Unos ligeros movimientos me hacen fruncir el ceño, eso duele un poco, se sienten como tirones, no, más bien como presión, ¿que diablos sucede?, ¿cuando fue que me quedé dormido?, intento abrir los ojos y sostengo lo que sea que me toca en la cabeza, percibo unas manos
Mis ojos se abren lentamente y me veo tendido boca abajo en una cama, parpadeo un poco y lo escucho bufar, no reconozco el lugar
— Quédate quieto, ya casi termino — creo que conozco esa voz, alzo la cabeza y cuando le veo con un algodón en la mano, que huele a alcohol, me remuevo un poco al intentar incorporarme, ¿que está haciéndome? — hablo en serio, estoy por terminar, sólo espera — se vuelve a quejar y saboreo con mi boca, tengo sed, alzo una mano en su dirección y cuando vuelvo a sentir la suya, él suelta un golpe brusco en la mía, supongo que resistirme no ayudaría, ni siquiera puedo ver con claridad
Después de unos minutos en los que mi vista comienza a percibir mi al rededor con mas claridad, el tipo que según recuerdo, se llama Dalton, pasa un pañuelo sobre mi rostro en busca de limpiarlo, ¿por que hace eso?, ¿que mierda pasó?... ¡verga!
— ¿Cuanto tiempo pasó? —exclamo a la vez que me levanto de forma abrupta, causando un sobre salto en la delicada silueta detrás del tipo, supongo que es Charlotte, un intenso dolor en la cabeza me hace entre cerrar un ojo y me miro a mismo con otra sudadera que no es la mía, vuelvo mi vista al tipo y frunzo el ceño al sentirme algo mareado
— Solo tres horas — responde áspero y me contraigo sutilmente debido al aroma de la chica, necesito moverme, cada minuto que pasa es tener a Gerald aún mas cerca
— Debo irme — suelto y saco mis pies de entre las sabanas, vaya, hasta se tomaron el tiempo de quitarme los tenis y echarme varias frazadas encima, para meter mis pies en mis converse con la sensación de ser observado por un par de seres desconocidos, no se ven como desquiciados, pero me intriga pensar en, ¿que diablos hacen en las zonas libres?, todos tienen motivos fuertes para el exilio
Ato mis agujetas y veo de forma rápida a la tal Charlotte de pie detrás de su hermano, con las mejillas coloradas, ligeramente sudada y apretando el brazo del tipo en señal de lo que creo es pena, la forma en la que se aferra a él, me recuerda a la forma en la que Lexi me tomaba del brazo al caminar juntos, al menos en esas poca ocasiones
— ¿A donde piensas ir? — cuestiona el sujeto cuando me pongo de pie y busco mi mochila con la mirada, repasando el lugar y siempre llegando hasta esa chica que me mira curiosa desde la espalda del tipo, incluso percibo como olfatea en mi dirección, supongo que su celo aún es intenso
— Necesito alejarme mas de la carretera que se encuentra a un kilómetro aproximadamente — respondo cuando por fin veo mi mochila, estaba sobre un silla en la esquina de la habitación, camino hacia ella y saco un par de inhibidores para la chica, los extiendo frente a ella y esta solo me mira con los ojos ligeramente soñolientos, creo que comienza a entrar en calor de nuevo
— Tómalas o volverás a sentirte como antes — suelto y Dalton es quien las toma para después, detenerme, sosteniendo mi antebrazo, ¿ok?
— ¿Tienes algún mapa, conoces la zona o hay alguien que pueda ayudarte? — cuestiona y tiro ligeramente de mi brazo, su tacto es incómodo para mi, ¿que le pasa a este sujeto?
— Bueno, eso no te incumbe... — suelto con algo de bochorno al postrar mi vista en su mano sobre mi, sus dedos ejercen un poco mas de fuerza y aprecio como frunce ligeramente el ceño antes de soltarme casi por completo
— Mi hermano solo, quiere, quiere agradecerte lo que has hecho por mi... — la frágil voz de la chica llama mi atención y el tipo por fin me suelta, está vez evadiendo la mirada
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Omega (+18)
Teen FictionMackenzie desconocía quien era en realidad, hasta que él apareció.