— ¡No por favor, por favor Gerald, estás lastimándome! — exclamo del dolor, removiéndome debajo de él y llorando amargamente
Siento que mi corazón explotará, jamás tuve tanto terror antes, pues apenas soltó esas palabras, me arrastró de nuevo hasta la repisa de madera y me contuvo ahí mientras que despedazaba mi bóxer con sus dedos, me obligó a abrirme de piernas y me sometió con una sola de sus manos para comenzar a meterlo sin importarle mis suplicas del dolor
— No me dejas avanzar mas que esto — se queja al empujar y frunce ligeramente el ceño al mirar su verga en mi entrada, entonces se inclina hasta enfrente y deja salir algo de baba
— Gerald no, por favor, no lo hagas... — suplico entre llantos, él ignora mis palabras y termina pasando sus dedos por mi entrada, llenándola de su saliva y obligándome a echar la cabeza hacia atrás
— Debes relajarte — suelta al poner su mano libre al rededor de mis mejillas, humedeciéndolas de baba, — lo digo por tu bien — agrega al presionar la zona con rudeza, — verte llorar solo me pone mas duro — continúa y me remuevo por ser soltado, pero vuelve a presionar y su verga comienza a abrirse paso en mi interior, obligándome a soltar un quejido del dolor
Retrocede y vuelve a entrar con mas rudeza, mi grito desgarrador invade el silencioso lugar y vuelve a presionar, entra aun mas y sale por completo para volver a escupir en mi, mi cuerpo tiembla sin control y mis sollozos emergen de mi interior de una forma devastadora, no imaginé que podría doler mas de lo que dolió antes, Gerald vuelve a entrar en mi y de una sola estocada, termina de encajarlo, un grito sofocado se atora en mi garganta y por unos segundos, el aire deja de pasar a mis pulmones, mi vista se pone borrosa, Gerald lo empuja mas que antes y mis ojos se achican cuando siento que la inconciencia está cerca
— Ni te atrevas a pensarlo, no quiero que duermas — se queja al salir por completo y todo el aire retenido en mi interior sale en un quejido inaudible, Gerald me suelta y me quedo tumbado sobre la repisa, respirado erráticamente, sollozando a voz ahogada, sintiendo que me doblaré del dolor, pero inerte debido a mi instinto, — ya, relájate, apenas estamos comenzando, te acostumbrarás al tamaño — agrega cuando se inclina en el piso y se levanta con los trozos desechos de su camisa y la mía
Me pone boca abajo, pasa mis brazos a mi espalda y comienza a atarlos con fuerza, después me pone de lado y coloca un trozo de tela sobre mis labios, me amordaza, acaricia mi cabello y me pone de nuevo poca arriba hasta aproximarme al borde de la repisa, por favor que se detenga
Se escupe a si mismo y restriega la saliva con su mano cuando me abre de piernas, entra en mi sin cuidado alguno y el vaivén toma ritmo ante mis quejas suprimidas, me toma de la cintura y sigue empujando, cada vez con mas profundidad, impulsa su pelvis, me embiste con rudeza y me mira con una sonrisa de labios cerrados desde arriba, triunfante, casi podría decir que lo hace con grandeza, complacido del acto que realiza sobre mi, mientras que yo solo puedo mirarle con los ojos inundados en lágrimas, retorciéndome del dolor, mareado del malestar e imposibilitado en huir por el terror, incluso el dolor en mi tobillo roto pasa a segundo término con esto
[...]
Ha pasado mas de lo que quisiera admitir, apenas y puedo soportarlo, pues ya me ha tomado en cuanta pose ha querido y el muy hijo de puta se las arregla para mantenerme despierto, impide que caiga en la inconciencia, casi no puedo respirar, me siento brutalmente herido en mis zonas bajas, la espalda me está matando por la fuerza con la que me enviste y mantener los ojos abiertos me está costando un culo, si llego a cerrarlos por mucho tiempo, él aumenta la velocidad y por ende, el dolor me despierta de golpe
El sol ha perdido algo de intensidad y eso solo puede avisarme que ya estamos a horas avanzadas de la tarde, no exageraría si dijera que llevamos más de seis horas en esto, y es demasiado aterrador, pues desde hace unos horas que he olido mi propia sangre, de seguro que me ha desgarrado, ha eyaculado tres veces en mi interior y decir que mi estomago se sintió lleno de una forma desagradable, es decir poco, sus penetraciones no se detuvieron aun cuando me inundó de su semen y estuvo de la mierda pues sus propios movimientos fueron sacando sus fluidos de mi interior, estoy hecho un desastre
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Omega (+18)
Fiksi RemajaMackenzie desconocía quien era en realidad, hasta que él apareció.