Amor verdadero- Yurisaki-

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(Advertencia: En esta historia se podrán ver temas fuertes como el su1cidi0 o el abus0 sexu4al. Se recomienda la discreción del lector. Gracias por leer.
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Para su suerte tenía a su Yuri para acompañarlo a superar tal trauma, este lo abrazaba como si fuera su armadura de hierro, Fujisaki se sentia culpable de usarlo de tal forma, aunque ninguno tenía la culpa de lo sucedido.

Sus sesiones de terapia habían aumentado, no podía evitar sentir el dolor que Toono estaba experimentando en ese momento. Había intentando mandarle mensajes para saber cómo se encontraba, Pero nunca respondió, temia lo peor. Aunque había alguien más afectado que el mismo Tooru.

Kashima Yuu, podías verlo como zombie caminando por todo la escuela, no saludaba, no comía, era imposible incluso verlo parpadear. Lo habían castigado por semanas por haber infliguido daños graves en aquellos chicos que habían abusado de Toono.

Tooru trato de hablar con él también, ya que se sentía identificado con el dolor de este, pero Kashima lo miraba fríamente con sus ojos rojos, por el llanto, ademas de una capa de oscuras ojeras de bajo. Parecía que todo en la escuela se había cambiado, todo era oscuro, sin vida.

Tooru estuvo apunto de decir su palabra clave para irse de aquel lugar, pero los pequeños momentos con Yuri lo mantenían allí, aferrado. Intento ser positivo, que luego de largos meses todo podría mejorar, aunque sea en una pequeña estadística. O eso le hacían creer sus antidepresivos. Hasta que un día, todo se fue al carajo.

8 de agosto, un día normal, parcialmente nublado, hacia algo de calor en Japón. Tooru sudaba un poco por esta razón, no veía la hora de que la primavera llegara. Cómo fanático de las flores, era su época favorita del año. Caminaba por los pasillos con la mente fragmentada en miles de pequeños pedazos ocupados en pensar distintas cosas a la vez.

En eso se encontró con su querido, quien lo saludo extendiéndole un helado de sandía, Tooru sonrió con dulzura sintiendo los fragmentos juntarse para enfocarse solamente en Yuri y el sabor de la paleta de helado que le había regalado. Se tomaron suavemente de las manos y siguieron el recorrido por los pasillos.

En eso pudieron ver como un grupo de estudiantes rodeaba el patio, todos tenían expresiones de horror mientras que otros corrían para darle aviso a los profesores. Tooru sintió un escalofrío, algo estaba pasado, claramente no era bueno. Con paso tembloroso se acercó, aunque Yuri trató de presuadirlo para que no lo hiciera.

Cómo una película de terror, el helado que tenía en su mano cayó como en cámara lenta, sus ojos casi se salen de sus órbitas, su piel se puso palida y casi cae al suelo. Yuri estaba igual de impactado, aunque solo se encargó de ver la horrible escena sosteniendo a Tooru, como también buscando estabilidad.

Rodeado en un charco de sangre estaba el cuerpo sin vida de Kashima, el cual tenía una extraña... pero dulce expresión de calma, apesar de tener el cráneo destruido. Se escuchó el grito de espanto de Tooru, quien cayó al suelo apesar de que Yuri trató de mantenerlo en pie. No había que ser un genio para saber que aquel chico había cometido suicidó.

En medio de todo el shock, Tooru pudo ver a una sombra mirando a los lejos, nadie se percataba de ella, estaban concentrados en aquella escena sacada de una película con clasificación C. Todo lo que pasó a continuación, a los ojos de Tooru, se veía desenfocado, y en camara lenta. Aquella entidad parecía mirarlo fijamente de forma sombria.

-¿Que pasa? Adelante, saca tu cuaderno, escribe otro final. Le hablo aquella sombra humanoide con una sonrisa macabra. Tooru no tenía expresión alguna, solo se encargaba de no apartar la vista de ella, estaba frío, serio.

Todos a su alrededor corrían o se quedaban inmóviles por el terror, Yuri trataba de levantarlo del suelo, diciendo que por su bien lo mejor era irse, pero Tooru se quedaba allí, inmobil y sin expresar una emoción. No sabía si era por el shock del momento, pero si sabía que no podía moverse, que no podía hacer más que respirar.

-Pense que esta era tu realidad deseada.