memoria hasta que su amistad llegó a algo más, unos amigos tan leales que se podrían i...
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— ¡Me encantan! — Pero que dices Lisa, mira mi cara en esta, parezco enfadada... — Es que para que le das a video..... — No parabas de moverte y me equivoqué ¿ okey? — Mira esta...parece que me quieras ahogar...– mirándola de reojo. — Y quien dijo que no...– arqueando una ceja. — Idiota... — Imbécil ... —....... —....... — Rosie... — Hmmm? — Te quiero... — Y yo a ti imbécil – abrazando a Lisa con cariño mientras terminan de ver las fotos sentadas en el sofá del apartamento.
— Para ser el primer día de descanso no ha estado nada mal ¿ verdad? – le dijo Lisa mirándola desde abajo ya que tenia su cabeza apoyada en las piernas de Rosé.
— He disfrutado como no lo hacia desde hacía mucho, tenias razón Lisa, necesitaba despejarme y salir del estudio. — le respondió mientras masajeaba lentamente el pelo a Lisa.
— ¿Que plan te apetece mañana? – dijo Lisa desbloqueando su movil.
— ¿ Playa?
— Pues que así sea. – dijo Lisa incorporándose rápidamente y echándose sobre Rosé dejando su cabeza entre el cuello y el hombro de ésta.
***
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— Increíble que me hayas grabado todo el tiempo.... —Es que soy tu fan número uno...– le respondió arqueando las cejas. — A ver déjame ver anda– dijo cogiendo la cámara de video y dandole al play . – Pues no está nada mal. — Ahhhh. La duda ofende.– exclamó Lisa de forma dramática, colocando su mano en el pecho y abriendo la boca. — Dra.ma.ti.ca– dijo Rosé riéndose.
A Lisa solo le quedaban dos días en Los Ángeles y tenia claro que lo iba aprovechar con Rosie al máximo. Aunque solo había algo en contra... Rosé debía volver a la discografía para seguir con su álbum. Dos días de descanso fueron suficientes para ella, ahora tocaba retomar el trabajo.
En el estudio, Lisa se mantenía atenta a todos los detalles pero sin pronunciar palabra, ya que no quería molestar ni distraer a Rosé. En los descansos, pasaba a la cabina, donde Rosé la esperaba con entusiasmo y Lisa le llevaba algo para picar. Las horas pasaban, y el trabajo era lento. Ahora Lisa entendía porque acababan tan tarde y porqué después de tantos meses solo sacaban una canción y con suerte. Todo era un proceso lento pero importante.