Buenos Aires, Argentina
2011
Mauro cargó con ella sobre su cadera hasta la pieza. Cerró la puerta con el pie, solo por si acaso alguien decidía aparecer, que no los vea. Aunque en ese caso, iban a estar en problemas de todos modos, debido a que dejaron sus ropas olvidadas en el piso del salón, junto al sofá.
Una vez allá, depositó delicadamente a Anastasia sobre el colchón. Se quedó parado frente a la cama mirándola, solo por el simple gusto de contemplarla un instante, medio desnuda en su cama. Ella no se cubrió en absoluto, de modo que tuvo unas excelentes vistas de Anastasia retorciéndose ligeramente, haciendo crujir el colchón, con sus pechos al aire y su hermosa piel visible. Aquella era una imagen que no olvidaría nunca, quedaría grabada en su retina por siempre.
—Mauro —cuando ella lo llamó con voz melosa, él subió a la cama para hacerle compañía.
Puso una pierna a cada lado de su cuerpo, sosteniéndose con las rodillas, y luego se inclinó hacia ella en cuatro, colocando sus manos planas junto a su cabeza.
Agachó la cabeza lo suficientemente cerca como para besarla. Sentía que podría besarla hasta quedarse sin aliento y, al parecer, era mutuo.
Anastasia enroscó sus piernas en la cintura de Mauro, elevando así sus caderas. Sintió una mano trasladarse a su espalda baja, para sostenerla justo ahí. Sintió que se besaron y rozaron por horas hasta que no pudo aguantar más las ganas. Necesitaba más.
Estaba segura, quería dar el siguiente paso. Llegar al otro nivel. Si con alguien quería que sea su primera vez, si con alguien estaba lo suficientemente confiada y segura que no la iba a lastimar, que la iba a respetar y procurar que ella también disfrute, si amaba lo suficientemente a alguien en el mundo como para entregarle su virginidad, sin ningún tipo de dudas ese alguien era Mauro.
Sintió que sería algo hermoso que ambos perdieran la virginidad juntos, si era lo que él quería también.
—Mauro... —acarició su nuca suavemente, con mimo y delicadeza.
—¿Mh? —él parecía estar demasiado ocupado prestándole toda la atención y dedicación a su cuello. Sin duda aquello dejaría marcas después.
—¿Quieres...? —de pronto, no sabía cómo continuar.
¿Cómo se suponía que le decías a alguien que querías terminar lo que empezaron? ¿Llegar hasta el final? ¿Cómo iba a decirle a Mauro que quería tener sexo con él?
Ante el silencio, él se retiró de su escondite y la miró. Anastasia nunca antes lo vio tan lindo, y eso que ella siempre consideró que Mauro era un pibe lindo. Pero ahora tenía el cabello todo alborotado a causa de ella, el rostro ligeramente sonrojado por el calor y el esfuerzo, los labios tan hinchados como nunca antes los tuvo por una sesión prolongada de besos, saliva y mordiscos.
—Me preguntaba si vos, tal vez, no sé... —habló nerviosa, a lo que él rio ligeramente.
—Es extraño verte en una situación en la que no tenés las palabras perfectas para decir —se burló con cariño, apartando mechones de su largo cabello de su dulce rostro.
Con una ligera sonrisa, golpeó su pecho con algo de fuerza, logrando que él retroceda durante una fracción de segundo para luego regresar a la misma posición que antes, y arrancándole una pequeña carcajada.
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Corazón vacío ~ Duki
Fanfiction"Corazón vacío"' story. Historia corta con capítulos mayoritariamente cortos. Historia terminada en borradores, con lo que las actualizaciones serán bastante seguidas y la historia ya está concluida. ↠Intento de lenguaje argentino. ↠No se aceptan co...