POV Freen
Me desperté con un dolor de cabeza horrible, tanto, que me costaba hasta abrir los ojos. Cuando finalmente lo conseguí, pude ver que me encontraba en una habitación que no conocía. Fue entonces cuando recordé lo que había pasado.
Me levanté sobresaltada de la cama y en lo único que podía pensar era en que Becky no se encontraba por ningún lado.
Intenté abrir la puerta, pero estaba cerrada con llave. Sentí que mi corazón quería salirse de mi pecho, de lo rápido y fuerte que latía. Mi respiración estaba demasiado agitada, conocía mi cuerpo al 100% y sabía que estaba a punto de darme un ataque de pánico.
Me tumbé en el suelo boca arriba y coloqué las manos en mi abdomen, cerré los ojos y me concentré en mi respiración.
Después de un par de minutos, pude volver a la normalidad. Ahora, con total control sobre mi cuerpo, era la hora de buscar una salida de aquel maldito cuarto.
Inspeccioné mis bolsillos con las manos, y como era de esperar, me habían quitado el celular. Lo siguiente que hice fue recorrer cada rincón de aquel cuarto. La habitación era pequeña, solo contaba con una cama individual, un ropero y una ventana que daba a la parte lateral de la casa.
Tras abrir el ropero y no encontrar nada que pudiera servirme de ayuda, procedí a asomarme por la ventana. La altura era considerable, pero estaba segura que si caía de la manera correcta, podría lograr escapar por aquí. El problema era que justo debajo de la ventana, se encontraban los dos tipejos que nos habían secuestrado, así que de momento, la ventana, queda descartada.
Finalmente, llegué a la conclusión de que la única manera de salir de allí, era por la puerta, así que debía conseguir que la abrieran.
Me acerqué a la puerta y empecé a patearla con todas mis fuerzas, mientras liberaba toda mi rabia dando gritos. Al ver que no daba resultado, caminé hasta la cama, agarré la funda de una de las almohadas, me la enrollé en la mano y le pegué un puñetazo a la ventana, consiguiendo así que se rompiera el cristal y armando un escándalo que sería difícil de ignorar.
Después del estruendo, no tardaron ni dos minutos en entrar por la puerta aquellos ya tan conocidos matones . Por desgracia no recordaba lo jodidamente enormes que eran y yo no había pensado en lo que haría una vez lograra que abrieran la puerta. Perfecto Freen.
M1: ¿Se puede saber qué coño haces?-me gritó el mas grandote de los dos
F: Hasta que por fin me prestan un poquito de atención-les dije en tono chulesco
M2: Vas a desear todo lo contrario en unos segundos perra
Dicho eso, esos dos hombres se abalanzaron sobre mí. Logré esquivar al primero cuando lanzó su puño contra mi cara, pero el segundo no lo vi venir. El otro matón me había propinado un puñetazo en el estómago que me hizo inclinarme hacia adelante y fue cuando aprovecharon para agarrarme entre los dos. Intenté resistirme pero fue imposible y en menos de 10 segundos, ya me tenían inmovilizada de pies y manos. Por mas que luchaba no lograba zafarme de su agarre.
M1: Estate quieta zorra, si no quieres que volvamos a dejarte inconsciente
Entre los dos se las ingeniaron para atar mis manos al cabecero de la cama, dejando mis piernas libres. No hice ningún movimiento brusco, pues sabía que si dejaban mis piernas sin atar, tendría mas posibilidades de escapar.
M2: Ahora te vas a quedar quietecita aquí hasta que la jefa venga a verte.
Una vez sola de nuevo en la habitación empezaron mis esfuerzos por desatar mis manos. Me movía de un lado a otro intentando aflojar el agarre de las cuerdas, cosa que poco a poco iba consiguiendo. Menos mal que estos dos zopencos no tienen ni idea de hacer nudos. A falta de un par de tirones mas, mis manos estaba casi liberadas cuando la puerta se abrió de repente. Paré mis movimientos y dirigí mi mirada hacia la entrada, pude ver a Heidi ingresando en la habitación con una sonrisa enorme en la cara
H: Bueno bueno bueno-dijo acercándose y sentándose al borde de la cama- Me han dicho que estás dando guerra
F: ¿Dónde está Becky?-le pregunté con rabia
H: No te preocupes por ella, su habitación es el doble de grande que la tuya-me dijo divertida- Con una cama king size que estoy segura que le encantará compartir conmigo
F: Hija de puta-le grité- No te atrevas a-
H: Hey-dijo agarrando mi barbilla y obligándome a clavar mis ojos en los suyos- no creo que estés en posición de amenazar, te aseguro que no te conviene enfadarme mas de lo que ya lo has hecho
Me soltó la cara y se levantó, caminó hasta la ventana observando los cristales rotos en el suelo
H: ¿En serio pensabas que podrías meterte en mi casa sin que me diera cuenta?-dijo relajando la cara- No sé quien es mas estúpida, si Becky por decirte donde estaría o tú por creerte 007
Por lo que me estaba diciendo, pude deducir que no tenía ni idea del operativo al que pertenecíamos Becky y yo. Seguro en estos momentos, la detective Marima, debe de estar armando algún plan para dar con nuestro paradero, lo único que tenía que hacer era comprarnos un poco de tiempo.
F: ¿Se puede saber que pretendes al tenernos aquí?- le dije con tranquilidad conteniendo mis ganas de gritarle- Mañana cuando ninguna de las dos se presente a trabajar, todo el mundo sabrá que hemos desaparecido
H: Me subestimas estúpida-dijo con una sonrisa diabólica en su boca- ¿Te suena esto?-dijo sosteniendo mi celular en sus manos- Deberías ponerle una contraseña mas complicada, no me costó nada averiguarla y mandarle un mensaje a tu queridísima madre, avisándola de que mañana pasarías el día en la playa con Becky.
Tuve que contener mis ganas de reírme a carcajadas cuando me contó su "plan". Menos mal que el factor "Marima" no se lo ve venir.
F: Te aseguro que te daré tu merecido zorra
H: Tú y ¿cuántos como tú?-me dijo riendo
No veo la hora de borrarle esa sonrisa de la cara de un puñetazo.
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Enganchada a tí (Freenbecky)
FanficFreen Sarocha Chankimha , una guardaespaldas de 25 años es asignada al cuidado de Rebeca Patricia Armstrong, una cantante caprichosa de 20 años que se cree mejor que nadie.