La criatura perfecta

67

JK POV

Me paré en la puerta mirando a Jimin. Estaba demasiado lejos para tocarlo, pero lo suficientemente cerca para oler, saborear o desearlo más que cualquier otra cosa. Todo lo que quería era acercarme a él, pero Dawn estaba detrás de mí y todos mis sentidos restantes estaban enfocados en él y sacarnos de esta situación.

Encontré el banco fácilmente. Era viejo, no tanto como yo, pero lo suficiente como para que los propietarios lo trasladaran a una instalación más moderna en las afueras de la ciudad. Cuando llegué al edificio de ladrillos de dos pisos, pude escuchar a Dawn y otros dos. Dawn sabía que Hyuna estaba muerta y, aunque no estaba exactamente de luto por ella, estaba furioso por la pérdida de su mejor soldado y compañera. También sabía que vendría y estaba esperando mi llegada. Preparado para terminar este enfrentamiento ahora, escalé la pared trasera y me deslicé silenciosamente en una ventana superior rota claramente utilizada por su grupo para entrar y salir del edificio.

Solo tomó un momento para encontrarlo abajo, sentado detrás de un gran escritorio de madera, con los pies apoyados y recostado en una gastada silla de cuero que quedó de la mudanza. Sus ojos se entrecerraron antes de verme, los dos soldados que flanqueaban sus costados gruñeron cuando me hice visible.

Te hemos estado esperando. saludó. Sus ojos recorrieron mi cuerpo, y rápidamente evaluó el daño en mi brazo, completamente curado ahora, la única señal que quedaba era que se reflejaba en la luz. Una bengala se encendió detrás de sus ojos rojos, "Veo que uno de mis hombres tomó un pedazo de ti".

"Fue un regalo de despedida. Habría sido más inteligente si hubiera corrido". dije secamente. "¿Podemos dejar de hablar ahora y terminar con esto? Estoy seguro de que Taehyung está listo para irse a casa".

Dawn se rio de mi impaciencia, y una especie de verdadera diversión cruzó por su mente. Era muy hábil para bloquearme, solo proyectaba lo que quería, cuando lo quería, y la fuente de su entretenimiento era irreconocible. Dejó de reír y suspiró dramáticamente. "Podríamos, pero hay un problema. Tengo dos de mis hombres más en la bóveda esperando con Taehyung y si no regreso, tienen instrucciones de destruirlo".

Hice una pausa por un momento y escuché, tratando de confirmar su paradero, pero no pude escucharlos a ellos ni a Taehyung. "Está bien, ¿entonces cómo hacemos esto? ¿Quieres que los mate ahora", y señale hacia los recién nacidos por encima de sus hombros, "y luego me llevas con él? Realmente no importa si te mato ahora o luego."

Nos paramos uno frente al otro en una especie de callejón sin salida. Por una vez, pude leer su mente mientras consideraba sus opciones. Se dio cuenta de que sus recién nacidos no eran rival para mí, pero tampoco estaba interesado en verme pelear contra ellos. Quería que este 'juego' fuera entre nosotros dos. Sin apartar sus ojos de los míos, habló, "Vayan a las entradas y manténganse atentos a los demás, estoy seguro de que vendrán pronto".

Sus hombres se fueron sin discutir y él hizo un gesto hacia la izquierda, detrás de los mostradores abandonados. "La bóveda está ahí atrás".

Me moví rápidamente y me encontré frente a una enorme, vieja y sólida puerta de metal. Había un nuevo teclado electrónico adjunto al frente y me di la vuelta y dije: "Dame el código".

Los números flotaban en la parte superior de su mente y justo cuando presioné el último, permitió que avanzara. Taehyung y Jimin estaban sentados en el suelo detrás de la puerta que estaba a punto de abrir. Las emociones estallaron cuando me di cuenta de que Jimin estaba detrás de esa puerta y no estaba a salvo en casa. Gruñí mientras agarraba la gran manija de la puerta y la empujaba con todas mis fuerzas. La puerta se estrelló contra la pared y puse mis manos en puños preparándome para los guardias que esperaba cuando entré. En cambio, vi a Taehyung acurrucado sobre Jimin, sus brazos protegiendo su cuerpo y cabeza de mi entrada. Mis ojos miraron a Taehyung y se movieron rápidamente a Jimin, quien también había levantado la vista y me miraba con los ojos muy abiertos.