Garren Kenji
— Me importa una mierda Omega, entra a la cama ya — suelto al caminar hacia la ventana de la habitación para cerrarla
— No sé cual es esa estúpida fascinación suya por tratarme como a un niño... — se queja sutilmente, miro en su dirección y me percato de su acto irritado, se quita la sudadera que lleva y se irrita aún mas cuando la camisa debajo de ella se viene también mientras que tira, — maldita sea... — se queja para si mismo con la sudadera tapando su rostro y una de sus manos bajando su camisa, que cuerpo mas delicado tiene, hasta su piel se ve mas sensible de lo normal, me recuerda a la imagen que un chihuahua insípido daría, tan rabioso y malhumorado
— Apresúrate — le ordeno al arrojarle una almohada que se encontraba en el suelo apenas se quita la sudadera, termina con el rostro colorado, me dedica una mirada de molestia y gruñe algo que no alcanzo a escuchar
Termina sentándose en el borde de la cama, sacándose los tenis de los pies con fastidio y quedándose ahí con la vista fija en mi
— La semana próxima entras a la academia, lo sabes, ¿no? — cuestiono al sentarme en un sillón frente a él, el chico solo se mantiene en silencio, con sus ojos acusadores entrecerrados, los labios curvos y el ceño ligeramente fruncido, — hemos hecho una cuartada para que nadie sepa que eres el mate de Gerald — agrego y su ceño de molestia es suplantado por uno que expresa confusión en su totalidad
— ¿En serio? — cuestiona casi de inmediato, incluso recorriendo su trasero sobre la cama para aproximarse mas al borde, — es decir, ¿por que? — agrega ladeando la cabeza
— Bueno, serías mas fácil de cuidar así, solo pasando por un protegido de nuestra manada y dado lo sencillo que sería mantener la mentira, lo hicimos así — respondo y asienta lentamente
— ¿Por que es sencillo?, ¿por que nadie me conoce? — cuestiona y una risa sutil se me escapa, vaya que es inocente
— Por que no llevas la esencia de Gerald en ti, aún no han follado ni has recibido su marca — respondo y aprecio su expresión de incomodidad acompañada de esas mejillas coloradas y manos inquietas, miren eso, desde mi perspectiva siempre va haciéndose el rudo, fingiendo que Gerald no le causa nada, pero debe estar vuelto loco
— De cualquier forma, procura guardar el secreto frente a los demás — aclaro y él asienta, — ya duerme, es tarde — agrego y aún sin mirarme, se acomoda para cubrirse de pies a cabeza con las sabanas, ja, cuando hablo de Gerald, su actitud recia y rebelde se apacigua a una demasiado obediente
Me limito a levantarme, caminar hacia la puerta y a apagar las luces de la habitación, escuchando su corazón acelerado latiendo con bastante fuerza
Salgo de ahí con la imagen de su torso desnudo en mi mente y por poco alcanzo a sentir algo de compasión por el chico, Gerald va a destrozarlo cuando se de el momento, su cuerpo terminará bajo mucha presión cuando el acto suceda, es tan pequeño y débil
— ¿Por que esa cara? — su pregunta me saca del mar de ideas en mi mente y alzo la mirada del suelo, ni siquiera noté en que momento llegué al recibidor
— Solo pensaba en lo debilucho que se ve el llorón — respondo y Gerald asienta ante mis palabras, — deberíamos empezar con su entrenamiento pronto — agrego y él vuelve a limitarse a solo asentar, lo he visto algo pensativo últimamente
Ambos caminamos hasta la salida de la casa y fijo mi vista en mi motocicleta al tratar de disimular mi atención en él, algo le preocupa
— Oye viejo, ¿todo bien? — cuestiono antes de despedirme y él vuelve a asentar, tal parece que no es así
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Omega (+18)
Teen FictionMackenzie desconocía quien era en realidad, hasta que él apareció.