Mis ojos dolían y las lágrimas no paraban de salir mientras veía el cuerpo muerto de mi madre en un charco de sangre. En mi cabeza rondaban las últimas palabras de mi madre.
"Luffy, tienes que sonreír, no importa si estás pasando por un momento doloroso, tienes que sonreír, por que las sonrisas alivian el dolor"
Mientras lloraba, forme como pude una gran sonrisa para mi madre y ella me la devolvió. Cuando dio su último suspiro y cerró sus ojos, unos hombres con traje negro me tomaron de los brazos y me llevaron a la fuerza al culpable de la muerte de mi madre.
Mi padre.
-¡Sueltenme!- gritaba- ¡SUELTENME!- desperté. Solo había sido una pesadilla o, mejor dicho, un recuerdo que deseo con toda mi alma olvidar.
Con una mano limpie mis lágrimas, después comenze con mi rutina. Mientras bajaba las escaleras, vi a Ace y Sabo hablar, por sus caras puedo suponer que es de algo muy serio. Termine de bajar y salí a paso rápido de la casa.
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Perdón por interrumpir su lectura, solo quería mostrarles el uniforme de Luffy y el uniforme de las hembras.
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Dure una hora en llegar a la preparatoria, miré a los lados para ver si no había nadie...y afortunadamente no había mucha gente en la entrada ¿por qué revise si no había nadie en la entrada? Porque soy víctima de Bulliyng.
Mis bullies son:
-Eusttas Kid.
-Enel.
-Kuro
-Bellamy
Al entrar no vi a ninguno de ellos, supongo que aún no han llegado...mejor para mi.
Subí la escalera que lleva al segundo piso, me sente en una banca que está al lado del salón de Biología y busque mi horario.
Mmm, me toca historia a primera hora...mientras veía las otras materias que me tocaban, no me percate del grupo de personas que se me acercaban, uno de ellos me arrebato el papel con mi horario.
Levante mi vista ¡eran ellos! Comenze a temblar, Kid me había arrebatado mi horario y lo rompió en dos con una sonrisa.
¿Ahora como voy a encontrar los salones que me tocan? Oh, se me olvido decir que tengo mala memoria y por eso necesito ese horario, en especial porque se acabaron todos los demás horarios en la tienda de la preparatoria.
Después de haberme roto mi horario, Kuro y Bellamy me tomaron de los brazos y me arrastaron a no se donde.
Les gritaba que me soltaran y trataba de liberarme del agarre, pero cuando trataba Enel me daba una patada en el estómago. Cuando Enel me iba a dar otra patada, alguien lo golpeó y lo hizo estrellarse con la pared ¡fue muy genial!
Cuando vi quien era no me lo podía creer...¡era ese extraño con el que me choque en la calle! Sabía que lo había visto en alguna parte.
Sonreí enormemente, el también golpeó a Bellamy y a Kuro, liberándome de su agarre en el proceso. El es muy genial.
El me tomo de la mano y me levanto del suelo.
-Hola, nos volvemos a ver- dijo.
-¡Eres muy genial!- grite. Sonreí de una manera que no hacía hace mucho tiempo desde la muerte de mi madre, sentí mis ojos iluminarse.
Enserió, cuando veo a alguien genial no puedo evitar emocionarme, hasta que recordé que Kid aún estaba aquí, mi sonrisa desapareció.
-¿Que pasa?- el miró donde estaban los cuerpos inconscientes y donde se encontraba Kid, se veía enojado- Oh ¿el te da miedo? Tranquilo, yo me encargo- se posiciono en frente mio.
Era como un hermano mayor protegiendo a su hermano menor, algo que nunca pude experimentar aún teniendo dos hermanos mayores...pero con el era diferente, sentí esa seguridad y admiración por un hermano mayor aún sin conocerlo.
Pero nunca voy a decirlo en voz alta.
La pelea quedo en un empate, Kid se llevó a sus amigos y el me llevó a la cafetería donde me compro comida, creo que noto mi desnutrición.
-Come, tu cuerpo está demasiado delgado, hasta puedo decir que padeces de desnutrición- hablo.
-¡Gracias! Y por cierto ¿como te llamas?- pregunte mientras comía.
-Me llamo Roronoa Zoro ¿y tu?
-Monkey D Luffy, muchas gracias por ayudarme.
-No es nada, tenía que devolverte el favor.
Hablamos un poco más hasta que sonó el timbre y yo sin horario.
-¿Sucede algo?- me pregunto.
-Es que ellos me rompieron mi horario y tengo mala memoria...
-¿En que sección estas?
- A
-¡Yo también! Podemos compartir horario- Zoro me sonrió y yo se la devolví. Nos dirigimos al salón de historia.
No lo puedo creer ¡hice otro amigo aparte de Sanji! Que felicidad.
Llego la hora de salida, me despedí de Zoro y me fui a mi casa, no me recordaba tan feliz desde hace tiempo. Al entrar a mi casa, vi a mi padre esperándome molesto.
-¿Que horas son estas de llegar?- pregunto. Cierto, tarde en llegar porque Zoro se perdió...
-Lo lamento mucho, padre...- me disculpe.
-¡No me llames padre! ¡hace mucho tiempo que dejaste de ser mi hijo y tu padre!- grito- ¡ahora vas aprender!
-¿Eh?- padre me tomó del brazo tan fuerte que comenzó a doler mucho- ¡Sueltame, me duele!- le grite pero el no me hizo caso.
Me llevo a la fuerza a una habitación que no sabia que había en la casa. Era grande, tenía en las paredes unas esposas, parecía una cárcel o una sala de tortura, las paredes y suelo eran negras, todo estaba sucio, polvoriento y algunas telarañas, a la izquierda había una caja grande, espero que adentro no esté no lo que estoy pensando...
Padre me lanzó al suelo sucio y polvoriento y me esposo a la pared, no podía moverme, me sentía impotente e indefenso.
El se acercó a la caja y sacó un látigo negro que se veía que dolía, después me desvitio dejándome en bóxer para golpearme con el látigo, algunas veces me golpeaba tan fuerte que me salía sangre y otras me dejaban marca.
Mis gritos de dolor se escuchaban por todo el lugar, enserió que dolía. En un momento dejé de escuchar el sonido de los latigazos impactar mi piel, deje de gritar y sentir dolor, mis párpados pesaban.
Lo último que vi antes de quedar inconsciente fue mi padre cerrar fuertemente la puerta.
