Violeta

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[...]

- todo daba vueltas, se sentía mareado le dolía la cabeza y tenía las extremidades estumecidas, su vista era cubierta por un antifaz, sabía que iban en algún tipo de vehículo por el movimiento. Se removió tratando de quitarse las ataduras de muñecas y pies. Su vientre dolía, cerro sus ojos tenía que concentrarse.

~Luzu tengo miedo, ven por mi Luzu porfavor Por-favor te necesito.

- El vehículo se detuvo, escucho como las puertas eran abiertas, y unos brazos lo tomaron para sacarlo. Nisiquiera podía hablar una mordaza se encontraba obstruyendo su boca, impidiendo emitir palabras. El olor de ese lugar no era muy agradable, se podía sentir en el aire la tensión el olor a humedad y fango.

[...]


-El pánico invadió al omega y El alfa estaba apuntó de perder el control, para un alfa perder a su cachorro o tan siquiera pensarlo era una abominación, el corazón de ambos se detuvo un segundo y latió fuerte y rápido El omega se revolvía en la cama aun debía pujar para expulsar la placenta las contracciones aun no se detenían, nisiquiera habían permitido que lo vieran lo llevaron a una pequeña mesa a unos metros y entonces el doctor y la enfermera les dieron la espalda, el omega lloraba y el alfa no respondía, el alfa es el pilar de el omega en el caso de los partos ellos tenían que mantener tranquilo al Omega e indicarles que hacer, pero claro ante el pensamiento de que su cachorro estaba muerto el pánico lo invadió quedándose atónito, Sapopeta ingreso a la habitación dirigió su mirada al alfa de mirada Violeta y perdida  la paso al omega sudado y asustado de la cama.

Sp: Vegetta! -Habló rompiendo el silenció de la habitación.

-No obtuvo respuesta, dirigió su vista hacia el doctor y se acercó con cautela, su sonrisa se vio apagada cuando el doctor le dirigió la mirada y negó con la vista decaída.

Sp: Que pasa?

D: Tenía el cordón umbilical enredado en el cuello. Lo-lo siento...










Sp: Si ellos lo pierden morirán!

-Puso su mano sobre el pequeño pecho del pequeño osezno de pelo azabache y orejas pequeñas. Y una luz verde se introdujo en su pecho, una pequeña mueca lo hizo sonreír.

~Respira....

-El llanto tierno y agudo se hizo presente en la habitación, el doctor lo limpió un poco y lo envolvió en una manta celeste y blanca con pequeñas pelotas en ella. Lo cargó y le dio una última vista a Sapopeta asintiendo agradecido. Se dirigió ala pareja asustada, y se lo entregó al Omega.

-sus lagrimas salían sin control junto a sonrisas llenas de amor, entonces su mano tomo la de el Alfa dando tirones para que reaccionará. En ese momento ambas miradas Violetas se encontraron y la tierra dejo de sostenerlo, ahí estaba su cachorro junto a su Omega quien lo veía con tanto amor, su pequeña nariz, sus ojos grandes y las pestañas mas hermosas que había visto, su piel Pálida y suave y ese delicioso aroma a bebé. Cayó de rodillas agradeciendo a los dioses permitirle ser padre de esa hermosa criatura. El llanto de el pequeño ser en brazos de su amado lo devolvió a la realidad. Se sentó al lado de su Omega y se disculpo muchas veces por haber entrado en pánico y no ayudarle. Rubius negó, sus ojos esmeralda brillaban con intensidad rojos de llorar, sus mejías tan rojas y sus labios rosados e hinchados, seguramente se había estado mordiendo el labio inferior del dolor. Se veían tan frágiles su necesidad de protegerlos aumentó, el osezno tomo uno de sus dedos y sonrió, esa hermosa sonrisa, la reconocía de algún lado? Si, era la sonrisa de Rubius mezclada con la suya. Su cachorro era perfecto, el omega se recostó estaba demaciado cansado y Vegetta no quería decirle sobre lo sucedido con Quakity.


Mi verdadero Amor (Luckity)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora