Capitulo 38

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—¡Los he tirado todos!—Grite euferica —¿¡Lo has visto Máx!?

El,que esta sentado en una mesa detrás mio levanto sus pulgares en modo de aprobación, una sonrisa de boca cerrada apareció en sus labios. Max me trajo a los bolos, y me a gustado demasiado no negarme cuando me invito a venir,digo, me la estoy pasando genial ¿Se imaginan si hubiera rechazado su propuesta?

—Eres buena— Comento cuando llegue a la mesa —No conoci a ninguna chica que pudiera tirar cinco veces todos los bolos

—Soy la primera— Sonrei ampliamente hacia el —Has pedido comida

—Si—acintio —Pizza— Me señaló
—Con una lata de cerveza para mi y una gaseosa para ti

—Genial

—Te emocionó ver a tu padre

—Si— Comente sentándome enfrente suyo —Fue algo inesperado su visita, pero me agrado

—Lose, tu cara me lo dijo ayer—El sonrió de lado —Mi conocido llegará en unos minutos

—Bien, ¿Lo conozco?

El no me invito a mi sola, no claro que no, el invito a un amigo o como dijo el, un conocido. Esa persona aun no a llegado, pero en cualquier momento lo hará,espero que me caiga bien, no se disimular para nada mi cara de no me agradas

—Talvez— Se escoge de hombros
—Depende si te lo has cruzado en el edificio.

Frunzo el ceño

—Es alguien del edificio

—Trabaja ahí

—Si. No lo has visto porque estuvo fuera de la ciudad otra vez

Mi cabeza empezo a hacer clic. Mi mente volvió al recuerdo de la primera vez que pise el gran edificio, recuerdo haberme topado con el conserje, un chico, que pensé que vería a menudo pero no fue así, Chad, recuerdo que se llamaba así. También recuerdo la mala impresión que me dio de tan solo escucharlo hablar. Ruego que no sea el. No quiero decir que fue mala suerte ni nada por el estilo, pero afirme que era esa misma persona cuando Max voltio hacia su costado gritando su nombre justo en el momento en que iba a preguntar sobre el.

Que mala suerte

Ese chico esta en mi lista.

—¡Aqui estamos Chad!

Mis ojos vieron el momento en que Chad, dedico una sonrisa radiante hacia Max, no podía negar que tenia una sonrisa ganadora, digna de un rompe corazones como los que habia en los libros. Su cabello gris combinaba a la perfección con sus ojos negros, al igual que la pequeñas pecas que tenía en su rostro, el estaba vestido con una remera demasiado llamativa de color amarillo, tenía puesto unos joggins verdes, unas zapatillas marrones

Cuantos colores

—Como estas—Dijo al momento de frenar a su costado —Como están— Agrego dandoce cuenta de mi —Oye yo te conozco— Me señaló, no pude evitar hacer una mueca —Hermana de Dax ¿No?

—La misma— Mascullo

—Que sorpresa— Sonrió otra vez

—Entonces ya se habían cruzados

—Claro, el primer día que piso el edificio yo estuve ahí— Le respondio a Máx —Sabias que práctica boxeo

Cerré mis ojos fuertemente y maldije hacia mis adentros al escucharlo. Los abrí topandome con la mirada confundida de Máx

—No sabia— Mormuro, el castaño sin despegar la vista de mi —Siéntate

—Me gustan los bolos— Comento sentandoce en la silla vacía que estaba en la esquina de la mesa redonda
—Soy muy bueno jugando

El Último Suspiro [Libro 1 Y 2 COMPLETOS ✔] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora