CAPITULO 11

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La mañana del domingo, el grupo
de amigos se habían levantado
animadamente, empezando el
día con un delicioso desayuno
preparado por Ashley y Mica.
Después de eso, todos salieron
de la casa y armaron grupos; los
chicos habían decidido jugar futbol
americano, mientras las chicas
animaban, excepto Mica, Weds y
Yoko, quienes se animaron a jugar
también.

Becca aprendió unos cuantos pasos
que con calma, Enid le enseño. La
chica sabia moverse, eso lo sabía la
rubia, y era una rápida aprendiz, razón por la cual no le tomo mucho
tiempo aprender la pequeña rutina
que habían ideado y, junto a las
otras porristas experimentadas,
animaron a los dos equipo.

Lia, por su parte, opto por ser
árbitro del partido, pues ¿Quién
más arbitraria que la pequeña?

Weds, Yoko, Mica, Zack, Xavier,
Eugene y Raúl conformaban un
equipo. Mientras Damián, Jake,
Tyler, Darío, Nicolás, Santiago
conformaban otro. El partido dio
inicio tras un pitazo de la más
pequeña, y rápidamente el equipo
de la ojinegra anoto el primer
touchdown.

Los minutos pasaban, y el partido
acabo, otorgándole la victoria al
equipo de Weds. La ojinegra había
jugado realmente bien, y todo se
debía a que su rubia favorita se encontraba animando el partido...
animándola a ella. Eso había
logrado disparar en su interior,
unos fuegos artificiales llenos de
adrenalina, logrando la victoria
que, silenciosamente, dedico a la
porrista.

****

Era hora de regresar a casa luego de
haber pasado aquella mañana de
domingo entre juegos y charlas. Los
chicos tenían ya listos los vehículos,
para llevarlos a la pista de
aterrizaje, y las maletas ya estaban
guardadas. Y en ese momento se
encontraban despidiéndose de Mica
y Ashley, y agradeciendo la comida
que la mujer les había preparado.

Todos se encontraban agotados,
aquellos dos días habían sido
realmente divertidos, pero todas sus energías se habían agotado por tanta diversión.

Los vehículos se detuvieron cerca
del Jet que había aterrizado unos
minutos antes de su llegada. Y
tras despedirse animadamente de
los tres jóvenes, ellos abordaron
el avión privado. Ubicaron
sus pertenencias, para luego
acomodarse en los asientos
disponibles, y descansar por
momento.

Todos se habían quedado
profundamente dormidos, excepto
Enid. Ella había despertado hace
unos minutos, y observaba a su
alrededor. Sonrió cuando encontró
a las parejas abrazadas, y a sus dos
amigas en la misma posición. No le
sorprendió tampoco el ver a Alexa
abrazada a Eugene, como si fueran
una pareja.

Sus ojos se posaron en aquella ojinegra que se encontraba
profundamente dormida en el
sillón frente a ella. Weds estaba sola, en realidad, ellas eran las únicas que no estaban abrazadas como los demás, pues hasta el momento tenían únicamente una amistad.

Tomando ventaja del profundo
sueño de la ojinegra, Enid se
puso de pie y camino hacia ella,
sentándose a su lado y abrazándose
a su abdomen, sintiendo el
desbordante calor que emanaba el
cuerpo de la ojinegra.

Dejando escapar un suspiro,
Enid levanto la cabeza que había
apoyado en el pecho de la chica y
observo sus facciones. Weds tenia, al parecer, un sueño profundo, pues hasta ese momento, ninguno de sus movimientos habían molestado a la ojinegra ó provocado que despertara.

Enid quería ver aquellos orbes
negros que tanto amaba, pero no
podía despertarla, ella debía ir
despacio y lo sabía claramente,
pero eso no lo hacía menos difícil.
Le era casi imposible, resistirse a lo
encantadora y tierna que era Weds.
La rubia moría de amor y ternura
con cada cosa que la ojinegra hacía.

ELLOS NO SABEN NADA DE NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora