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3 días antes de la expulsión.

Guardo ese secreto. No le resultaba complicado ya que paso toda su vida mintiendo y escondiendo lo que realmente era o lo que pensaba. Admiraba a lo lejos a aquellos que podían ser totalmente verdaderos, sin filtro alguno o vergüenza de ser ellos mismos.

Trato de hablarlo con su terapeuta pero prefirió darle más importancia a su depresión y pensamiento suicidas que a ambiciones que nunca podría lograr. Alejo esos pensamientos, después de todo lo llevaban a un abismo que lo terminaba hundiendo en miseria, tenía que cuidarse de eso, ya que no vería a su terapeuta hasta la próxima semana.

Por ahora sobreviviría con sus pastillas, las que lo hacían caer en un profundo sueño, sea con los ojos abiertos o cerrados. Sueños, su escapatoria, su vida perfecta. Quien hubiera imaginado que esa vida de imaginaciones se volvería real, gracias a un papel.

Salió de sus pensamientos cuando aquel chico culpable de todo tocó su hombro, al voltear pudo ver una expresión de furia total, de desequilibrio con una pizca de decepción. El simplemente se lo quedó mirando, esperando a que el diera la primera palabra luego de detensarse un poco. El chico soltó un suspiro, que en vez de tranquilizador sonaba molesto.

-No se que habrás echo, solo se que salvaste el maldito trasero de tu queridito. Escupió con claro odio, Tooru no dijo nada, solo se lo quedó mirando, tratando de ver más allá de su mirada de rabia, era difícil o directamente no había nada.

-Me lo informaron hoy, ese director pensó que me quedaría con los brazos cruzados solo por una beca de mierda. Siguió expresando su odio en palabras fuertes y que parecían no ir a nadie. Tooru suspiro mientras veía al chico acomodar sus ideas y dejar de actuar mediante el odio, sabía que le era difícil.

- Por qué haces esto?. Soltó sin pensar mucho el chico que hasta ahora se había quedado callado, logrando así que el contrario ocupará ese lugar. -Te da algo de consuelo esto?. Añadió, Pero el viento fue lo único que escucho.

Se miraron fijamente, con su expresión tensa, ambos con sus mentes dispersas en ramas del mismo tema que quedó en el aire. Tooru sabía que no obtendría respuesta, Pero no dio paso atrás. -No crees que estás siendo algo inmaduro?. Eso dejo pálido al chico.

- Se que cometí un error contigo, te use y lo lamento, quizas merezco tu odio, pero esto... No crees que es demasiado?. Siguió hablando, dejando aún más sin palabras al contrario quien al final no pudo ni verlo a los ojos. Al fin Tooru encontró algo en la profundidad, tristeza.

Los ojos de aquel chico se nublaron como un día con mal pronostico, sabía que se vendrían las gotas de lluvia. Tocó su hombro suavemente con dudas, le costó mucho hacer esa simple acción, por miedo, miedo a como reaccionaria, pero solo hubo silencio por unos segundos mas.

-Lo siento... Se le escapó de los labios, golpeando directamente el corazón del chico de ojos verdes. Lo último que vió fue como él se daba la vuelta y se iba a un paso lento, como un muerto volviendo a su tumba. Tooru solo volvió a suspirar, ya había perdido la cuenta de cuántas veces lo hacía echo.

Supuso que ese era el fin del conflicto que se había planteado en su historia, se sintió un poco aliviado aunque sabia que habia echo trampas para poder conseguirlo, sentía lastima por ese chico, despues de todo sabía que era encantador, que merecia toda la felicidad, se maldijo por no darsela.

La culpa, lo calcomia, pero solo fingía una sonrisa

Amor verdadero- Yurisaki-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora