Capitulo 20 La locura Black

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Sirius miraba a su ahijado dormir en un sofá que cuidadosamente Snape había preparado hace unas horas, por un momento Snape le había planteado llevarlo de vuelta a Howarts, pero Sirius le rogó que lo dejara que podía dormir donde lo vieran además Gringotts era un lugar seguro de muchas formas y el deseaba verlo por más tiempo aunque fuera durmiendo Snape acepto de mala gana y se fue a llamar a Remus y a Corvus mientras el pasaba un rato con Harry.
Sirius analizaba la pequeña figura de Harry sabía que había tanto por hacer tantos cumpleaños que debía reponer el cumpleaños número 12 de Harry lo celebraría por todo lo alto incluso llamo al duende que maneja la finca Black para que le dieran los anillos Black pues debía darle a Harry el de heredero para su protección si bien ya tenía el de los Potter el anillo de herencia de los Black tenía protecciónes contra magia oscura de alto nivel uno no podía ser demasiado cuidadoso y menos con ese loco de Voldemort o Peter Petigrewt por ahí sueltos no dejaría la protección de Harry al azar pensando en cosas más positivas debía idear cuánto aumentar su estipendio mensual y comprarle el último modelo de escoba después de todo el había heredado la habilidad de James en el vuelo comprarle otro guardaropa digno de un heredero de dos casas antiguas juguetes magicos viajes de vaciones había tanto por hacer tanto por darle a Harry, el tendría lo mejor se lo merecía nunca en su vida volvería a ser lastimado ni carecer de ninguna forma.
Sirius aún sentía la irá hirviendo en su piel por los recuerdos que presencio hace un rato solo el agotamiento y la poción calmante que Severus le dio evitaba que su magia se desbordara de lo enojado que estaba con esos muggles tal vez sería una buena idea seguir los pasos de su prima Bellatrix y sacar alguno que otro buen hechizo del grimorio familiar había tanto potencial en tortura que su único problema era saber con qué empezaria no quería que la diversión terminara pronto y esos muggles le debían tanto demasiado pagarían cada año con creces para matarlos al final del onceavo como un lindo regalo sus pensamientos homicidas fueron detenidos por la tímida voz de Remus

-Hola Sirius yo no sé cómo empezar lo siento tanto yo no sabía si lo hubiera sabido además tu me habías alejado asumí que sospechabas de mi y luego paso todo y no tuve el valor yo no se si tú podrás disculparme por todo lo sucedido yo solo...

Sirius lo miro y con una voz fría y desprovista de emociones lo interrumpio,

-Cállate Remus ya no hables más siempre eres así especialmente temeroso de todo, de que no fuéramos tus amigos, de que la gente te aleje por ser un lobo, de que no te amen lo suficiente, que necesitaba hacer por Morgana, nos volvímos animagos por ti, mi madre me borró del tapiz, cuando supo de mis aventuras contigo por considerarme un asqueroso que se revuelca con sucias bestias y no me importo por que te amaba pero solo tuvo que pasar un mal momento y tú saliste corriendo a deprimirte y llorar por diez putos años, se que cometí errores se que casi hice que te mataran por lo de Snape pero estaba molesto me deje llevar por la irá y los celos, de que por alguna extraña razón ese año empezaste a hablar de el, fuiste especialmente molesto con que debíamos ser civilizados y me cegue fui infantil eh idiota y James y Lily me lo reprocharon, por todo lo que resto del curso escolar, pero joder madure lo deje por la paz, me declare, te prometí amor eterno y tu respuesta fue hablemoslo después de la guerra y cuando acabo tú ni por un jodido segundo dudaste de mi culpabilidad ni por un momento tomaste un poco de tu tiempo de autocompasión y fuiste a apelar por mi, eres un imbécil Remus no me vengas con una disculpa ni esperes un perdón en lo que a mí respecta se terminó, no te tienes que preocupar no te dejaré morir, seguiré siendo tu amigo pero eso es todo y solo es porque James quería de última voluntad que fueras parte de la vida de Harry y se que puedes enseñarle mucho pero hasta ahí llegará toda nuestra relación así que dejate de disculpas estúpidas y veamos que haremos ahora-.

Remus lloraba en silencio mientras se sentó en un sofá y su lobo lo recriminaba de forma interna ahora había recuperado un amigo pero perdido a su pareja todo por sus dudas y miedos.

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