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Tooru se quedó en silencio, miles de momentos pasaron por su mente. Se quedó mareado viendo fijamente a Yuri, todo su alrededor estaba expectante esperando su respuesta. El solo suspiro, su rostro se mantenía serio.

-No sabes cuánto espere eso de ti... pero- Hizo una pausa y su voz se volvió más fria- ahora es demasiado tarde... bienvenido al rechazo. Luego el se fue dejando a Yuri sin palabras en el invernadero.

Caminaba a su habitación totalmente triste, recordaba una y otra vez como Yuri no le dio importancia a sus sentimientos cada que el se los decía, ya que no había sido una... si no mil veces. Sabía que su corazón tenía mil cortaduras, también sabía que la mitad de ellas habían sido creadas por el constante rechazo del chico de mirada oculta.

Se sentía tan impotente, el había hecho todo con tal de vivir su historia de amor al lado de él, pero a Yuri nunca le importo en lo más mínimo como se sentía. Después de todo lo único que tenía en su cabeza aquel chico era tener relaciones sexuales y nada más. Tooru se sentía tan enojado que estaba por tirar todo a la basura, hasta que vio como aquel chico que antes le había llenado de amor, el cual lo estaba esperándolo en la puerta de su habitación.

Tenía unos chocolates y se veía un poco nervioso, Tooru sonrió con amor. Bueno, si no era con Yuri podría ser con alguien más... no?. Fujisaki se acercó, con cada paso que daba algo dentro de el cambiaba. Aquel tímido chico había quedado atrás, gracias a su escritura había logrado construir un nuevo yo, su mejor versión.

-Oh... dulzura... yo... te estaba esperando. Hablo el chico, Tooru no espero mucho y lo abrazo por el cuello, el chico se quedó rojo mientras correspondía su abrazo, colocando sus brazos alrededor de su cintura. -Estas más tierno de lo normal-. El chico río.

-Te molesta?. Pregunto Tooru con una sonrisa juguetona mientras se acercaba más a él. El chico solo beso su mejilla con amor como siempre hacia.

-Claro que no... sabes que me encanta cuando eres así. Respondió al instante mostrándole una sonrisa encantadora para que el creyera en sus palabras, Tooru sintió una oleada de mariposas.

Luego de eso ambos comenzaron a besarse, Fujisaki se sentía tan bien en los brazos de aquel chico, este solo lo acercaba más apretando su agarre. Tooro no pudo soportarlo, vio con deseo al chico y rápidamente lo invito a su habitación. Este acepto sin pensar mucho.

En aquella habitación solo se escuchaban los besos que ellos se daban, Tooru tenía sus piernas alrededor de la cadera del chico mientras que esté se aferraba a su cintura. El ambiente se mantenía romántico, pero también la temperatura subía cada vez más y el chico quería para, ya que sentía que estaba poniendo incómodo al chico de ojos verdes.

-Dulzura... debemos parar... yo... no quiero hacerte sentir incómodo, osea si quiero... ya sabes... pero... lo que importa es... si tu quieres. El chico se mostraba tímido, Fujisaki se quedó atónito. Nunca antes nadie le había preguntado si estaba de acuerdo, Yuri solo se lanzaba debido a que siempre pensó que él le diría que si. Esta sensación nueva solo hizo que su interior se llenará más de emoción.

-No te preocupes... si quiero. Fujisaki le sonrió con dulzura, el chico pareció derretirse. No espero más y siguieron besandose con pasión pero también con cuidado y amor. Tooru sentía que su corazón estaba por explotar.

-Eres tan irresistible. Murmuro aquel chico, sus manos recorrían todo su cuerpo. Sus dedos trazaban cada curva de el con extremo cuidado mientras que sus labios se mantenía pegados a su cuello. Tooru solo podía jadear como respuesta.

El chico desabrochó la camisa que formaba parte de su uniforme para poder besar mejor su cuerpo. Tooru sintió un escalofrío al sentir los labios de su amante besar su pecho para luego bajar hasta su abdomen. Aquello le daba tanto placer, sus ojos se nublaban mientras que se mordia el labio. Realmente disfrutaba de esta nueva compania.

Sin poder contenerse más ambos comenzaron a tener su noche de pasión, en aquella habitación se podían escuchar sus roces los cuales nisiquiera eran fuertes para no llamar la atención. En medio de estos se podían escuchar sus voces las cuales se dedicaban tiernas palabras de amor o simples sonidos de placer. Aquellos amantes estaban tan sumergidos en complacer al otro que no sabían que estaban siendo oídos.

Por el anterior amor de Tooru.

Amor verdadero- Yurisaki-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora