Día 3: Contacto

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Su cuerpo no reaccionaba, su respiración era sonora y un fuerte deseo por ser tocado por él apareció de repente, no de manera sexual, pero necesitaba de su contacto urgentemente.

Su lobo lo pedía a gritos.

--Hola -saludo el peliverde mientras mantenía su distancia.

El rubio no iba a ceder ante el absurdo pedido de su parte animal.

--Tsk, largo de mi camino escoria! -sus piernas comenzaban a ponerse débiles y eso era una mala señal, por lo que tuvo que retomar su camino al salón de clases lo más rápido posible, pero su intento de huida fue frustrado por el otro Alfa que lo tomó del brazo haciendo que una pequeña corriente pase por su cuerpo tranquilizándolo al instante antes de caer en un tipo de ensoñación muy relajante, tanto, que quería más de ese cálido tacto.

--¿Puedo tener cinco minutos de tu tiempo? -dijo el Alfa verdoso, pero no recibió respuesta alguna.

--...

--¿Te encuentras bien Kacchan? -preguntó al voltearlo y ver su mirada perdida- Dime algo, no me asustes.

--Cálido... -dijo mientras suspiraba y se quitaba el parche que impedía que sus feromonas salgan- Déjame oler las tuyas.

Izuku estaba sorprendido ante esa petición, pues Katsuki se estaba comportando como un Omega a punto de entrar en celo.

--Kacchan, no puedo hacer eso, para empezar está prohibido retirárselos en horarios de clases y en segunda... Lo más probable es que mi aroma quede impregnado en ti. Y desde el día en que te fuiste de mi casa en lo único que pienso es en... Ah, me matarías si te lo dijera.

--Sé lo que quieres -dijo con una sonrisa mientras lo abrazaba- Aunque no creo que a él le guste la idea de tener otra marca tuya.

Al escuchar eso, Izuku se separó para ver los ojos del rubio de un intenso color dorado característicos de las partes animales.

--Y tampoco la tendrás fácil conmigo, pero ahora necesitó de tu calor.

Estaba a punto de besarlo cuando el pecoso se lo impidió.

--No -ante esa negativa el lobo de Katsuki gruñó- No puedo hacer nada si no estás consciente.

--Jaja, ¿Y tú si puedes? -habló con algo de molestia y burla- Hiciste que sea tu esclavo y ahora me desechas? -un pequeño lloriqueo se escuchó antes de sentir ese cambio brusco en las feromonas del cenizo- ¡Maldito hijo de perra!

Su color normal volvió, ya que el lobo de Katsuki estaba dolido.

--¡No quiero que me vuelvas a dirigir la palabra, imbécil! -fue lo último que dijo antes de empujarlo y correr a los baños.

Necesitaba echarse agua a la cara y volver a colocarse otro parche para impedir que sus feromonas delaten la posición tan lamentablemente donde se encuentra en la cadena de su casta.

--¿Qué mierda paso ahí?

No podía recordar nada, solo que despertó en los brazos de ese idiota con un pequeño dolor en el pecho.

No sentía a su parte animal que era lo más raro en todo eso y para rematar su cuerpo le pedía algo que no sabía lo que era.

Se vio al espejo un buen rato antes de ir a su salón donde transcurrió el día con normalidad... Si no fuera por esa bendita ansiedad que no lo dejaba en paz.

Ya estaba harto de escuchar por golpeteos que hacía inconscientemente con su pie.

--¿Bro? ¿Estás bien? -preguntó el beta pelirrojo que se sentaba detrás de él.

--Maldición. ¡CÁLLATE KIRISHIMA QUE NO VEZ QUE ESTOY PERFECTAMENTE BIEN!

Después de eso nadie más se atrevió a molestarlo, ni siquiera el resto de su grupo.

Estaba muy irritable e Izuku sabía que era por la pequeña conversación que tuvo con su lobo.

ContraNatural (DkBk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora