Prólogo

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3/1/2019
Hora: 5:32 am
Ciudad de México

Los fuertes truenos me hacían dar pequeños brincos al principio haciéndose más llevadero con el rato, aunque siendo sincera no me molestaría si un rayo me matara de una vez.

Se me escapó una sonrisa al darme cuenta de que tal idea no me desagrada, al contrario, lo veía quizás como alguna alternativa.

Todo mi alrededor estaba completamente desolado teniendo en cuenta la hora y el lugar tan apartado en el que me encuentro, siendo exactos en ningún punto específico que conozca, en sí, no conozco ningún lugar de esta ciudad debido a que esta es mi primera vez visitando a México
¡Y valla que amarga visita!

Dios, puedo palpar el dolor que siente mi pecho en cada esquina apartada de mi, con las manos. Se siente tan mal, duele demasiado. Inmediatamente me encuentro con el sabor salado de mis lágrimas y lo recuerdo, ese día que deseo tanto que volviera:

"- Hey, no llores, sino lloraré también y sabes que no me gusta llorar, me da nauseas el sabor salado de las lágrimas.- dice en una mueca haciéndome sonreír- Ahí esta esa sonrisa.

- Aveces creo que sueltas sal por los ojos cuando lloras- digo en una risita.
- ¿Porque las lágrimas son saladas?- le pregunto con una repentina curiosidad que solo mi hermano podía hacer salir a la luz.

En un segundo, veo como Noah agarra su celular entre las manos y empieza a teclear en el táctil haciendo que por mi parte se ganara una mueca de confusión hasta que dice justo después de un suspiro:

- El componente principal de las lágrimas es el agua, además de proteínas, enzimas y sustancias que contienen nitrógeno. El nueve por ciento de las lágrimas está formado por sal.
- ¿Que...?
- Palabras del todo poderoso- me pone la pantalla justo en mi cara donde dice claramente "Google"

Duele pensar en que solo es un recuerdo que nunca volverá, porque él ya no está, se a ido junto mi alma, y mi vida entera.

Puede que este sea también un final para mi, o quizás un principio.

Buscaría el final del arcoíris, no para encontrar el tesoro en el otro extremo sino, el final.

Yo PuedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora