CAPITULO 16

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Weds estaba nerviosa, caminaba de
un lado a otro en su habitación,
esperando que el tiempo pasara
rápidamente y así poder ir a recoger a su amada. La joven ojinegra había optado por vestir unos jeans negros, algo ajustados, con una camisa roja de rayas, solo faltaban quince minutos para que fuera la hora que había acordado con la rubia en verse. Estaba ansiosa y nerviosa, sería su primera cita, pero lo que la ponía más nerviosa no era eso, era el hecho de que sería con su crush, su amor de siempre, la chica de la que se había enamorado desde el primer día que la vio, ya hacía casi cinco años.

"Bien Wednesday, tu puedes" se
animó la ojinegra.

Weds se encontraba ya, fuera de
la casa de la rubia, su dedo a
pocos centímetros del timbre. Ella
temblaba, pues Tomás, el hermano
mayor de Enid, solía ser muy
celoso cuando de sus pequeñas
hermanas se trataba, sobre todo
cuando era la rubia.

Weds había conocido ya, a todos
los hermanos de su dama. A
Mía y Sam los había visto en
el instituto, y en el caso de los
hermanos mayores, los había
conocido tiempo atrás, cuando se
reunían en casa de la rubia para
realizar la maqueta de su clase de
historia. Diana había sido tal cual la
rubia describió, para ser la mayor
de los Sinclair, era una chica increíblemente relajada y súper
bromista, pues no paro de molestar
a la rubia desde el momento que
vio a la ojinegra en su casa. Era,
también, increíble el parecido físico
entre ambas hermanas, Weds no
podía dudar que ambas eran muy
guapas, y no solo ellas, sino todos
los cinco Sinclair ¡Malditos genes!

El timbre sonó, pues, sin darse
cuenta, la ojinegra lo había
presionado. Pasos se escucharon
desde el interior, al igual que unos
cuantos murmullos, para, segundos
después, la puerta abrirse, siendo
Tomás quien la recibiera.

El joven Sinclair observaba
fijamente a la ojinegra, el chico
conocía muy bien acerca de los
sentimientos de su hermana
hacia la chica que tenía en frente
y, aunque le agradaba el que su
hermana haya terminado con el idiota de Ajax, él esperaba
que decidiera estar soltera por un
tiempo, pues no le gustaba pensar
que alguien podría lastimarla.

"Addams" gruño Tomás, con la puerta entreabierta.

"Hola, Tomás" saludo la ojinegra,
sin titubear, con un semblante
serio, pues, aunque estuviera
temblando, debía hacerle frente al
mayor y demostrarle que se merecía a la rubia.

"Hey, Weds" saludo animadamente
Sam, asomándose por el hombro
de su hermano mayor, sonriéndole
a la ojinegra.

"Hey, Sam" saludo Weds al chico,
sonriéndole.

"Pasa, Weds, no hagas caso a este
gruñón" le dijo el chico, poniéndose entre Tomás y la ojinegra
impidiendo que su hermano mayor
llegara a tocar a la pequeña.

"Gracias" respondió, aliviada.
Ciertamente, Tomás Sinclair le
causaba terror, con su porte alto,
aquellos penetrantes ojos azules
y su expresión, casi siempre, seria.
Weds estaba segura que solo se ponía de esa manera cuando ella iba, tal vez la quería poner a prueba.

"Ens, Tomás estaba espantando a
Weds" conto Sam a su hermana
cuando la vio descender por las
escaleras.

"¡TOMÁS!" exclamo con seriedad la
rubia, deteniéndose en mitad de
las gradas y apartando su mirada
de su cita, fijándola en su hermano
mayor, con sus manos posadas en
sus caderas, dándole más seriedad
al asunto.

Weds por su parte había quedado
estática, aun no se podía creer que
le hermosísima Enid Sinclair
saldría con ella en una cita, mucho
menos los besos que habían
compartido, pues cada vez que se
separaban y la rubia se marchaba
sonriente, ella se quedaba tratando
de asimilar las cosas y acariciando
sus labios que hormigueaban
por el reciente beso que habían
compartido.

ELLOS NO SABEN NADA DE NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora