"Límite."
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Takato estaba contento camino a casa, aquel regalo pequeño pero lindo del mayor le había subido el ánimo, al punto de olvidar un poco a Junta. Aunque ese imbécil aun no abandonaba su mente por completo a fin de cuentas poco a poco dolía menos, suponía que era por estar más distraído, pero sabía que olvidarlo era casi imposible, aún su corazón decía que en algún momento volverían a encontrarse.. pero no quería caer en sentimientos ilusos, poco realistas, si tenia que olvidar al rubio lo intentaría hasta lograrlo.-(Si.. debo simplemente olvidar lo que me hace mal..)
Una vez llegó a su hogar repentinamente escucho a su abuela hablando por teléfono una vez se acercaba más a la sala de estar, parecía molesta, no tenía idea de que era lo que estaba hablando o con quien, pero decidió no entrometerse ahora que estaba ocupada, era obvio que si lo hacía sería incómodo y podría hacerla enojar más, vivir años con ella obviamente lo hacía consiente de su personalidad medio fría y hasta dura, fiera también cuando la provocan, esto último quizás fue un poco eredictario..
Miró con preocupación a la mayor pero terminó subiendo a su habitación a cambiarse de ropa y a dejar su mochila.
Una vez estuvo listo fue a confirmar que la azabache ya no estuviera ocupada en esa llamada y efectivamente, no lo estaba. La verdad aunque tuviera una relación algo distante con su abuela le tenía cariño, vivió años con ella y fue lo más cercano que tuvo a una figura maternal.
Takato se acercó a la mayor y habló.-Abuela.. estás bien? ¿Necesitas algo?
-..No te escuche entrar.
-(Estoy seguro de que fui lo suficientemente ruidoso para notarme..)
Entiendo, todo bien?-Ha.. si, no pasa nada, solo tonterías.
-Pero estas segu-
-¡Qué ruidoso! ¡¡Dije que estoy bien!! No necesito ayuda, y menos de alguien que se que no puede hacer nada al respecto.
-Pero..-
-¡Suficiente!
El menor sintió como su pecho se oprimía, bajo un poco la mirada, se sintió como si volviera a tener 10 años, pequeño y vulnerable, siendo regañado cual niño pequeño. Pero algo había cambiado, ahora.. estaba triste, si, pero sobretodo una ira se apoderó de él ¿Por qué tenía que aguantar que la mayor le gritara y lo despreciara de ese modo? ¿Por qué siempre llegaban a esa situación la mitad de las veces que intentaba entablar una conversación normal con ella? ¿Por qué era odiado?
Su mandíbula se tenso.-¿Por qué..?
Murmuró el azabache haciendo que la mayor lo mirara de nuevo, aún con esa mirada de desprecio.
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Apostemos... (Dakaretai Otoko)
Fiksi PenggemarSaijo Takato, un estudiante modelo quien tenía una vida cómoda y perfecta a los ojos de los demás conoce a cierto chico rubio con el cual experimentara situaciones que nunca espero sentir a sus 17 años.. ¿Habrá algo más que solo la apuesta que hicie...