—Robin-chan, ¿estás segura de que es buena idea?
—No, honestamente no lo estoy. Pero podría ser la clave para salir de este callejón sin salida. Es por eso que quiero que vengas conmigo.
—De acuerdo, iré. Dame unos minutos para preparar algo para comer y avisarle a los otros.
—Bien, prepararé una libreta por si conseguimos algo de información.
El rubio pensó en que Zoro realmente debía ser muy importante para ella. Y como no solía negarse a las peticiones de sus señoritas, y, aunque no lo admitiera, estaba preocupado por su nakama, se puso manos a la obra, preparó los acostumbrados bentos y la esperó en la cocina.
Una hora después se encontraban caminando por la ciudad, preocupados por lo que pudieran encontrar, pero algo más relajados. El rubio la vio callada, incluso más de lo usual, y se atrevió a preguntarle lo que pensaba.
—Estás muy preocupada por el marimo, ¿no es así?
—En realidad, sí. Kenshin-san no quería irse, hizo todo lo posible por resistir, pero cuando tomaron a Luffy de rehén no hubo otra salida.
—Descuida, Robin-chwan. Seguramente ese tonto escapará él solo, él es bastante fuerte y lo sabes.
—Lo sé —le dio una pequeña sonrisa—. Cuando llegamos aquí, Zoro me dijo que tenía un mal presentimiento. Y la verdad es que yo también. Y no me gusta sentirme nerviosa, supongo que él se siente igual.
—Es de esperarse. Este lugar pone a cualquiera con los nervios de punta. Pero no te preocupes, sé que él saldrá. Y si no puede salir, nosotros lo salvaremos. Estoy seguro de que una vez que Luffy despierte todo se resolverá. Si Zoro se fue es porque confía en nosotros, él debe estar esperándonos pacientemente... O bueno, no tan pacientemente, no olvidemos que hablamos de ese energúmeno.
Ella dejó salir su típica risita.
—Conociendo a Kenshin-san y teniendo en cuenta lo irritado que estaba, probablemente ya ha perdido toda su paciencia. Sé que intentará resistir porque dijo que confiaba en mí para hacer un buen plan, pero seguramente debe estar desesperado por salir de allí.
—Espera, ¿el marimo te dijo que confiaba en tí específicamente? —preguntó, asombrado.
La arqueóloga luchó por no dejar ver un pequeño sonrojo mientras asentía.
—Sí, pero supongo que es porque sólo Chopper y yo estábamos conscientes, y Chopper había entrado en pánico.
—No lo minimices, Robin-chan. Sé que incluso a ese idiota le importas. Más de lo que crees.
—¿A qué te refieres?
—A que él te ve como una nakama valiosa. Ya no es como antes, cuando desconfiaba de ti. él se preocupa por ti genuinamente, creo que te diste cuenta cuando tuviste esa pesadilla.
—Sí... Honestamente me sorprendió mucho. Jamás pensé que Kenshin-san pudiera ser tan... Gentil. Fue un gesto muy lindo de su parte —sonrió para sí misma.
—Él te gusta, ¿no es verdad? —Ella tragó en seco, nerviosa, y se quedó pensando en qué responder, pero él no la dejó hablar. —Lo siento, sé que no eres muy dada a hablar de estas cosas, siento si soy muy intrusivo. Pero realmente pienso que debes sincer--
—Oh, creo que es aquí —dijo ella, aliviada por cambiar el tema—. ¿Seguimos con la conversación más tarde?
—Por supuesto... La puerta está abierta.
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El Rey del Inframundo
FanfictionTras partir de Wano, los Sombrero de Paja se ven asediados por el gobierno e intentan escapar de una emboscada, lo cual los lleva a un oscuro país en el que un culto muy extraño está teniendo lugar, y Zoro parece ser estar en el centro de todo. En...