Capitulo 3.

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* Andrea *

Esta mañana me desperté con más ganas, me asee y busqué en mi armario el outfit de hoy, mi escuela no usaba uniforme esto tenía sus cosas buenas, pero para mí era todo un show la hora de escoger mi ropa, al final me decidí por lo básico, una camiseta blanca y unos vaqueros ajustados, lleve también un abrigo rosa, pero lo amarré a mi cintura dado que en mi mochila no entraba, amarré mi cabello en una cola alta y bajé las escaleras.

-Mamá, papá, me voy a la escuela – dije estando abajo.

- Wow princesa! Que bien te ves- me dijo mi madre apenas me vio, - no le di tiempo de alabarme ya que el bus escolar pasaría pronto, me despedí con un beso y salí directo a la parada, cinco minutos después estaba subiendo al bus, me senté en la última fila pegada a la ventana, la escuela estaba al otro lado de la ciudad y aún quedaba una hora antes de llegar, me puse los airpods y me dispuse a oír música, dos paradas después alguien se sentó a mi lado, voltee para ver quien era y ahí estaba; Manuel , tan fresco como de costumbre, su cabello húmedo y ondulado, lo tenía relativamente largo pero le quedaba bien, por un momento me sentí intimidada, él era mucho más alto que yo y su mirada altiva y lujuriosa no dejaba de analizarme, hice un esfuerzo por no babear al ver sus músculos marcados por su camisa manga corta negra y dije fríamente:

-Charly está más adelante.

-No es a él a quien quiero... te quiero a ti- me dijo Manuel y no pude evitar sonrojarme; debo aceptar que él siempre producía esa sensación en mí, esta vez y en contra de mi corazón decidí mantenerme firme-.

- Pues puedes ir yéndote porque yo a ti no te quiero- respondí tajante.

- Oh vamos, ¿no podemos pasar este rato como una pareja normal? – me dijo con cara dulce – agradecí a Dios que no puso ojos de cachorrito porque ese gesto era una de mis debilidades.

- Pues... no! Fíjate que no, tú y yo no somos nada – dije con fingida indignación intentando seguir siendo firme-.

- Pues yo quiero que seamos algo y sé que tu llevas años deseándolo- en mi cara se asomó la tristeza, había dado en el blanco de mi dolor-.

- Después de lo del viernes no me han quedado ganas; me he dado cuenta que no estoy tan enamorada de ti – respondí en un susurro casi inentendible.

- Oh vaya pero que pena, y preciso hoy que estas a mi alcance- me dijo sin importarle mis palabras, empezó a jugar con sus dedos sobre mi muslo, ¡oh no! Eso si no se lo iba a tolerar. -

- ¡Quita tus manos de mi idiota! – susurré intentando afincar cada silaba.

- Pero si quiero divertirme mientras llegamos a la escuela – no hizo caso a mi advertencia y de paso usaba ese tono tan juguetón, de todas las formas que adoptaba su voz ese era el que más odiaba-.

- Conmigo no – dije- puedes ir a jugar con alguna de tus amiguitas – esto me dolió, él seguía gustándome, pero no dejaría que me usara como su juguete- pero tú me vuelves a tocar y Jeff te matará.

-Ninguna de mis ''amigas''-hizo el gesto de comillas con las manos- esta tan buena como tú.

- Suficiente – dije y me levanté hasta llegar al puesto de mis hermanos, dos minutos después yo oía música y Manuel sufría al lado de Josh y Jeff, una sonrisa triunfal se abrió paso en mi rostro. Al bajar del autobús Manuel me estaba esperando; se le notaba a leguas que dos ''locos'' lo habían atacado, pensé que me diría cualquier cosa, pero tomó mi coleta y soltó mi cabello aprovechando que es mucho más alto que yo, no me quede así, con mi sonrisa aún en el rostro dije:

- Eh gracias! De veras que apretaba... además, me veo mejor así- caminé a mi aula dejándole con la palabra en la boca y mi coleta de regalo.

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