17 Halo

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En el momento en que Lucifer uso su halo para rebelarse eso se convirtió en una declaración de guerra. Seguido por todos los demás que estuvieron de su lado, hicieron lo mismo, declarando a que bando elegían y demostrando su rebeldía ante aquellos a quienes alguna vez consideraron sus hermanos. 

Hacer eso fue la muestra de que ellos estaban seguros de lo que hacían y no había marcha atrás para arrepentirse, a pesar que muchos si se arrepintieron de hacerlo, pero ninguno se quedó con  ese halo que alguna vez los conectaba a dios. Sin embargo, están equivocados. Solo hubo uno en uno en millón que nunca retiro su halo. 

Nadie se entero, estuvo pelando en el bando de Lucifer, estuvo allí en la batalla, incluso ante la derrota jamás se lo quito, porque quería conservar esa parte que le queda que muestra que alguna vez fue un ángel.

Así fue durante siglos, nadie sabía que hay un demonio que todavía mantiene una pequeña pureza.

A veces hasta Crowley olvidaba que lo tenía. Pero, allí está, de cualquier forma nunca pensó en usarlo, porque sabe perfectamente lo que significa ese poder.

Al menos un Crowley sobrio y sin el corazón roto no lo usaría. pero un demonio borracho y despechado tiene otras ideas y no es consiente de las consecuencias de sus actos, solo tiene un mente algo, volver a ver Aziraphale y que lo mate. 

Un final trágico, sin embargo si es Aziraphale quien lo elimina seria un final digno para él.

Así que con esfuerzo y dolor saca esa aureola escondida de su cabeza. Es un trabajo que cuesta y estando borracho es más complicado.

—Señor Crowley ¿Podría apagar la luz? Estoy tratando de dormir–le llama Muriel mientras baja las escaleras.

Muriel solo creyó que estaba haciendo un escándalo por todo ese vino que bebió, no le tomo importancia porque no sabe lo estúpido que se pone las personas que están ebrias. Al ver lo que está por pasar Muriel entro en pánico y tomo un extintor cercano y golpeó a Crowley con el dejándolo inconsciente. Al menos lo detuvo de ocasionar una guerra, así que lo considera un trabajo bien hecho.

Crowley no despertó hasta unas horas después, con un dolor de cabeza horrible pensando que es solo por la resaca y no por el golpe que recibió.

Se levanta del sillón en el que se encuentra, mira a su alrededor y se da cuenta que otra vez regreso al lugar que prometió no volver. Siempre dice lo mismo y siempre regresa.

—¡Despertaste!–lo dice Muriel al verle levantado.

—No hables tan fuerte–responde molestó por el dolor de cabeza, su un milagro para quitarse la resaca, pero todavía le duele la cabeza.

Muriel en otra ocasión dejaría al demonio tranquilo, pero lo que intento hacer anoche fue demasiado como para pasar de alto. Como inspector y policía de la tierra debe proteger y evitar desastres, y la guerra es uno de esos.

—Lo que hiciste ayer fue muy grave, sabes que si fuera un policía humano real te habría arrestado por intento de guerra.

—¿¡De qué carajos hablas?! Yo no provoque una guerra.

—No lo hiciste porque te golpe.

—¡¿Es por ti que tengo este dolor de cabeza?!

—Entre en pánico, sacaste tu aureola y no supe que hacer para detenerte en ese momento.

—Mi aureola... Muriel que dices yo no tengo eso, soy un demonio recuerdas.

—¡Yo sé lo que vi!

—Pues viste mal.

—No, no lo hice... ¿Por qué querías comenzar una guerra?

—... Nada en especial.

—Es una clase de cosa que hacen los demonios.

—Eso creo.

—... Deberías ir a terapia.

—¿Qué? ¿De dónde sacaste eso?

—La humana de la cafetería lo dijo.

—Que te dije de creerle todo lo que te dicen los humanos.

—Que no haga caso, no es cierto.

—Exacto.

—Pero la humana tiene razón está vez.

—No es cierto–Crowley negó mientras va camino a la salida, escapando de esta conversación.

—Estas en estado de negación.

—Me voy–lo último que dice luego de salir de la librería.

—Espera.

Sin embargo por mucho que Muriel intentará hablar Crowley siguió su camino ignorando las súplicas del ángel mientras salía de la librería yéndose en su Bentley. Muriel no pudo detenerlo, pero tampoco podía ignorar está situación y necesitaba avisar allá arriba de una posible guerra, sin embargo no quiere que Crowley sea lastimado por su rebeldía así que decide hablar con el único ángel que podría arreglar esta situación sin tener que llegar a una pelea.

—Deseo hablar con el supremo arcángel Aziraphale.



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† A nightingale sang in berkeley square †Fictober 2023 Good Omens †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora