La criatura perfecta

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JK POV

Más tarde, Seokjin y yo subimos las escaleras traseras y encontramos a los chicos en la computadora. Jungkook me dio una sonrisa tensa cuando entramos y saltó para saludarme con un beso en la puerta. "Te extrañé", susurró. Fue brusco y pude sentir la angustia cuando se apoderó de su cuerpo. Su cabello estaba enmarañado de tanto tocarlo y tenía tinta negra de periódico en el puente de la nariz. La situación le estaba pasando factura. Quería sonreír y enterrarme en él para quitarnos el dolor mutuo, pero no estaba bien. En lugar de eso, me abrazó un poco más y sentí su mano deslizarse por el borde de mis pantalones, rozando sus dedos con frialdad contra la suavidad de mi moretón.

Me negué a dejarlo pensar en mi lesión e ignoré su toque de disculpa. En cambio, pregunté: "¿Algún progreso?" lo suficientemente alto como para incluir a Namjoon en la conversación.

Namjoon estaba sentado detrás del escritorio, en la silla de Jungkook, mientras que Seokjin se había colocado en una de las sillas de cuero frente a él. Parecía cansado y tenso. Su personalidad normal, más grande que la vida, se había desvanecido, reemplazada por la versión seria frente a mí. "Contando los minutos para que se ponga el maldito sol y buscando una dirección para seguir. No tenemos nada más que ayer". Declaró con los ojos oscurecidos. Nunca había visto a Namjoon molesto. Pasó del hermano mayor dulce y tonto a un gigante aterrador rápidamente. Me sentí pequeño y débil en su presencia. Como si pudiera romperme con un giro de su muñeca, lo cual asumí que podía.

Al darse cuenta de lo enojado que se había vuelto, se relajó un poco y me indicó el escritorio. Me acerqué para ver en qué estaba trabajando. "Solo estamos repasando lo que sucedió en los últimos meses con Dawn. Tratando de descubrir qué nos perdimos".

"¿Que es eso?" Pregunté, y me incliné sobre el escritorio, señalando una bolsa de plástico con varias piezas de joyería.

Sentí el cuerpo de Jungkook presionarse contra el mío por detrás, sus manos acercándose para tomar la bolsa. "Dawn dejó esto en tu puerta hace un tiempo. Taehyung y yo lo encontramos antes que tú". Podía escuchar la ira en su voz. Sacó una cadena larga con una cruz colgando, "Esto le pertenecía a Arin. Lo llevaba puesto en los carteles de desaparecida".

Extendí la mano y él la dejó caer sobre ella. "Vaya." Dije, recordando los ojos rojos y enojados de Arin justo antes de que Jungkook la destruyera. Ahogué un escalofrío ante el recuerdo. Golpeé con el dedo la otra pieza de joyería en la bolsa. "¿A quién pertenece eso?"

Jungkook ladeó la cabeza inquisitivamente y miró a Namjoon al otro lado del escritorio. "Jimin", dijo Namjoon en voz baja, "Pensamos que te pertenecía. Tiene una 'J' inscrita".

Negué con la cabeza y tomé el objeto, un broche de la mano inmóvil de Jungkook. "No. No es mío. Sin embargo, es hermoso".

"¿No es tuyo? ¿Estás seguro? No quería preocuparte y había planeado volver a ponerlo en tu habitación antes de que te dieras cuenta. Se me olvidó con todo lo que estaba pasando". Jungkook confesó.

Al otro lado de la habitación escuché a Seokjin suspirar, "Por supuesto que está seguro. La pregunta es: si no es de él, ¿a quién pertenece entonces?"

Jungkook caminó alrededor del escritorio y comenzó a presionar teclas en la computadora. Deslizó su dedo por el monitor y los ojos de Namjoon siguieron rápidamente sus movimientos. "Nadie reportó una pieza de joyería perdida como esta. Es tan inusual que estoy seguro de que alguien lo habría notado e informado a la policía".

Le di la vuelta a la pieza en mi mano, mirando la intrincada artesanía. "Mira aquí, debajo del alfiler, hay una marca". Estaba desafilado, la edad lo había desgastado, y el alfiler estaba algo deslustrado. Se lo entregué a Jungkook, esperando que pudiera verlo mejor con su vista superior.