Primer amigo

488 45 20
                                    

Escuche la alarma de mi reloj avisando que era hora de despertar, me levanto con pesadez de la cama y me dirigí a mi propio baño.

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

Todos los cuartos/habitaciones tienen su propio baño

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

Abrí la llave del lavamanos y me lave la cara, luego me cepille, me bañe y me cambie para ir a la preparatoria. Una rutina muy normal. Salí de mi habitación a la puerta, nunca me preparan el desayuno, así que mi primera comida del día es en el recreo.

-¿A donde vas?- pregunto papá. ¿Que hace despierto tan temprano? Y lo más raro de todo, ¿por que me pregunta a donde voy?

-A la preparatoria, como todos los días- respondi.

-Es Domingo ¿Enserió? Hasta para los días eres un imbecil ¿Cuál fue el mal que yo hice para merecer a un hijo tan inútil?- después de decir esas palabras, se fue caminando a su oficina.

Subí las escaleras y entré a mi habitación, me sente en la cama, revise mi celular para ver si de verdad era Domingo...y si, era Domingo.

¿Como pude ser tan idiota?

Bueno, mejor voy a caminar antes de que alguien entre y me diga que soy un vago, me vestí con unos pantalones vaqueros azules, una camisa blanca, una chaqueta negra, mis tenis favoritos de color negro y mi sombrero de paja, el único regalo que tuve que ni siquiera era para mi.

Shanks se lo quería regalar a Ace, pero el no lo quiso, así que me lo tuvieron que dar a mi ya que Sabo tampoco lo quería.

Al terminar de vestirme, baje las escaleras y me dirigí a la puerta de la casa, pero alguien me detuvo, otra vez.

-¿Sigues teniendo ese sombrero?- reconocí esa voz burlona al instante, era Ace ¿por qué tiene que estar molestando me la existencia siempre?

-Si, es el único regalo que tengo, los otros regalos que Shanks y Makino trajeron los tienen tu y Sabo- respondi.

-Pues claro que los tendríamos nosotros ¿por qué tendrías uno tu? Eres un sin futuro, lo único que faltaría es que seas un creído por los regalos caros que te dan- sentí mis ojos aguarse, no, no, no por favor.

-¿Ya terminaste? Tengo cosas que hacer- mi voz sono un poco rota, espero que no lo haya notado. Ace se acercó a mí, me tomo el mentón y lo levanto para que le viera la cara, ahora va a ver mi cara de llorón, como el la llama.

-¿Vas a llorar? ¿Cuando dejaras de ser un llorón fracasado? Me voy, no quiero escuchar tu llantos y tus lágrimas impactar el suelo- me soltó el mentón y se fue a la cocina, posiblemente a comer.

Salieron unas cuantas lágrimas, pero me logré calmar solo, como siempre.

Abrí la puerta, era un lindo día, dirían otros. Mi estómago rugio, tenía hambre, como siempre. Cerré la puerta atrás mio y me dirigí al único lugar que me relaja y me aleja de mis problemas, bueno, el segundo lugar. El Baratie.

Era un restaurante muy concurrido, así que probablemente no pueda encontrar mesa, pero también hay una posibilidad de que encuentre una. Al entrar, recorrí el lugar con la mirada buscando donde sentarme...Bingo.

Creo que tengo suerte, la mesa es para una persona, fui rápidamente hasta ella y me sente, espere al mesero con el menú mientras jugaba con los cubiertos.

-Bienvenido al condenado restaurante ¿que desea ordenar?- pregunto un chico rubio que no había visto antes en todas las veces que había venido ¿será nuevo?

-Amm ¿me puede dar carne? Solo eso y sin verduras, por favor- dije tímidamente. De seguro piensa que soy un idiota, claro que me puede traer carne, es un restaurante por el amor a Dios.

-Claro, soy Sanji ¿y tu?- espera ¿me esta preguntando mi nombre? Nunca pensé que a alguien le importara eso.

-S-Soy Luffy, Monkey D Luffy.

-Ok, ya te traigo tu comida- me sonrió un poco y se fue caminando a la cocina del lugar. No lo podía creer ¿habré hecho un amigo? Obvio no, solo estaba siendo amable.

Pero se vale soñar ¿no?

La comida llegó, pero la sirvió un mesero diferente ¿que estaba pensando? Claramente solo estaba siendo amable ¿por qué alguien querría ser mi amigo? Eso sería imposible.

Mientras comía, no me di cuenta de la persona que se sentó en frente mio.

-Esta delicioso ¿Verdad?- casi me ahogo con la carne por el susto- yo la cocine, soy el mejor cocinero que vas a encontrar en este lugar- levante mi vista y vi a Sanji ¿esto era real?

-Si, esta muy bueno...nunca había probado una comida tan deliciosa como la tuya.

-No es nada, alguien tenía que enseñarles de cocina a estos idiotas.

-Shishishi- me reí un poco, pero de inmediato me tape la boca, Sanji me miro raro, debe ser por mi estúpida risa.

-¿Por qué te tapas la boca?- pregunto y retiro mi mano de mi boca.

-Es que... mi familia me dijo que no volviera a reírme por ser muy extraña...

-No existen risas extrañas, las risas expresan nuestra felicidad y diversión, si ellos no quieren que seas feliz o que te diviertas entonces no pueden llamarse tu familia.

-Supongo que tienes razón...

Sanji y yo hablamos un rato más, creo que acabo de hacer mi primer amigo. Estoy demasiado feliz como para describirlo con palabras. Me despedí de Sanji y me fui a mi casa.

En el camino, alguien choco conmigo, por alguna razón fui yo el que terminó en el suelo y con el trasero adolorido.

-Discúlpa ¿sabes como llegar al dojo Shimotsuki?- pregunto un hombre alto y fornido con cabello verde ¿será teñido? Me levante adolorido de trasero.

-Ah, si es a la derecha- por alguna razón, el extraño en ves de ir a la derecha, fue a la izquierda- ¡la derecha es al otro lado!- le grite.

-¡Ya lo sabía!- me grito de vuelta. El es divertido, creo que lo había visto antes... Mejor me voy.

Al entrar a la casa, no vi a nadie, al parecer se habían salido ¿pero a donde? Aún que eso no es de mi incumbencia, me dirigí a mi habitación y me acosté hay.

Este día no fue tan malo.


Después De La Tormenta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora