(Umbrella- Ember Island)
Ava
Pensé a toda velocidad alguna escusa convincente para decirle a mis padres y ninguna me pareció suficiente.
¿Y si le decía la verdad?
¿Y si digo que estaba con Dereck?
¿Ellos sabían que tenía novio?
¿Les importa?
—Yo.. estaba en...—me quedé sin ideas retorciéndome los dedos, nerviosa.
Mis padres me miraban con sus rostros neutros, como si todo esto les importara bastante poco y solo lo hacían para joderme.
—¿Se puede saber que era tan importante para que no fueras a tu trabajo?—insistió mi madre con ese fastidioso tono de reproche.
Agaché la cabeza, odiaba hacerlo.
—Era algo realmente importante— susurré casi avergonzada.
Trevor soltó una risa irónica muy impropia de él, cosa que hizo que pareciera más aterrador.
—Siempre lo es— ladeó la cabeza— Cuando estabas robándome dinero también lo era ¿no?
Sentí mis mejillas calentarse, aún jugando con mis manos.
—Eso es diferente— solo pude decir.
Mi padre se puso de pie, mirándome.
—Sinceramente no me interesa lo que hayas echo, solo te lo dijimos para recordarte que ya no vamos a darte ni un centavo para ayudarte. Ya eres una adulta y puedes pagar tus gastos y, solo te advierto de que no pierdas ese trabajo porque no quiero escucharte suplicar dinero— me repasó con fastidio en su expresión—Aveces, eres como una mendiga pidiendo limosna.
Y sin más, se marchó hacia las escaleras dejándome con un molesto nudo en la garganta.
Tragué saliva intentando desacerme de él sin mucho éxito.
—¿Sabes? Yo tampoco quiero saber lo que hiciste— mi madre se puso de pie— A saber lo que estabas haciendo...
Su mirada de asco dolía más que sus palabras.
—Yo no..— intenté defenderme aunque no me dejó.
—No me extrañaría si fueras una prostituta— dijo mirándome de abajo hacia arriba como mi padre lo había echo antes.
Yo la levanté la mirada hacia ella sintiendo como mis ojos escocían.
¿De verdad eso era lo que pensaba de mi?
—No sé como puedo querer a una hija así— escupió.
Sentí la primera lágrima deslizarse por mi mejilla.
Sus palabras se sentían como cuchillos en mi corazón.
—¿Estás segura de que me quieres?— dije en un hilo de voz, me dí lástima hasta a mi misma.
Amber entreabrió sus labios queriendo decir algo, pero los volvió a cerrar como si no hubiera sabido responder a eso.
Como si no estuviera segura de querer a su hija.
Ese silencio me destruía más que sus palabras de desprecio. Porque mi propia madre no estaba segura de lo que sentía por mí.
Porque la mujer que me trajo a la vida me hizo ver el amor de una madre como una parte más de los cuentos de hadas, como algo irreal. Cuando en realidad era porque ese es un amor que ella no podía darme.
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Yo Puedo
Teen FictionAva Parker, una chica de veinte años con gustos bastantes oscuros y brillantes a la vez, convive entre siniestras sombras a las que tiene que llamar "padres". Ha tenido que obligarse a apagar el brillo que la hacía ser ella para moldearse a otra chi...