Omega (+18)

Les estuve oyendo

— Arriba, este no es un día libre — suelta cuando sacude las sábanas y me remuevo incómodo, esto no puede ser cierto...

— Es sábado... — me quejo soñoliento

— Y eso significa entrenar — responde de vuelta y por fin me deja sin la sábana que me cubría, abro uno de mis ojos con disgusto y suelto algo de aire por la nariz cuando lo veo acomodando unas prendas sobre la cama, — levántate llorón o me obligaras a traerte la ducha hasta la cama — suelta cuando abre la ventana de par a par, — apresúrate y date un baño, hoy será un día divertido — me asegura antes de salir de la habitación y suelto un suspiro al poner una almohada en mi rostro, casi no dormí anoche

Y el problema no fue insomnio precisamente, fue mas bien cierto visitante inoportuno que irrumpió en mi sueño a altas horas de la madrugada

Fue curioso, pues pude sentir su olor cuando aun no se escuchaban sus pasos por las escaleras, la cosa es que me sentía tan cansado, que decidí seguir en lo mío cuando pasó por la puerta, pasaron unos minutos en los que él caminaba, movía cosas y de un momento a otro, pude oír la regadera, después fue su aroma el que captó mi atención, olía demasiado bien, tanto que desperté de forma abrupta con mas de baba de lo usual en mi boca, miré ceñudo entre la oscuridad y mis fosas nasales se abrieron un poco mas de lo normal cuando lo percibí, esas eran sus feromonas, se esparcían por toda la habitación, inundaron el aire y tan pronto noté lo que hacía, me adentré un mas en las sábanas con algo de bochorno gracias a cierto bulto en mis pantalones, Gerald parecía estar jalándosela en la ducha, a solo un par de metros de mi, no pude contener los agitado que estaba mi corazón y me pudría el orgullo, por que estaba seguro, él escuchaba 

Pasó mas de lo que hubiera esperado y para ese momento, mis ojos estaban bien abiertos, solo pude permanecer tirado en la cama con la mirada fija en el techo, incluso entré en calor, la fatiga me llegó y para cuando él salió del baño, mi respiración ya se escuchaba agitada, mi cuerpo estaba caliente y por mas que lo buscara, controlar mi erección no me fue posible

— ¿Sigues despierto? — cuestionó cuando se acercó con solo una toalla rodeando su cintura, me miró desde arriba y yo fijé mi vista en él con algo de irritabilidad, — ¿tienes insomnio? — agregó cuando puso una de sus manos en mi mejilla y me removí hasta meter mi rostro en las sábanas, el tipo no tiene ni un pelo de idiota, era obvia la situación ante sus ojos, sabía que estaba agitado debido a él, pero vamos, que hablamos de Gerald, al sujeto le gusta jugar a no entender la situaciones que él mismo provoca 

Lo escuché caminando por ahí, después la cama se movió sutilmente y al final, le di la espalda pues su olor no hacía mas que intensificarse, parecía ser que su momento con él mismo no le había funcionado en absoluto, era obvio que su deseo no había disminuido ni un poco, aunque todo era contenible para mi en ese momento, podía mantenerme en raya aun cuando mi verga estuviera tan dura como una roca, pero entonces pasó, él abrió su boca y soltó el comentario más inoportuno que pudo escupir con la tensión sexual que se respiraba en el aire

— Si tenemos hijos, quiero que se parezcan a ti — dijo y mi corazón se disparó de forma abrumadora, sentí nervios y hasta algo de nauseas debido a lo extraño que me hizo sentir pues pensé en lo que se debe hacer para concebir y la imagen de su cuerpo sobre el mío se proyectó en mi mente, de pronto me quité la sábana de encima y me senté con la vista fija en las sábanas, ya no oculté mi erección, digo, de cualquier forma el podría oler mi deseo 

— ¿Te parece divertido? — solté un poco frustrado y aquí debo aclarar algo, sé que él no tiene la culpa del todo, es un provocador en toda la extensión de la palabra, pero para mi, solo hace falta olerle de forma sutil para sentir la necesidad de eyacular, mi frustración sexual se ha extendido durante mucho tiempo al no tener el contacto necesario con alguien, en ese momento sentí que me consumía desde adentro