La criatura perfecta

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JM POV

4 de junio

Ha pasado casi un año desde que encontré trabajo como asistente de Jungkook. Es difícil imaginar la vida antes de conocerlo. Es casi difícil imaginar esa vida. Aunque siempre seguiré siendo ese joven de veintidós años en cuerpo, mi mente ha crecido y se ha expandido más allá de mis sueños más locos.

Antes de mi transformación pensé que pasar a esta vida sería fácil. Desarrollaría músculos y velocidad. Belleza y gracia. Podría hacer el amor con abandono. Obtuve todas esas cosas, pero fue una lucha y requirió trabajo y paciencia. Durante este tiempo realmente me convertí en su pareja.

Fue necesario que Jungkook y su amor incondicional me guiaran a través de los espejos rotos y la nostalgia. Fue necesaria su familia y su capacidad para hacerme reír, decir lo correcto y seguir siendo mi contacto con el mundo exterior durante mi tiempo de reclusión.

Jungkook cree que estoy listo para aventurarme en público de forma semi-regular. El enrojecimiento de mis ojos casi se ha desvanecido, nada que no pudiera estar cubierto por un par de lentes oscuros, y ya no rompo la manija de la puerta del auto cuando intento abrirla. Ha pasado los últimos seis meses planificando, conspirando y pensando en los lugares más exóticos y apartados para que pasemos los próximos dos años mientras yo controlo mis impulsos.

Sí, todavía tengo impulsos.

Hace dos meses, después de rogarle a Jungkook sin descanso, Namjoon, Hoseok y Siwon estuvieron a mi lado mientras el hombre de UPS llegó a la puerta y Jungkook recibió un paquete. Nunca en mi vida había olido algo tan delicioso. Ni siquiera el propio Jungkook olía tan atractivo. Me quedé en silencio en la cocina, resistiendo el olor que flotaba mientras él conducía su camioneta por el camino de entrada y subía las escaleras hacia la puerta.

Namjoon sonrió alentadoramente, dándome el visto bueno.

Hoseok me miró con escepticismo, mientras se concentraba intensamente en mis emociones, habiendo prometido no interferir alterando nuestros sentimientos.

Siwon me dio unas palmaditas en el brazo y me habló tranquilizadoramente, diciéndome que fue difícil para todos la primera vez, pero que a mí me iría bien.

Estuve de acuerdo de todo corazón hasta que se abrió la puerta principal y recibí una ráfaga del hombre que fue celestial, el equivalente a una tarta de manzana recién horneada saliendo del horno. Antes de que mis pies siquiera dejaran el suelo, los tres me aplastaron contra el suelo, la enorme rodilla de Namjoon empujó mi espalda mientras Jungkook apresuradamente escoltaba al pobre hombre fuera de la propiedad, sin haber sido consciente de su posible muerte.

Entonces me di cuenta de que tal vez debería tomarme esto de salir a la luz pública un poco más despacio.

Así que dimos pequeños pasos. Jungkook esperó pacientemente mientras yo miraba escaparates en el pequeño pueblo cerca de nuestra cabaña, y me siguió la corriente cuando pedí comidas enormes en Taco Bell, insistiendo solo en que dejáramos la comida en el refugio para personas sin hogar de camino a casa. Se sentó conmigo durante innumerables películas, distrayéndome del abrumador olor de los humanos toqueteándome de manera inapropiada en la habitación a oscuras. Fue tonto, divertido y a veces aterrador, pero nunca fallé y ahora puedo estar en presencia de humanos y no quiero hundir mis dientes en su suave y encantadora piel ni atiborrarme de su sangre.

Así que hoy salimos de la cabaña hacia mayores aventuras. No me dijo adónde íbamos, sólo me hizo las maletas para cualquier cosa que fuera posible.

Ayer, me senté en la cama y vi como Jungkook enrollaba sus calcetines en pequeñas bolitas y formaba pequeñas pilas de camisas y pantalones. Vi que había comprado un marco doble: un lado para la fotografía de sus padres y, en el otro lado, había colocado una de mis propios padres del día de su boda. Mis ojos siguieron sus elegantes manos mientras lo guardaba dentro de su maleta, envolviéndola con cuidado. Reprimí una sonrisa cuando vi el destello amarillento de la piel de vaca mientras guardaba su preciada pelota de béisbol de forma segura dentro de sus gastadas botas de cuero marrón.

Después de todo, él es mi criatura de hábitos.

Teníamos pasaportes con nombres, edades, direcciones falsas y montones de dinero. Teníamos una camioneta ambientalmente responsable esperando en el camino de entrada para nuestro equipaje y nuestros cuerpos. Nos despedimos de la familia por el momento, sabiendo que los veríamos más temprano que tarde. Bendecimos con entusiasmo la casa por última vez haciendo el amor, y ahora estábamos de pie en el gastado porche de pizarra, cerrando la puerta detrás de nosotros mientras comenzaba nuestro nuevo viaje. Mis dedos se enredaron a través de un mechón de errático cabello bronce que era empujado hacia adelante por una suave brisa de verano, y Jungkook me dio una de esas sonrisas gloriosamente malvadas. Me di cuenta felizmente de que tenía lo único que realmente importa cuando vivo una vida para la eternidad: tener alguien con quien vivirla.