Lilith: desolación [SIN EDITAR]

La Noche Oscura

Cuenta la leyenda que la furia de Lilith resonó en los cuatro rincones del mundo y sus ecos llegaron a las profundidades del océano. Así comenzó la Noche Oscura, un tiempo en el que las estrellas y la luna se ocultaron entre las sombras.

La tierra misma tembló, los ríos desbordaron sus cauces y los mortales temieron por sus vidas. Algunos narraban que la Noche Oscura duró solo unas horas, mientras otros tejían historias de días largos sumidos en la oscuridad total. Una negrura en la que el hambre, la sed y el dolor quedaron atrás. Durante esos instantes en los que sus ojos quedaron ciegos, solo podían percibir el miedo y la cólera, pero no podían moverse ni emitir palabra alguna. Los seres humanos quedaron atrapados en un silencio ensordecedor, como si estuvieran inertes, hasta que la ira de Lilith finalmente se calmó.

Y cuando los mortales emergieron de la Noche Oscura, juraron haber visto en el cielo dos joyas centelleantes: el zafiro y el citrino. Los ojos de Lilith, que ahora vislumbraban más allá de los límites de la vida y la muerte.