* Andrea*
Han pasado varios meses desde el incidente en el centro de skateboarding, es 28 de febrero y Manuel esta de cumpleaños, desde hace meses que he estado ignorándole a propósito porque temo ilusionarme de nuevo. A todo le respondo con monosílabos y fue el peor fin de año sin ir a su casa y lanzarme a abrazarlo gritándole feliz año nuevo, he sido una completa cobarde e inmadura y él se lo ha tomado normal, escribiéndome de vez en cuando para saber si estoy bien o dedicándome una sonrisa en los pasillos esperando a que me acostumbre a tenerlo cerca, el único problema es que no puedo verlo a los ojos sin pensar en que solo me quiere para hacer lo mismo que hizo con Thalía, aunque ni yo sé si creérmelo ya. Sin embargo, hoy he decidido dejar mi cobardía atrás e ir a visitarle. No tengo intenciones de quedarme solo felicitarlo y ya ¿no? ¿no es tan difícil ir a visitar a tu amor corrupto de tu infancia el cual hoy se convierte en un adulto y tú eres una cría de 15 años? ¿o sí? Sacudo mi cabeza borrando esos pensamientos y camino hacia la puerta de mi habitación, no sin antes mirarme al espejo. Bajo las escaleras y le digo adiós a mi madre que está en la cocina con Layla; su mejor amiga.
Fuera hace un frio para morirse así que echó a correr. Tres cuadras después me encuentro el pequeño parque en el que jugábamos cuando éramos chicos y sigo derecho, doce exactas cuadras después me encuentro frente a una casa más grande que la mía, fuera hay dos coches cubiertos de nieve, pero el camino a la casa esta despejado y ahí está. Con una pala quitando la nieve del porche de su casa. La verdad es que no hay casi nieve porque estamos casi en primavera, pero bueno, eso no es lo que me importa, avanzo lentamente y el voltea a verme, me quedo a unos pocos pasos frente a él y le digo.
-Feliz cumpleaños mi pequeño gran adulto – él suelta una carcajada dulce y me agradece mientras abre los brazos indicándome que quiere que lo abrece, dudo un instante, pero lo hago. Su olor inunda mis fosas nasales, levanto la vista y me encuentro con sus enormes ojos negros mirándome intensamente, le sostengo la mirada, el baja lentamente a mis labios. No se como reaccionar, sé lo que viene, pero tengo claro que no estoy lista, no todavía, me agarra de la nuca e inclinándose un poco estampa sus labios en los míos. -
Cerré los ojos un instante, se sintió bien tenerlo de vuelta, se sintió cómo estar de vuelta en casa, pero está mal. Todo en mi menos mi corazón grita que esto esta mal.
Me separo y niego con la cabeza, no quiero aguarle la fiesta, pero no estoy cómoda haciendo eso, él frunce el ceño y doy dos pasos más atrás.
-No me malinterpretes Manuel -titubeo, no se si quiero ser sincera con él - no estoy lista para esto, no ahora. -decido decirle-.
- No te gusto, ¿es eso no? Dilo de una vez y ya Andy; no me ilusiones por favor - puedo sentir el dolor en su mirada, una mirada muy distinta a las que suele darme. Esta triste, mucho, no soy solo yo la que lo tiene así.
- No, no es eso Manuel, tu... yo te quiero, te quiero mucho y claro que me gustas, por Dios sigo enamorada de ti, solo no quiero ir muy rápido, no quiero que suceda de nuevo. – él sabe a lo que me refiero; ha cargado con la culpa desde hace mucho rato, sin embargo parece sentirse mejor al escucharme decirle que todavía me gusta. Rápidamente me pongo de puntitas y le doy un beso casto en la mejilla, él me agarra de la cintura con las dos manos y me susurra algo al oído.
- Yo también te quiero mariposa. – Eso es suficiente para que en mi rostro se esboce una sonrisa. Me despido de él y camino hacia mi casa, Algo me hace devolverme corriendo. Sin pensarlo lo abrazo y me acurruco entre sus brazos.
- Lo siento, pero es que hace un frio terrible y me congelo, - me hundí más en su abrigo – además tu estas calentito y hueles a rico –murmuro.
Oh no
No dije eso ¿cierto?
A juzgar por su cara de asombro si lo hice, nos sonrojamos, yo más que un tomate y huyo a toda velocidad. -torpe yo-
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Mariposa
RomanceAndrea y Manuel fueron novios, debido a una traición acaban separándose, ambos sienten de más por el otro, aun así; su orgullo y el dolor del pasado no les deja continuar. Habrá baches en el camino, es decisión de cada cual luchar por lo que tantas...