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En los días siguientes, nuestras vidas volvían a la normalidad, esos nervios que traía por si Rosie ya no seguiría a mi lado se esfumaron en aquella colina. Si, bueno, dentro de dos años si que se iría pero yo también, eso las dos lo teníamos claro, antes de que llegara esta noticia de la discográfica , sabíamos que ninguna íbamos a ir a la misma universidad, ahí sería cuando nuestros caminos se separaran, ya lo hablamos al comienzo de la secundaría, pero claro, hacerme a estar si Rosie unos años antes... eso no lo tenía en mente, pero al final todo siguió su curso y aunque vuelva a soñar egoísta.... Rosie se quedaría.

Un día, Sam la capitana de las animadoras nos invitó tanto al equipo de baloncesto como a las animadoras a una fiesta en su casa. Celebraban haber ganado el primer campeonato de animadores y también nuestra anterior victoria contra los bulldogs. Ha decir verdad, siempre buscaba una excusa para hacer una fiesta, a la cual casi nunca íbamos Rosie y yo. Preferíamos quedarnos en casa viendo pelis o simplemente echando el rato, pero esta vez tuvimos que ir ya que la excusa era nuestras victorias , así que por una vez , un viernes noche nos dispusimos a ir a nuestra primera fiesta de instituto.

Mis padres estaban de viaje así que les dije que Rosie y yo estaríamos de noche de chicas junto con varias amigas más del instituto en mi casa, ya que era más grande, pero en realidad... sólo era una excusa. Si les decía que me iba a una fiesta, aunque fuera Rosie, ya no volvería a tocar la calle en la vida... eso de las fiestas a ellos no les gustaba y eso que nunca fui antes a una. Pero por precaución mejor decirles una pequeña mentira, que nunca hace daño...jejeje

Rosie llegó a mi casa una hora después de que mis padres se fuesen. Traía su ropa para cambiarse aunque estaba indecisa porque no sabía como ir vestida a una fiesta de instituto, yo por otro lado tenía claro que no me iba a esforzar mucho, unos vaqueros, una camiseta y una chaqueta... así de simple, pero a Rosie siempre le gustaba ir bien, y siempre era muy indecisa.

La fiesta comenzaba a la ocho y eran las siete y aún no se decidía qué ponerse

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La fiesta comenzaba a la ocho y eran las siete y aún no se decidía qué ponerse... llegó un momento que me quedé dormida esperándola...
cuando al fin apareció por la puerta del vestidor con su look final... y Wuau, creo que desperté de una al verla.
Llevaba un vestido largo blanco de tirantes con estampados de flores, con una raja que lo abría en dos en la parte izquierda pudiendo enseñar así una de sus piernas.
Recuerdo cuando se lo compró, nos llevamos en la tienda aquel día una hora eligiendo nueva ropa para su armario, y al final solo se terminó llevando ese vestido... pero vaya... que buena elección. Rosie siempre ha sido de las que se prueba la ropa modelando o haciendo cualquier tontería, aquel día en la tienda por un momento solo estábamos nosotras dos y caray menudo desfile me hizo, al principio no sabía dónde meterme pero con sus tonterías y su forma de desfilar hizo que terminara riéndome y acompañándola en su desfile. La verdad, ella siempre hacía que saliera de mi zona de confort, puedo asegurar que jamás hubiera hecho aquello con otra persona, pero con ella todo me resultaba espontáneo y divertido, no me daba vergüenza hacer nada de aquello, me hacía disfrutar.

- Lisa - escuché a Rosie llamándome de fondo haciendo que despertara de aquel recuerdo.
- ¿ Que tal me ves? Creo que este es el indicado...¿ que opinas?- me dijo saliendo del vestidor, cuando la vi, no pude articular palabra.
Le queda tan bien... no podía parar de mirarla, ese vestido se entallaba tan bien en su cuerpo, a sus curvas... sin duda era el indicado.

- Si perfecto, ¿ nos podemos ir ya?- terminé diciéndole por los nervios

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- Si perfecto, ¿ nos podemos ir ya?- terminé diciéndole por los nervios.
-Sisi un momento, cojo la chaqueta y nos vamos impaciente- me dijo mientras se me acercaba para coger su chaqueta que estaba justo al lado de mi.

Por un instante mi corazón empezó a latir tan rápido que pensé que me estaba dando un infarto, sentía como mis mejillas subían de temperatura... menos mal que Rosie no se dio cuenta, así que me levanté rápido y me dirigí hacia la puerta. Sin duda algo estaba cambiado, al menos en mí, no era la primera vez que me pasaba aquello con Rose pero no sabía exactamente qué era... bueno quizás si pero... estaba muy confundida.

- ¡ Oye la de las prisas cuando quieras nos vamos!- me dijo Rosie desde el coche.
La verdad es que no me di ni cuenta cuando pasó por delante mía, estaba tan anonadada que ni la vi.

Después de quince minutos conduciendo llegamos a la casa de Sam. Aparqué el coche en uno de los estacionamientos que había preparado en la entra de la casa.
Mi casa era grande la verdad... pero la de Sam... era como una mansión, y la verdad no repararon en gastos, tenía de todo. Entramos por una gran puerta que daba a un amplio salón. Había unas escaleras justo a la izquierda que se comunicaba con el salón, que supongo que daba a la parte de las habitaciones, toda la casa tenía un espacio abierto, justo al frente había una gran puerta de cristal que daba al exterior, donde se encontraba la piscina y el jacuzzi. La cocina también era abierta Justo en la parte derecha del salón a unos metros cerca de la puerta que se comunicaba al exterior. Había varias puertas, no se que serían, supongo que serían baños o habitaciones de almacenaje.
La fiesta ya estaba comenzada, pues llegamos como una hora después, gracias a alguien ya mencionada... también, habían varios ya borrachos y que para nada conocía. Al llegar a la parte de la barra, Sam nos saludó junto con varias del equipo que también estaban un poco bebidas, yo intentaba no separarme de Rosie, todo aquello era demasiado nuevo para las dos y a decir verdad nunca habíamos bebido, y viendo como estaban algunos mejor... no fiarse de nadie.
Sam nos ofreció unas bebidas, yo al principio lo rechacé aunque Rosie por el contrario la aceptó como si nada.

Llevábamos como media hora en la fiesta y aquello cada vez se descontrolaba más. A decir verdad, Rosie y yo éramos las mas pequeñas allí, el resto eran de último curso y algunos que no sabía al principio quienes eran nos enteramos más tarde que eran de primer año de la universidad, amigos del novio de Sam.
Durante todo ese tiempo, no me separé ni un segundo de Rosie, ella llevaba como tres vasos y ya no estaba muy de sí, además, me fijé que desde que entramos algunos de esos de la universidad no paraban de mirar a Rosie y siendo sincera eso me molestaba muchísimo, Rosie no se dio cuenta pero era el centro de atención en aquella fiesta.

El reloj casi daba las doce, yo decidí no tomar nada, primero porque yo era la que conducía y luego por el estado en que se encontraba Rosie, mejor estar sobria y poder cuidarla por si pasaba algo.

Y vaya... si que pasó....

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