➳ octavo capítulo [segunda parte]

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La parrillada llegó muy rápido para el gusto de HoSeok, quien no tuvo más opción que ir y de paso llevar a JiWoo, su hermana mayor, quien no dejó de insistirle hasta estar dentro de su auto nuevo. El pelinegro no estaba seguro de presentarse, pero TaeHyung le había escrito al privado esa mañana para decirle que sus hijos estaban emocionados y querían verlo llegar lo más pronto posible.

— ¡Wow, no sé qué tan grandes estén los niños! — JiWoo seguía viendo su teléfono, en donde tenía fotos antiguas de sus pequeños sobrinos. La chica no había tenido hijos hasta el momento y tampoco planeaba casarse muy pronto, a pesar de tener una relación muy estable con un hombre de negocios, por lo que sus sobrinos eran lo más cercano a la maternidad. — La última vez que los vi Hyesun tenía apenas un añito.

HoSeok mantenía la vista en la carretera, deseando poder demorarse aun más, aunque estuvieran entrando ya a la calle de TaeHyung. El hombre realmente estaba algo ansioso y tímido por todo lo que iba a ocurrir y lo que obviamente incluía a sus hijos.

— ¡Ya los quiero ver! — seguía igual de emocionada la mujer, sonriendo de lado a lado mientras agregaba un álbum más a su galería para las fotos que iba a tomar ese día.

Apenas alcanzó a estacionar el auto cuando JiWoo salió corriendo de este, con toda la intención de ir en búsqueda de sus sobrinos. HoSeok, por su parte, se tomó su tiempo, incluso se tardó demasiado en sacar las compras que había hecho aquella mañana, pues no pensaba llegar con las manos vacías a una parrillada en la cual iban a estar sus ex suegros y la actual pareja de TaeHyung.

Iba ingresando a la casa, la cual tenía la puerta abierta, pues al parecer JiWoo había avisado que él estaba llegando detrás de ella, cuando Soobin corrió hacia él, gritando "appa" con todas sus fuerzas, lo cual al parecer llamó la atención de Seolhyun, quien también apareció detrás de su hermano a los segundos.  HoSeok los recibió con los brazos abiertos y dejando las bolsas en el suelo.

— ¡Papá, te he extrañado! — gritó eufórica la niña, como si HoSeok no pudiera escucharla.

— ¡Yo también! — le gritó por igual Soobin, ambos queriendo dejarlo sordo, pues ahora que los tenía cargando a cada uno con un brazo, estaban más cerca de lograrlo.

— ¡Yo les sigo ganando! — gritó JiWoo, llegando con Hyesun en brazos, y solo en ese momento HoSeok pudo darse cuenta de lo que estaban haciendo sus hijos. Al parecer habían entrado en algún tipo de competencia absurda que su tía les había propuesto, ya que no era la primera vez que JiWoo jugaba de esa manera con sus hijos, ni tampoco sería la última, pues todos sus juegos consistían en competencias bobas o absurdas que los niños por alguna razón adoraban.

— Hey, me van a dejar sordo. — advirtió el pelinegro, mirando a su hermana en el proceso, pues al ser ella la adulta tenía que comportarse como una.

— ¡Igual yo gano! — gritó JiWoo, sacándole la lengua a HoSeok y corriendo con Hyesun en brazos, quien parecía divertirse mucho con las expresiones y ocurrencias de su tía, ya que estaba riendo y dando pequeños gritos.

Soobin y SeolHyun se miraron y de inmediato comenzaron a patalear para que su padre los bajara, lo cual hizo rápidamente, pues temía que sus hijos se le cayeran de los brazos. Los niños salieron corriendo en dirección de JiWoo apenas tocaron el suelo, dejando a su padre completamente confundido y sobre todo, solo, lo cual claramente no quería estar en ese momento, justo en ese momento en el cual MinJae se le iba acercando con esa gran y perfecta sonrisa.

— ¡Hey, hermano! — le saludó el mayor, levantando su mano para así chocarla con la de HoSeok. El pelinegro le sonrió por igual y correspondió a su saludo, el cual creía que era muy juvenil para un hombre de treinta y dos años.— JiWoo me dijo que te ayudara con las compras.

Buenos padres ➳ HopevDonde viven las historias. Descúbrelo ahora