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No todo podía ser felicidad. Tooru miraba a lo lejos como Yuri besaba a su mejor amigo de cabellos celestes. Le dolía tanto el corazón, sabía perfectamente lo que sentía Yuri por él desde pequeños. No recordaba como lo sabía pero nada cambiaba aquel hecho.  Con la cabeza baja se retiró del lugar para no seguir rompiéndose el corazón.

Sus cabellos negros danzaban al ritmo del viento mientras se encargaba de regar las hermosas plantas que vivían felices su vida en el vivero de la escuela.

Muchos decían que debió haber ido al club de arte pero él sabía que había hecho la mejor elección. Amaba la naturaleza, el poder de darle mejor vida que la suya a otro ser vivo lo llenaba de alegría. Las flores parecían hacerse más lindas cada día, deseaba tener tal suerte.

Solía dibujarlas todo el tiempo, debido a que eran su única compañía. Dicen que un alma en soledad se aferra a un lugar donde recibe un poco de luz, ese era Fujisaki con sus plantas. No había nadie que se dedicará tanto como él al club de jardinería.

Las crisantemo eran las primeras en saludarlo aunque sus favoritas siempre serían las camelias, aquel patrón de sus petalos lo enloquecía de dulzura. Cuando florecían era notorio que eran las consentidas de Fujisaki debido a que este no paraba de sacarles fotos y dibujarlas en cada segundo que le tocaba cuidar de ellas. El mismo les hablaba con amor cuando no había nadie a su alrededor... eran sus mejores amigas.

Ese día no fue la excepción, estaba admirando su belleza con detenimiento como si no conociera a detalle su forma y características. De alguna manera está flor le hacía recordar a su Yuri-kun. Suspiró, al darse cuenta de la gran cantidad de similitudes que tenían.

Debió suponerlo, uno al estar enamorado de tal forma hasta inconscientemente busca cosas que se aparezcan a esa persona, pues no es coincidencia soñar con tu persona soñada de vez en cuando. Todo siempre tiene algo que ver, todos somos hilos que se unen por más pequeño que fuera el nudo.

De la nada Fujisaki sintió que alguien lo abrazaba por la cintura, chilló del susto y rápidamente se dio la vuelta. Una voz burlesca e infantil le hizo saber quién era. Suspiró de alivio agarrándose el pecho debido al casi susto mortal.

-Yuri-kun... hola... Como siempre se sonrojo, mientras volteaba la mirada, Yuri soltó una frase incoherente que Fujisaki no tardó en descifrar.

-Solo estoy mirando las plantas... amo cuidarlas... sobre todos las camelias... Él le señalo la flor para que Yuri la apreciará mejor, este sonrió apunto de tomarla para dársela a Fujisaki, este rápidamente lo detuvo.

-No! No lo hagas!!. Tomo su mano con brusquedad mientras por primera vez subió el volumen de su voz, Yuri aparto su mano enseguida viéndolo con sorpresa. Tooru rápidamente se aseguró de que ningún petalos hubiese sido dañado. Suspiró de alivio al ver que no había pasado nada.

-Lo siento Yuri-kun... amo estás flores... me dolería que les pasara algo... Dijo él bajando la mirada avergonzado por su comportamiento, Yuri sonrió. Desde ese día el pelirosado...

Tambien cuidaba las camelias con su ser.

Amor verdadero- Yurisaki-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora