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JK POV

Jimin me estaba matando lentamente. Un sueño a la vez. No estaba seguro de los detalles, pero su cuerpo estaba señalando lo que su mente no podía decirme. Jimin estaba excitado. Y por la forma en que susurraba mi nombre, definitivamente estaba involucrado. Podía olerlo en su piel, verlo en los movimientos cambiantes debajo de las sábanas y escucharlo en las palabras murmuradas en voz baja. La primera mañana que sucedió sufrí en silencio, con una sonrisa plasmada en mi rostro, mientras el veneno fluía no por mi garganta sino entre mis piernas.

A partir de ese momento, me escapaba de la habitación, mientras su excitación se apoderaba de mí, me encerraba en mi oficina y procedí a aliviar la presión que se acumulaba en el interior. Era rápido y mecánico, me acariciaba imaginando a Jimin, en su cama lleno de deseo.

Hoy fue como todos los demás, excepto que en mi prisa por salir de la habitación de Jimin, la puerta hizo clic cuando la cerré. Normalmente me iba en silencio, sin dejar rastro de mi abandono, regresando siempre antes de que el despertara. La velocidad vampírica me ayudaba a hacer un trabajo rápido sobre mis necesidades y mi anhelo por Jimin me tenía al límite. Solo tomaba unas pocas caricias antes de que sucumbiera a mis fantasías, me limpiara y continuara como si nada hubiera pasado.

Pero este no era el caso hoy. Jimin debió de haber oído el clic de la puerta porque mientras me sentaba detrás de mi escritorio, pensando en su cuerpo sexy lleno de deseo, entró justo cuando comenzaba a subir a la punta de mi orgasmo.

Despeinado por el sueño, se paró sorprendido en la puerta. Observé con deseo la piel que dejaba ver su sexy pijama, burlándose de mí mientras hablaba, animando a que el deseo saliera de mi cuerpo. No tengo idea de lo que dijo ya que las palabras fueron de poca importancia debido al terror del momento. Su mandíbula se aflojó y sus ojos estaban muy abiertos cuando se dio cuenta de la situación comprometida en la que me encontró.

"Oh, Dios mío", exclamó, "lo siento mucho". Y salió corriendo de la habitación, la puerta golpeándose detrás de él.

Apoyé el codo en el escritorio frente a mí y bajé la cabeza hacia la palma de mi mano mientras murmuraba: "Oh, Dios mío".

*******

Salí de mi oficina un tiempo después y procedí a vestirme y continuar con mi día como si nada hubiera pasado. Literalmente, ni siquiera podía imaginarme discutiendo la situación de antes con Jimin. Estaba abajo y podía oírlo preparar el desayuno.

Debo haberme demorado demasiado porque lo escuché subir los escalones y acercarse a la puerta del vestidor. "¿Jungkook? ¿Vas a bajar?" preguntó, fingiendo dulcemente que no estaba viviendo con un monstruo pervertido. Era una de las razones por las que lo amaba. Él nunca me juzgaba.

Cuando no respondí, lo oí tocar ligeramente. "¿Puedo entrar?" preguntó desde detrás de la puerta.

"Sí", dije con voz ronca, sin saber si quería que sus ojos me vieran.

El abrió la puerta tentativamente y me dio una cálida sonrisa, la cual le devolví a pesar de que mi cabeza estaba agachada y probablemente él no podía verla.

"Lo siento mucho, Jimin". Comencé: "Eso fue terrible. Y repugnante. Por favor, perdóname".

La sonrisa de Jimin se amplió y dijo: "Oh, Jungkook. No eres el primer hombre al que su pareja atrapa haciendo eso".

Eso...

Gemí, recostándome en el tocador y cubriéndome la cara con las manos. Sentí sus dedos pequeños y cálidos envolver mis muñecas mientras apartaba mis manos. "Jungkook, está bien. Por favor, no te avergüences y nunca, nunca volveremos a hablar de esto, ¿de acuerdo?"

Asentí, dudando que alguna vez pudiera mirarme de la misma manera. De puntillas me dio un beso rápido y dijo: "Me gusta tu traje. Te ves muy guapo, lo que significa que las mujeres en tu oficina me van a odiar un poco más hoy". El rio. "¿Estas listo para ir?"

Poniéndome de pie dije: "Sí", y dejé que él me guiara, como era nuestra costumbre, hacia cosas mejores.

La criatura perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora