Capitulo 10.

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*Manuel*

Últimamente mi relación con Charly no ha ido de lo mejor; sin embargo, me he dado cuenta de que mi mejor amigo siempre tuvo razón, decidí escribirle y hacer las paces con él.

-Hey bro

-Hola

-Bro tenías razón

-Me he dado cuenta que no puedo jugar con ella

-Ella me afecta

- ¿y cuál de todas es ella?

-Charly ¿es enserio?

-Vamos man. Tu juegas con todas.

- ¿Cómo quieres que sepa de quien se trata esta vez?

-Es Andrea.

-Me está haciendo cambiar.

-Bueno... en esa decisión si te apoyo.

-Pero dejaras a las otras, ¿verdad?

-Obvio, solo Andy.

-Aunque será difícil.

-Pero no imposible bro.

-Te parece si nos vemos en Molly's a las 4pm.

-Ok, hasta entonces.

Me respondió con un pulgar arriba y yo comencé a prepararme para llegar al lugar.

A las cuatro de la tarde de ese mismo día llegué puntual al restaurante, era muy popular entre los jóvenes y solíamos encontrarnos allí para charlar muy a menudo. Quedaba cerca de la escuela a la que casi todos íbamos además de estar en una posición muy privilegiada del centro, cerca quedaba un centro comercial y a unas cuadras un parque de skateboarding.

 Charly llegó casi enseguida, escogimos una mesa aislada del resto e hicimos nuestro pedido. Mientras bebíamos nuestras malteadas hablamos de basquetbol y luego Charly me pregunto sobre Andrea, no le di muchos rodeos, lo único que tenía claro es que ahora no bastaría con invitarla a un club como cuando tenía trece, ahora debía demostrarle que podía ser solo de ella y que podía confiar en mí de nuevo.

Pasado un rato se nos unieron Job y Lucas; ambos habían estado de viaje y me alegre mucho de verlos de nuevo. A penas me oyeron mencionar a Andy los ojos de Lucas brillaron, no tardó ni cinco segundos en comentar que la había visto en el parque de skateboarding que estaba a unas cuadras del restaurante en el que estábamos, decidimos ir, a los chicos se les ocurrió un plan improvisado por si todavía seguía allí y yo no coloque resistencia. 

Quería verla, lo necesitaba.

Al llegar rentamos unas patinetas y decidí tomarme en serio la tarea de divertirme mientras los chicos miraban constantemente a Andrea, ella ni siquiera disimulaba su vista clavada en mí, me miraba de vez en cuando – mucho menos que yo a ella- y parecía que me quisiera comer con los ojos, adorable; pensé enseguida. De repente perdí el equilibrio y me caí de la patineta torciendo fuertemente mi mano. Me levante con una mueca.

Ya no parecía divertido eso de patinar.

Fui hacía las gradas, y Andrea no tardó nada en acercarse.

- ¿Estas bien? – preguntó mientras me tendía una botella de agua.

- Sí; es solo mi mano – respondí tomando la botella de agua, no pude evitar analizarla con mi mirada, llevaba un vestido azul marino muy veraniego y unas zapatillas a juego, no pude evitar pensar lo bien que se veía ese vestido en ella.

- ¿Puedo ver? – Un susurro de su voz interrumpió mis pensamientos, extendí mi mano lentamente y ella la toco con delicadeza, luego de un rato pareció entender que tenía, ya que dejo mi mano apoyada en su regazo como si nada y sacó una pomada de su mochila. Parecía muy relajada como que sabía perfectamente lo que estaba haciendo, aunque no me sorprendió, su madre era enfermera y era de lo más lógico que Andy supiera de esas cosas. Luego de un rato no pude evitar hablar.

- Te ves tan linda concentrada- no era mentira, unos mechones de cabello suelto cubrían un poco su rostro,  parecía toda una especialista en lo que hacía, una realmente adorable-

-jaja-rio; como amaba esa risa- ya lo sabía, bueno, listo – Observé  mi mano y trate de moverla un poco; se sentía muchísimo mejor, quise agradecerle, pero se arrodilló frente a mí y comenzó a pasar un algodón con alguna sustancia extraña por las raspaduras que me había hecho, hasta ese instante no me había dado cuenta de que las tenía, pero agradecí que ella si lo hubiera hecho. De repente me enfoqué en el momento; tenía a Andy arrodillada frente a mi, por mi mente paso de todo menos lo santo. Ella curaba mis heridas con toda la paz del mundo, en ese instante su mirada se encontró con la mía, me miro un poco confundida y sentí su miedo; se levantó y musitó algo antes de salir corriendo.

Charly se acercó a mí y vio mi frustración así que decidí no esconderle nada.

-La cagué ¿no bro? – pregunté un poco arrepentido.

-No es eso man; necesita adaptarse a tu compañía otra vez y eso toma tiempo. Capaz y no sabe que hacer, debe de estar confundida.

-Está bien – dije.

-Además, - añadió sonriendo pícaramente- a cualquiera que se la coman con la mirada como hiciste tú le van a entrar ganar de huir inevitablemente.

-Ups – dije y solté una carcajada, Charly también rio y se encogió de hombros.

Mire a mi alrededor y me di cuenta de que las amigas de Andy tampoco estaban, desee no se armara un malentendido, especialmente Lee, que haría lo que fuera por Andy, incluido en eso matarme con sus propias manos.

Mire a mi alrededor y me di cuenta de que las amigas de Andy tampoco estaban, desee no se armara un malentendido, especialmente Lee, que haría lo que fuera por Andy, incluido en eso matarme con sus propias manos

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