Capítulo 1 - Pueblo Vacío

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Luego del repentino desmayo del niño, pasaron unos 12 minutos para que el pequeño volviera a recobrar la conciencia, pero esta vez no se despertó en un cielo blanco, no, en esta ocasión sus cansados ojos vieron un techo grisáceo, seguidamente trató de levantarse, sintiendo en el proceso su cuerpo en un espacio muy cómodo, estaba en una cama, al mismo tiempo una mujer morena se le acerca y le dice con una voz dulce "¡Oh! ¿Acaso te desperté? Mi error, dime, ¿Cómo te encuentras? ¿Te sientes bien?". A lo que el niño como pudo, respondió...

Niño: Des... Descuida, solo m-me encuentro agotado, no es... -recupera el aliento- nada grave... por cierto... ¿Cómo te llamas?

Mujer: Oh, mírate, haciéndote hablar con ese estado, y también disculpa mis modales, me presento, esta señorita de cabello castaño que ves aquí se llama Marie, Marie Grein, un gusto conocerte y a tu servicio –va hacia la cocina y agarra un taza – Déjame darte este té de margarita blanquecina, ¡te ayudará a recuperarte rápido! –flexiona su bíceps para animar al niño-

Niño: G-gracias -toma con ambas manos el taza y con cuidado bebe el té, sintiendo mejoría casi de inmediato- ¡Oh, me siento genial! Además sabe delicioso, ¡muchas gracias Marie! –Dijo sonriente-

Marie: ... -Se quedó en silencio por unos instantes mientras soltó una leve lágrima-

Niño: ¿Estas bien? ¿Hice algo malo? –Reaccionó inquieto, temiendo haber cometido un error-

Marie: Eh, no, no...- –se limpia la lagrima con un pañuelo- Tu no hiciste nada malo, solo me sentí muy feliz de que te gustará esa taza de té, he trabajado mucho en aprender tantas cosas que un niño como tú te recompense ese esfuerzo con esas palabras de agradecimiento, simplemente te da mucho gusto, hehe –respondió con una sonrisa sincera-

Niño: Si se te da bien preparar esta taza, creo que también haces bien las otras cosas que has practicado, ¿Qué más sabes hacer?

"Eso no es de tu incumbencia...", exclamó con una voz grave un hombre alto que entró a la sala, sin decir nada se sentó en una silla cerca a la cama donde está el niño descansando. La presencia algo intimidante de este hombre le recordó al niño la figura que vio en sus memorias borrosas, lo que le dio un poco de temor, cosa que Marie se percató y dijo...

Marie: Hey, no entres de esa manera Jhuan, le estas dando miedo al pobre pequeño –le da un ligero abrazo al niño- No dejes que ese hombre malo te asuste ¿okay? –Le acaricia el cabello al niño-

Jhuan: Vamos Marie, no abraces a ese mocoso, te ensuciaras tu vestido de sirvienta azul ¿acaso no era tu favorito? –Replico algo molesto por la respuesta de broma que le hizo Marie-

Marie: Bueno, no es como si alguien dejó un niño de la nada en la casa y le pidió que lo cuidara otra persona ¿verdad? –Soltando sus brazos del niño, le lanzó una sonrisa pícara con una mirada encendida de ironía a Jhuan-

Jhuan: ... Tch –se queda en silencio sabiendo que lo dicho es verdad-

Niño: Jajaja –libera una pequeña risa por el curioso intercambio de palabras entre Marie y Jhuan, y sintiéndose con confianza, le pregunta a este último- ¿Usted fue el que me trajo aquí, cierto? Si es así, de verdad, muchas gracias.

Jhuan: No quiero que me agradezcas, aquí no se vive de modales, se vive de ser útil, así que responde, ¿Qué hacías tirado en ese lugar? es bastante raro encontrar a un niño perdido en los terrenos blancos desiertos –cruza sus brazos y se dispone a escuchar las palabras del niño-

Niño: ... Lo siento, pero no recuerdo nada, incluso forcé mi mente para sacar algo y solo conseguí unas figuras negras, podrían tratarse de mi familia o alguien cercano pero solo son figuras, así que no estoy seguro.

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