Tanto Robin y Zoro como Jinbe y Franky observaron atentamente cómo Sanji se elevaba por el cielo con su Sky Walk, hasta llegar a un punto donde casi no podían verlo, y lanzaba a Luffy con fuerza hacia el techo de una patada. El capitán de los Sombrero de Paja lanzó un golpe que creó un agujero en el techo para luego atravesarlo y aterrizar sobre él, donde usó del despertar de su fruta, aunque los demás no pudieron verlo.
—¡Gear Fifth!
Una apariencia mística y el color de su pelo desapareciendo fue la muestra de que estaba listo. Extrañamente animado, Luffy miró a todas partes, intentando ubicar dónde comenzaba la cueva. Para su suerte, las islas no eran demasiado grandes, sino que las tres juntas se acercaban en tamaño a islas pequeñas en las que habían estado, así que logró dar con la entrada de la cueva rápidamente. Usando su habilidad, transformó todo en goma, sosteniéndola fuerte de un extremo y comenzando a correr al lado opuesto, haciendo que los músculos de sus brazos se inflaran para lograrlo. Esto le permitió romper el techo a cada lado y llegar hasta una especie de cordillera que salía del suelo y que le recordó a la Red Line, aunque por supuesto esta era mucho más pequeña, por lo que le fue posible lanzarlo hacia el otro lado, lejos de las islas. Una vez que la gran plataforma de roca perdió las propiedades de la goma comenzó a caer y Luffy se aseguró de atravesarla nuevamente, para no ser aplastado, y terminó por dar un fuerte puñetazo imbuido en haki que destruyó todo.
Los demás miraron, sorprendidos, sin comprender cómo su capitán había logrado aquello, pero no se cuestionaron demasiado. Los escombros caían al agua y a medida que la luz comenzaba a aparecer, los habitantes de las tres islas salían de sus casas, completamente anonadados, mirando el verdadero cielo por primera vez en mucho tiempo. Poco a poco, todos comenzaron a recuperar los recuerdos que se encontraban escondidos en su propia mente a causa de las órdenes de Yukie, por lo que muchos lloraban, consternados y enojados por todo lo que les habían hecho pasar.
En el caso de los niños más pequeños, sin embargo, todos miraban alucinados lo que creían que era un mito. El firmamento se alzaba sobre ellos, con una preciosa mezcla colorida entre morado claro, naranja, amarillo y azul que los dejó más que sorprendidos.
Los sombrero de paja miraban todo, bastante felices de haber logrado completar su plan y conmovidos por la reacción de los niños ante aquel espectáculo natural. Zoro se había sentado en una gran roca, con Robin aún en sus brazos, contemplando el amanecer en un momento romántico.
—Es precioso, ¿no es así? —preguntó ella, y él bajó la mirada, notando su mirada embelesada en el panorama, aún recostada de su pecho.
—Definitivamente es la vista más hermosa —dijo, sin dejar de verla, y al sentirse observada ella también lo miró, sintiendo que su rostro completo se enrojecía. Pensó en hacer algún comentario sarcástico para evadir la tensión, pero el nerviosismo no la dejó pensar. Él lo notó y dejó salir una pequeña risa, aquella timidez poco común en ella le pareció tierna. Decidió dejar de molestarla y volver a mirar el horizonte. —Nunca creí que algo como esto se sentiría tan bien. Quiero decir, siempre que puedo medito y trato de estar en contacto con la naturaleza. Pero sentarme a contemplar el amanecer a simple vista suena un tanto cursi, jamás creí que podría disfrutarlo tanto. Y si a eso le añades estar acompañado de ti... Es simplemente perfecto.
—Lo es —susurró, lo suficientemente bajo para que él lo escuchara—. No es solo la acción de ver el sol salir, sino el significado detrás. Es como ver resurgir la esperanza después de una noche muy oscura. Y tienes razón, tu compañía es muy agradable, Kenshin-san.
Robin lo miró contemplar el amanecer, el naranja renaciente se reflejaba en su piel bronceada y desde aquella posición su perfil se veía definido y varonil, no pudo evitar preguntarse ¿Desde cuándo sentía tanto por él? ¿Cómo era que con sólo una mirada Zoro podía descontrolar todo en ella? ¿Cómo era que podía seguir viva cuando sentía su corazón latir a una velocidad anormal?
ESTÁS LEYENDO
El Rey del Inframundo
FanfictionTras partir de Wano, los Sombrero de Paja se ven asediados por el gobierno e intentan escapar de una emboscada, lo cual los lleva a un oscuro país en el que un culto muy extraño está teniendo lugar, y Zoro parece ser estar en el centro de todo. En...