ELLOS NO SABEN NADA DE NOSOTROS

CAPITULO 28

Enid había entrado al baño a
preparar la sorpresa que le tenía
a Weds. La ojinegra se quedó en la
habitación, recostada sobre la cama
y con una sonrisa de oreja a oreja.

Se podía notar la felicidad irradiar
de sus ojos. Siendo sincera consigo
misma, Weds jamás pensó que
algún día lograría tener a la chica
que amaba de aquella manera,
sin embargo las cosas no son
como ella pensaba. Enid estaba
irremediablemente enamorada
de ella, Weds lo sabía, ella lo podía
notar en cada beso y en cada caricia
que la rubia le propinaba.

Weds estaba completamente
enamorada de aquella rubia
de ojos azules, siempre lo había
estado, desde que por primera
vez sus ojos se chocaron con la
destellante belleza de la chica.

Enid sin embargo no la había
notado mucho al inicio, y ¡quien
la culpaba! Si Weds procuraba
mantenerse muy por debajo del
margen. Pero luego empezó a salir
con Ajax, el chico que le hacia
la vida imposible a Weds. Enid
había empezado a notarla y a sentir
cierta necesidad de verla seguido.
Pero aquella noche había sido el
punto detonante para Enid, desde
aquella noche que Weds la salvo, su
necesidad de acercarse a la ojinegra
habían aumentado y cortar con
Ajax ya no era una opción.
Pero como ya sabemos, las cosas no
siempre salen de la manera que uno desea. Cuando Enid intento terminar la relación, Ajax se
volvió loco y juro hacerle daño a
Weds. Enid no supo cómo se había
enterado su en ese entonces aun
novio, de su atracción por Weds.
Pero había que admitir que eran
muy poco disimuladas sus miradas.

Pero aquello era el pasado, uno
muy malo que ambas habían
atravesado por la culpa del mismo
chico, sin embargo se encontraban
juntas en aquel momento. Estaban
enamoradas y ya no tenían
impedimento alguno en su relación.

Al menos los gruñidos del padre
y el hermano mayor de Enid no
eran ningún impedimento, solo
un pequeño bache que lograrían
atravesar.

**

Enid se observó al espejo por última vez, analizando todos los
ángulos y sonriendo por lo bien
que le quedaba aquella lencería. La
rubia estaba segura que lograría
emocionar más a su novia, vestida
de esa manera.

Se encontraba impaciente por
volver a hacer el amor con la chica
que amaba. Aun no lo podía creer,
pero finalmente había perdido la
virginidad con la chica que había
deseado desde hace tanto. Sin
duda había sido una gran primera
vez para ambas. Un momento,
inolvidable.

"Lo hicimos" susurró a su reflejo
"Y fue hermoso" la sonrisa en su
rostro era deslumbrante y llena de
felicidad.

Debía agradecerle a sus hermanas
y a sus amigas por ayudarlas ese fin
de semana, incluso su madre y Sam sabían de aquella sorpresa
que Enid le había preparado a
su novia. Obviamente, Esther
imaginaba lo que sucedería ese fin
de semana, asi que antes de que
Enid se fuera de casa, le había
pedido que tuvieran precaución y
se cuidaran debidamente. Enid se
había sonrojado pero apreciaba que
su madre no se pusiera histérica.
Sabía sin embargo, que su padre
y Tomás se volverían locos al
enterarse de donde y con quien
realmente se encontraba Enid en
esos momentos.

Se concentró por última vez en su
espejo y arreglo su cabello antes
de girarse y disponerse a salir de la
habitación.

Los ojos negros detallaron la
hermosa figura de su novia, de pie
bajo el umbral de la puerta del
baño. Tan sexy con esa lencería, los ojos de Weds no se detuvieron
y empezaron a devorar cada
centímetro de la piel con la mirada.
Penetrante y llena de lujuria.

"Enid" suspiro Weds, sintiendo
su miembro flácido, empezar a
endurecerse.

"¿Te gusta?" preguntó inocente la
rubia, dando unos pasos hacia la
cama. Su andar siendo sexy y muy
excitante.