Amor verdadero- Yurisaki-

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A él le encantaba soñar despierto, le era tan fácil vagar por el terreno de la imaginación. Los personajes se repetían pero las escenas nunca, siempre había variedad de vestuario y nisiquiera se puede hablar de la calidad de los guiones que creaba. A veces solía escribirlos dependiendo de que tanto le habían gustado.

Si lo veías al lado de la ventana era sabido que ese día no iba a estar conectado al mundo que lo rodeaba, a veces se le solían escapar sonrisas pero nada más que eso. Nadie sabía que pasaba por su mente... ya que bueno es imposible saberlo en cualquier ser humano, Tooru no era la excepción.

La burbuja que construyó gracias a sus sentimientos había explotado tras el repentino cambio en Yuri, aquella onda de la explosión se había expandido por todo su alrededor siendo imposible volver a formarla. Todo aquello le daba emoción, esa que había buscado toda su vida.

Caminaba por los pasillos repasando su plan una y otra vez, todo cuadraba a la perfección.. quizás... Había funcionado finalmente?. Se vio interrumpido gracias a un castaño que se le acercó rápidamente con una sonrisa, este le hablo casualmente con un poco de formalidad.

-Hola Toono-san... que sucede?. Se sorprendió a si mismo, no solía hablar con otros con tanta confianza. Su yo de verdad hubiera bajado la cabeza y tartamudeando un poco en voz baja, se quedó pensativo mientras que Toono seguía hablando con el como si nada. Que pasa en su cabeza? Ya Tooru había perdido aquella respuesta.

Hablaron por un rato hasta que el castaño siguió con su vida, Fujisaki hizo igual. Siguió mirando su libreta hasta que llegó a su sección de dibujos. De repente su amado apareció de la nada al lado de él viendo su libreta. Tooru soltó otro pequeño grito de susto, al parecer Yuri tenía esa rara costumbre.

-Babu! Dibwjo You? Oh! Lindo!. Hablo incoherentemente lo cual provocó una pequeña risa en Tooru. Otra de las cosas en la lista que amaba, había tardado un poco pero logro decifrar la forma tan peculiar que tenía Yuri de hablar.

De repente Tooru vio como era tomado por la cintura por Yuri. El chico de lentes oscuros estaba apoyado en la pared y quería que Fujisaki se acercara a él por lo que no encontró mejor solución.

-Yuri... susurro Tooru al sentir como su rostro se prendió. Sus mejillas estaban rojas y su voz apenas salía. Yuri solo le regaló una sonrisa mientras acariciaba lentamente con su mano el rostro de Fujisaki.

Lo examinaba muy profundamente, nunca se había detenido a ver con tanto detalle la belleza de Tooru. No pudo evitar tomar la cara del contrario con ambas manos para apreciarla mejor. Su piel era blanca como porcelana, sus labios finos y rosados, pero su parte favorita siempre fueron esos ojos esmeralda que solo lo veían a él con ese brillo tan intenso. Poco a poco se acercó más, al mismo tiempo la confusión de Tooru crecía.

-Y-yuri-kun... estás muy cerca. Su tartamudeo volvió, su timidez igual. No estaba acostumbrado a tales muestras de cariño, mucho menos de la persona la cual amaba con todo su corazón. Yuri mantuvo silencio mientras pasaba lentamente sus dedos por su cabello negro. Finalmente tomo la barbilla de Tooru para poder darle un dulce beso en los labios. Fujisaki en ese momento supo...

Que había funcionado.