Capítulo 14| Hermanos Parker

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(Demons- Imagine Dragons)

Ava

El aire frío recorría mi cuerpo provocándome pequeños espasmos.

Otra vez la luna reinaba dominante en el cielo como la última vez que lo había visto.

Apresuré mis pasos hacia la camioneta negra- a lo chico malo- que se encontraba estacionada a unos metros de mi casa con las luces apagadas.

Lo único que irradiaba luz en este momento era la linterna de mi móvil encendida.

¿Porqué lo había llamado a él?

Todavía me lo estaba preguntado.

Quizás porque Caleb era el único que no se negaba a hacer cosas malas.

Apagué la linterna y abrí la puerta que era casi más grande que yo.

Tomé el asiento de copiloto cerrando la puerta con esfuerzo y... no se veía nada.

Cuando le dí mi dirección y le dije que estuviera lejos de mi casa con las luces apagadas no añadía a las del interior del auto.

Todo estaba completamente oscuro, pero por alguna razón, sabía que estaba a mi lado. Sentado delante del volante.

Silencio.

—Si quieres matarme este es tu momento— murmuré, mirando a mi lado y a la nada en realidad.

Una risa ahogada resonó.

—Sería un desperdicio para la humanidad..— su voz era más ronca de lo habitual, quizás porque hace unos minutos estaba durmiendo.

Pero seguía sin encender las luces.

Maldito Caleb.

—¿No enciendes las luces porque estás desnudo o algo así?— enarqué una ceja como si pudiese verme.

Al instante en que acabé se escuchó un click, encendiendo las luces de golpe.

Y ahí estaba.

Su pelo dorado estaba más desordenado que nunca.

Tenía una clara cara de sueño y aún así, era atractivo.

Su mirada azul estaba posada en mí, a juego con una pequeña sonrisa juguetona, se veía tierno.

Llevaba un jersey gris escondiendo sus tatuajes junto con unos jeans gloriosamente ajustados.

Vale Ava, ¿Puedes parar?

—¿Quieres que me sirva en un plato? es más fácil comer así que con los ojos.— enarcó una ceja, manteniendo su sonrisita.

¡Si será idiota!

¡Claro que no lo estaba mirando!

Solo estaba... viendo la calidad de su asiento.

Eso.

—No te estaba mirando— giré los ojos, mirando al frente enseguida.

—Uh-hum.

Sentía su mirada repasar mi cuerpo. Aveces me frustraba la manera en que lo notaba.

—Bonito jersey— amplió su sonrisa ladeando la cabeza.

Parecía un niño cuando hacía eso, y valla que no lo era..

Lo miré con una sonrisa burlona.

—¿Qué sabor tengo Caleb? ¿O es que con la mirada no sientes el sabor?— enarqué una ceja.

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