CAPITULO 26

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"¡Vamos, Weds!" chillo la rubia.
Ambas estaban en el lago, no había
nadie más y disfrutaban de la
compañía de la otra. Enid estaba
flotando mientras observaba a Weds caminar por el pequeño muelle de madera, para después realizar un perfecto clavado y sumergirse en el agua. "¡Sii!" exclamo Enid, nadando hasta donde Weds se encontraba "Eso estuvo muy bien" sonrió la rubia, rodeando los hombros de la ojinegra.

Weds suspiro y beso a la rubia,
acariciando la piel desnuda de su
novia. A la ojinegra le encantaba ver a su chica en traje de baño, sin
duda era un gran espectáculo, y a la
rubia le gustaba complacer a su
linda Weds.

"Te amo" susurro Weds, dejando un
beso en la mejilla de su novia.

"Yo también" sonrió Enid "Te amo
mucho"

"Me encanta escucharte decirlo"
confeso la ojinegra.

"¿Ah, sí?" pregunto la rubia,
sonriendo pícaramente y
empezando a dejar besos en el
cuello de la ojinegra.

"Si" suspiro Weds, temblando
levemente por las caricias de su
novia.

"Pues lo escucharas muy seguido ¿lo sabes?... Te amo mucho, mi amor"

"Yo te amo más. Ens" susurro la
ojinegra, gimiendo levemente ante
el tacto de su rubia.

Enid sintió la pequeña erección
de Weds chocar contra su cadera y
no pudo evitar gemir satisfecha al
reconocer que ella era la causante
de aquello.

"Weds..." susurro la rubia,
moviendo su mano hasta la
erección de su novia, acariciándola.

"Ens..." la voz de la ojinegra tembló
ante la excitación.

"Vamos a la cabaña, Weds" pidió la
rubia "Por favor, amor" jadeo, sin
dejar de acariciar a Weds.

"Yo... Ens ¿estas segura?" pregunto,
sintiendo como los bóxers le
apretaban demasiado.

"Estoy muy segura, cariño" sonrió
coquetamente "Aprovechemos que
estamos solas, y lejos de todos" dijo
Enid.

"Enid..." Weds suspiro tras sentir
el leve apretón de su novia en su
entrepierna.

"Vamos" Weds sonrió y se separó
de su novia, nadando hasta la
orilla. Weds sonrió, mirando
descaradamente el cuerpo de
su novia. Su erección era casi
insoportable y aquella rubia
la esperaba para poder ayudarla
con su pequeño problema. "Weds,
estoy esperándote" susurro
seductoramente la rubia desde la
orilla del lago.

Weds asintió embobada, fijando sus
ojos en el suave movimiento de la
rubia al caminar. Sus ojos se
deleitaban con la perfecta figura de
su novia y eso solo permitía que su
amigo se endureciera y necesitara
una ansiada liberación. Enid tenía
un espléndido cuerpo, su andar
era delicado y excitante, su trasero
¡Dios! Weds moría por tocar ese
par de hermosas masas tan bien
formadas, ella quería tocarlas,
acariciarlas, estrujarlas entre sus
manos.

Definitivamente, Weds no podía
creer que eso estaba a punto
de suceder, no podía creer que
realmente su novia estaba a punto
de entregarse a ella.

La ansiedad creció dentro de ella,
tenía miedo, miedo a no poder
hacerlo bien, miedo a decepcionar a la rubia, miedo de perderla si eso
no llegaba a funcionar entre ellas.
Weds tenía miedo, aquellas inseguridades con las que vivió
durante tanto tiempo debido a su
condición y que la atormentaban,
volvieron de golpe, apoderándose
de todos sus pensamientos.

Sintió pánico, ella no quería meter
la pata, no si eso conllevaba perder
a Enid. Weds quería hacer las cosas
bien, se moría de ganas por estar
con la rubia, su miembro moría
por sentir la calidez del cuerpo
de su novia, pero no sabía cómo
hacerlo, ella era muy torpe cuando
de Enid se trataba y no queria
defraudarla.

ELLOS NO SABEN NADA DE NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora