Día 1: Mordida

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Izuku y Katsuki eran grandes amigos desde que tenían uso de razón, pero cada agradable recuerdo se tornó oscuro a la hora en que recibieron los papeles de sus subgéneros correspondientes, los cuales tuvieron que hacérselos 2 años más tarde que el resto, pues Deku aún no lo había manifestado y para Katsuki ya era un hecho de que su amigo sería un simple beta.

Vaya gran equivocación.

Los papeles que sostenía fueron arrugados entre sus manos mientras miraba el resultado sin poder creerlo.

ALFA RECESIVO

--No -dijo en un susurro que llamó la atención de los presentes- No, esto... Debe de haber un error. ¡Yo no puedo ser esta mierda!

Gritó con dolor, pues sabía que iba a ser un maldito Alfa, pero no de esta manera.

¡Un recesivo es igual que nada!

--Kacchan, ¿Qué pasa? -preguntó preocupado antes de ver la prueba y comprender la situación, por lo que trato de esconder las suyas- Tranquilo, pude ser alguna equivocación. Tal vez si te vuelven a analizar...

--No hay ningún error -dijo serio el hombre de bata que estaba frente suyo- El joven Bakugo es un Alfa recesivo y usted un Alfa dominante.

Al escuchar eso, Katsuki apretó sus puños antes de ver al pecoso con enojo por haberle "Arrebatado" lo que le correspondía.

El temor pasó por el rostro del pecoso al ver como el otro bajaba la cabeza mientras su parche cambiaba de color al retener muchas de sus feromonas.

--Vámonos a casa -su voz sonaba más ronca y eso no era nada bueno.

--Ehm... Sí. Bueno, gracias doctor -dijo antes de salir detrás del rubio, quien aceleraba su paso cada vez más hasta salir del hospital.

Katsuki no entendía nada, él siempre se mostró como alguien fuerte, un líder nato como cualquier Alfa dominante, pero ahora todo su mundo se ha derrumbado.

Jamás debió pisar ese consultorio.

--Kacchan ve más lento -dijo el pecoso mientras corría para alcanzarlo hasta tocarle el hombro recibiendo un gruñido como respuesta.

--¡No me toques miserable intento de Alfa! -gritó mientras sus ojos se ponían de un rojo intenso- Como es posible que tú seas un maldito Dominante cuando deberías de ser un Beta u Omega! Todo sería más fácil. Pero lo arruinaste.

El clima oscureció para dejar caer gotas de agua que se camuflaban con las lágrimas del rubio.

--Ahora entiendo por qué ese pequeño olor a roble que tenías me fastidiaba tanto y no era ningún puto perfume -no disimulo cuando lo miro de pies a cabeza con desagrado- MALDITO, DEBERÍA SER YO!! SOY MEJOR QUE TÚ EN MUCHOS ASPECTOS.

Ahora, ¿Qué se supone que les diga a los demás si preguntan? ¿Qué resultó ser un maldito alfa recesivo? No, ni muerto.

Y para colmo su grupo querrá ver la hoja del resultado médico.

La cabeza del cenizo era un completo lío, se negaba rotundamente a aceptar lo que era.

Quería despertar ya de esa pesadilla.

--Entiendo tu molestia, y a mí también me sorprendieron mis resultados porque al igual que tú, pensé que era un Beta. -dijo con voz calmada- Pero era más que obvio.

Un gruñido se escuchó, pues el pecoso sonreía de forma victoriosa.

--¡IDIOTA! -de un solo puñetazo Izuku cayó al piso mientras sus ojos se dilataban por la ira- Ja, un Alfa que no puede defenderse es completamente inútil para la sociedad.

El rubio comenzó a caminar, pero cayó de lleno al piso al ser derribado por el contrario quien no pudo controlar la intensidad con la que salían sus feromonas ahogando al rubio quien tuvo que tapar su nariz.

--¡¿Quién es el inútil ahora?! -dijo mientras se limpiaba la sangre de su labio.

La impotencia del rubio era palpable en cuanto se hizo bolita en el suelo, preocupando al peliverde, pues no era común verlo así.

--Lo siento Kacchan -se arrodilló para quedar a su altura- Tía Mitsuki debe haber llegado, vamos.

--No quiero -dijo en voz baja- Tú mejor que nadie sabes que se burlará de mí. Deku -dijo mirándolo a los ojos- Intercambia tus resultados conmigo.

--¿Qué? No servirá de nada -dijo algo sorprendido- Tus feromonas...

--¡Es que no puedo decir lo que soy!

--Kacchan... -quiso decir algo, pero el otro era insistente.

--Por favor, mierda, te lo estoy rogando, seré el hazmerreír de todos.

--... -no estaba del todo seguro de por qué aceptó, pero ya estaba. A ojos de todos, él tenía que ser un Alfa recesivo, por lo que tuvo que aprender a controlar sus feromonas y Katsuki tendría que ser un dominante, aunque usaría un parche para que su débil aroma no lo delate.

En la academia su grupo se alejó de él para ir con el rubio, quien presumía sus resultados ante todos.

Pero no todo podía ir de maravilla, pues en menos de una semana el rut del pecoso llegó y no había nadie en casa, solo un rubio que iba llegando con sus cosas para ir a la UA.

--Mierda -dijo cubriendo su nariz, pues sabía por el fuerte olor lo que pasaba- Deku, abre la puta puerta -dijo mientras golpeaba repetidas veces- ¡Deku!

Busco otra forma de entrar teniendo que trepar a la ventana para comenzar a correr hasta el cuarto del pecoso donde lo encontró tirado en el suelo.

--Carajo, dime qué hay supresores -busco por todos lados sin éxito alguno así que él tendría que ir a comprarlos- Ven, tienes que sentarte, idiota.

Pero antes de que lo tocará pudo sentir un dolor en su espalda al ser tirado con brusquedad.

Era bien sabido que dos Alfas no podían estar en el mismo lugar porque sus lobos entrarían en una guerra por defenderse y más si uno de los dos entraba en Rut porque querrá doblegar al otro.

El pecoso estaba fuera de sí, cuando lo acorralo contra el suelo para gruñirle con fuerza, asustando al contrario quien no se dejó y comenzó a removerse hasta darle una patada en sus partes bajas.

Ambos estaban en alerta, pero Deku por ley era más fuerte, así que Katsuki no podría darse el lujo de ser atrapado por él.

--¡Maldita sea, Deku, reacciona!

Media hora se la pasaron dándose golpes y rasguños, ya estaban malheridos, pero quien se llevaba la peor parte fue el rubio, quien no podía moverse por las pesadas feromonas del pecoso.

--No te dolerá -pronunció antes de abrir la boca para encajar sus colmillos en la glándula de aroma del otro Alfa, quien pego un grito de dolor mientras su instinto se negaba a ceder ante el otro.

Su lobo quería quitárselo de encima, pero solo conseguía más dolor en esa mordida que le ardía como el infierno.

--D-Deku~ -su voz salió más aguda al sentir la erección de Izuku chocar contra la suya.

¿En qué momento se pusieron así de duros?

El gruñido que escuchó lo hizo estremecer.

--No debiste haber venido, Katsuki.

ContraNatural (DkBk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora