Omega (+18)

En camino

De acuerdo, la situación no podría ir peor, me encuentro a un par de metros de la camioneta en el que se encuentra ese tipo y estoy cubierto de la sangre de Alexis, él podrá olerme y sabrá de quién se trata, ¿me traerá problemas?, no lo sé, pero creo que debería cambiarme antes de entrar ahí

— Oye, dame un segundo — suelto para tirotear de mi brazo, — podría al menos, ¿ir y cambiar mi camiseta? — cuestiono y el sujeto sólo me mira de mala ganas para hacerme avanzar un poco más y abrir la puerta del auto, ahí está ese Alfa

— Viejo, por favor — suelto cuando me sostengo del auto en busca de hacer resistencia ante su fuerza

— Deja de dar problemas — suelta y de un empujón, me hace entrar en la camioneta, al final, termino con el rostro estampado en el muslo del Alfa, muy cerca de su entrepierna, y me retraigo rápidamente cuando escucho un fuerte portazo

Termino por pegar mi cuerpo contra la puerta y permanezco en silencio observando su desinteresada postura, es como si yo no estuviera aquí, mierda, lo he ensuciado un poco con la sangre de Lexi, justo donde mi rostro le tocó, mi vista pasa de su muslo a su rostro y al final, termino mirando hacia mi ventana con el cuerpo pegado a la puerta

Los autos comienzan a moverse y mi vista va hacia mis padres, quienes observan mi partida con miradas difíciles de descifrar, me tan siento insatisfecho con esto, al final, no pude evitar irme y el drama no me permitió disfrutar de mis últimos días en casa, en mi ciudad, como mi familia

Poco a poco vamos avanzando y cuando dejo de ver mi casa, decido apretar mi mochila y acomodarme mejor en mi asiento, la pastilla no sabe a nada, pero es tan seca que comienza a lastimar mi lengua, ya que la tengo debajo de ella, esto es demasiado incómodo

Siento asfixia en un punto muy agobiante, estoy tan nervioso que me cuesta respirar, el aire sale entrecortadamente de mi nariz y por momentos tengo que abrir la boca, pero es que huele mucho a él aquí dentro

Definitivamente, su estado de ánimo cambia toda la atmósfera y de una forma muy drástica, pues hace un momento, podía dirigirle la palabra sin despegar mi mirada de la suya, incluso, cierta curiosidad morbosa me obligó a mirarle y examinar su físico, en cambio, ahora, oliendo todo ese enojo y disgusto de su parte, comienzo a hiperventilar

Desconozco si aún lee su libro o sólo está mirando por la ventana, esto es insoportable

Que incomodidad más desesperante, ¿le molestará aún más mi silencio?, evitar las cosas me hace ver aún más culpable, ¿no es así?, o es que todo está en mi cabeza, que manera más cruel de torturarme a mi mismo

— Lo lamento... — musito nervioso y dirijo mi vista hacia él, aún tiene su atención en ese libro, su postura está igual de rígida que hace un rato y tal parece que pretende ignorarme sin mas, — lamento oler como ella, sé que te molesta, pero si tan solo hubieras visto la situación allá, yo... — continúo y me mira de una forma que no sabría describir, es una molestia palpable, tan intimidante que por poco olvido la humanidad que existe en él, con solo una mirada me obligó a callar muy de golpe, que atemorizante es

— Mi padre la tenía presa ahí y estaba mal herida, sólo quería que fuera atendida, te juro que no pasó más y si huelo a ella, es por que la levanté del suelo — prosigo y sus cejas fruncidas, se arrugan aún más, supongo que me equivoqué, es mejor no decir mas

Mi vista cae al postra pies, me retraigo y vuelvo a pegarme contra el auto para evitar todo contacto visual con él, no sé por qué tuve ese arranque de honestidad en primer lugar, ¿por que rayos quise explicar todo?, ¿tanto me afecta su aroma?