— Es una puta locura — suelto cuando me pongo de pie, tengo el estómago revuelto, un nudo en la garganta y unas inmensas ganas de llorar siguen golpeando mi pecho, no puedo soportar esto
— Mantén la calma, ¿quieres?, esto será temporal hermano — suelta mientras que sigue mis pasos pues yo he comenzado a caminar de acá para allá con desespero
— Lizzy yo sabía, ¿de acuerdo?, yo ya sabía que todo esto sería una posibilidad, pero, es que yo... imierda! — suelto al no poder encontrar las palabras correctas, incluso las primeras lágrimas han comenzado a bajar por mis mejillas
— Tranquilo, oye, no estarás solo, ¿ok?, sólo serán un par de años, tienes la esperanza de zafarte de todo esto, pero debes cooperar ahora y te prometo que estarás de vuelta — prosigue y aprieto los labios al sentir demasiado asco
— Yo... — suelto y termino por correr al baño para vomitar y llorar
[.....]
— Debo ponerlo en alguna zona cerca del vientre — dice mientras que se pone unos guantes y me alzo la camiseta para observar con atención sobre mi mismo
— ¿Que tal aquí? — cuestiono con los dedos un tanto temblorosos, ella observa mi piel, la toca un poco y termina por asentar
— Está perfecto ahí — dice mientras que saca una especie de jeringa larga de una caja, — recuéstate — dice con la mirada puesta en uno de los sillones, obedezco mecánicamente y me tumbo con una almohada en el rostro
Las inyecciones nunca me han dado miedo, bueno, tampoco es cómo que esto sea una inyección cualquiera
Esta porquería, es un método anticonceptivo, según Lizzy, tendrá un efecto de seis años cuando mínimo, así que no importará que suceda sin protección, no habrá peligro de embarazo
Todo estaba tranquilo hace un par de horas, Lizzy me explicaba que efectivamente, ella ha estado en contacto con Alexis desde hace un par de días atrás, ambas han planeado mi escape y si este llegara a fallar, lo mejor será estar protegido con algún método, incluso me enteré de algo que me hizo sentir herido, realmente herido, mis padres intentaron ocultar todo esto a Lizzy, aún que, les daré un par de puntos a mis padres, lo que estamos haciendo es un delito grave y ya saben, el deber de un Beta en la manada es realmente agobiante y todo eso, bueno, al final, terminé por entrar en pánico cuando sentí cerca el peligro de ser follado por un sujeto tan enorme, debo comenzar a tomármelo con calma sin importar qué tan del asco suene todo eso
— Esto te incomodará un poco — suelta y asiento aún con la almohada en el rostro, de pronto siento su toque con una especie de ungüento, después presiona un poco mi piel y pellizca ligeramente, — dime cuando dejes de sentir tanto — agrega y sigue pellizcando por unos momentos
— Creo que ya está... — murmuro cuando siento la zona entumecida y después, un ligero pinchazo, parecido al de una inyección, pero menos doloroso
— Listo — suelta Lizzy y me observo a mi mismo para ver un parche color beige claro en mí abdomen bajo, justo donde sentí el piquete, — comenzará a hacer efecto al cien por ciento en dos días, te vas mañana, así que procura ser cuidadoso — me advierte mientras que se quita los guantes y me siento en el sillón con la vista puesta en mi nuevo parche
— Lo tengo — digo con desgane y mi hermana se incorpora para batir un poco mi cabello y besar mi frente con sutileza
— Todo estará bien, comamos algo juntos, ¿si? — cuestiona y asiento sin mirarla pues mi mente divaga, divaga en el miedo desmedido que sentí cuando pensé en la ligera posibilidad de ser tomado por él
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Omega (+18)
Teen FictionMackenzie desconocía quien era en realidad, hasta que él apareció.