Capítulo 14

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POV Freen

R: Pues será mejor que repongas fuerzas, porque ahora es mi turno...

No me da ni 5 minutos de descanso, agarra mi cintura y nos hace rodar en la cama quedando así encima de mí. Sentir su peso sobre mi cuerpo hace que me tiemble todo, siento como sus pechos rozan con los míos y como su pierna derecha se abre paso entre las mías. Sus manos están apoyadas a ambos lados de mi cuerpo y cuando por fin noto el contacto de su pierna con mi sexo dejo escapar un gemido profundo.

R: Me encanta escucharte gemir- dice agachando su cabeza y atrapando mis labios con los suyos

Su cuerpo empieza a moverse encima de mí, en un vaivén que logra liberar sonidos guturales de mi boca, ella no hace mas que sonreír ante mi reacción y aumenta la velocidad de sus movimientos. Sus manos se despegan de la cama y van a parar a mis pechos, juega con ellos de manera sensual, acariciando y apretando con ansia esa zona. Noto que sus movimientos van frenando y se separa ligeramente de mí, para empujar mi cuerpo sobre el de ella y dejarme a horcajadas encima de sus piernas. Me aferro a su espalda y ahora soy yo quien empieza el movimiento, nuestros sexos chocan entre si. Sin darme cuenta Rebecca cuela una mano entre mis piernas y empieza a acariciar mi clítoris con sus dedos. Al principio empieza como un pequeño roce pero va acelerando mas sus movimientos.

F: Quiero sentirte dentro de mi-le susurro en su oído y noto como mi voz la hace temblar.

Me empuja con suavidad hacia atrás haciendo que suelte mi agarre de su espalda y aún estando encima de ella me hace apoyar las manos en la cama, dejando así expuesta mi zona mas íntima ante ella. Saca la lengua y la pasa por sus labios de manera sugerente. Sus dedos alrededor de mi clítoris no paran de moverse y yo siento el orgasmo muy próximo. Entre nuestra primera sesión y la manera en la que me está tocando no creo que aguante mucho más. Ella lo nota porque mi respiración se agita de sobremanera.

R: No no no, no creas que voy a dejarte terminar tan pronto- dice mientras retira sus manos de mi centro.

Me vuelve a poner a horcajadas sobre ella y se lleva mi pecho derecho a la boca. Lo besa, lo succiona y lo muerde a su antojo sin olvidarse del otro, el cual no para de masajear. Una vez termina su trabajo con el que tiene en la boca pasa a ocuparse del izquierdo y le da el mismo tratamiento. Yo sigo moviendo mis caderas contra las de ella.

F: Ya necesito tenerte dentro- le suplico agarrando su cara entre mis manos

R: Sus deseos son ordenes para mí...por lo menos en la cama- dice divertida

Su mano vuelve a mi centro y tras dar un poco mas de cariño a mi clítoris, sus dedos se dirigen a mi entrada, empieza a penetrarme lentamente, tan lento que aprovechando mi posición encima de ella empujo mis caderas hacia su mano y sus dedos desaparecen dentro de mí. No puedo evitar gemir en su oído. Ella se sorprende por mi movimiento y se muerde los labios.

R: Desesperada- me dice y acto seguido agarra mi pezón izquierdo y lo muerde haciéndome gritar- Ahora voy a tener que castigarte

Me quedo con la boca abierta cuando sus dedos salen de mí, me empuja hacia atrás y me abre las piernas bruscamente, me está poniendo a cien.

R: Mmm, me encanta cómo hueles- dice acercando su cara a mi sexo- Vamos a ver como sabes

De un momento a otro noto su aliento en mi centro y sus besos empiezan a recorrer mi zona mas íntima. Agarro las sábanas fuertemente, mi cabeza empieza a dar vueltas del placer que estoy sintiendo. Su lengua acaricia mi clítoris hasta que es sustituida por sus labios que lo aprisionan sutilmente y empieza a succionar tirando ligeramente de él. Mis gemidos llenan la habitación y doy gracias a dios de que la cabaña mas cercana esté a mas de 200 metros. Sus dedos sustituyen a su lengua y mientras me penetra sin compasión sube su cuerpo y se acomoda apoyándose a un lado del mío.

R: Quiero ver tu cara cuando te vengas...- Su manera tan sexy de hablar me trae de vuelta

Sus dedos empiezan a moverse y sus embestidas van subiendo de velocidad y de intensidad hasta que algo estalla dentro de mí. Llega el tan ansiado orgasmo, tan potente que me hace cerrar las piernas instintivamente mientras mi último gemido deja mi boca.

Rebecca acercó su cara a la mía mientras no separaba la mirada de mis ojos y me besó. Por primera vez en toda la noche este beso no era necesitado, ni con ansias de nada. Fue un beso lento, dulce incluso. Tras ese beso me refugié entre sus brazos y caímos rendidas. 

Enganchada a tí (Freenbecky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora