𝐹𝑜𝓇 𝒴𝑜𝓊 - 𝙹𝚎𝚘𝚗 𝙹𝚞𝚗𝚐𝚔𝚘𝚘𝚔 - 𝐑𝐄𝐒𝐔𝐁𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎.

Capítulo 12.

_____.

¿Qué me besara?, ¿en qué mierda estaba pensando?

No sabía con exactitud qué era lo que me tenía más nerviosa, si sentir la lenta pero tortuosa respiración del chico sobre mis labios, o mis confusos pensamientos que me decían que lo alejara de mí al mismo tiempo que mi cuerpo lo anhelaba aún más cerca.

Mi mente e instinto debatían sin descanso dentro de mi pobre cerebro, que apenas y podía entender qué era lo que pasaba a su alrededor.

Y es que había dos bandos, ¿le hacía caso a mis hormonas o a mi sensatez?

Jungkook concretamente no me ayudaba a tomar la decisión más idónea, al parecer disfrutaba el juego mental al que estaba sometida. Y algo en mi me lo confirmó, cuando lo vi relamerse los labios, tentándome.

Y al parecer, todo quedó resuelto gracias a esa clara provocación.

Mi cuerpo actuó antes de que pudiera pensarlo bien, mis manos temblorosas se posaron en su fornido pecho, que estaba levemente húmedo gracias al sudor.

-  Apestas. - Dije con la voz más firme que pude usar en ese momento, tratando de ocultar el nerviosismo que verdaderamente sentía.

Bueno, tal vez no fue la mejor manera de hacerlo separarse de mí, pero en mi defensa, fue lo primero que se me ocurrió.

El castaño parpadeó un par de veces confundido tratando de recobrar el sentido, y es que, inesperadamente había reventado la burbuja extrañamente caliente que nos había rodeado. Él frunció las cejas cayendo en cuenta de lo que le había dicho, no sé si la mueca en concreto que hizo después fue de disgusto u otra cosa, pero...

Sólo espero no haberle lastimado tanto el ego de fuckboy que tiene.

- ¿Apesto? - Preguntó desconfiado. Acercó su rostro a su brazo y olfateó brevemente, para después regresar su ahora sarcástica mirada a mi.
- Te estarás oliendo a ti misma, yo huelo bien. - Se defendió al mismo tiempo que se separaba de mi, por fin pude volver a respirar con normalidad.

No le causé ni una minúscula grieta a su ego.

- Los dos apestamos, nadie gana. - Sentencié en una risa temblorosa, separándome de la pared.

Nos analicé a ambos, estábamos cubiertos de suciedad, nuestro supuesto uniforme blanco ahora era gris, también habíamos sudado bastante y no quería ni pensar en como estaría mi cabello.

- Nosotros también deberíamos ir a limpiarnos como los demás, estamos horribles. - Propuse encaminándome a la salida sin siquiera atreverme a mirarlo nuevamente a los ojos.

Aún mi nerviosismo no desaparecía del todo, y la inquietud de recordar mis pensamientos anteriores hacia el chico, hacían que me sintiera confundida y que mi cabeza diera vueltas.

Estuve a punto de terminar una amistad que apenas acababa de comenzar, gracias a un estúpido impulso.

Sólo sabía con exactitud que no sabía como afrontar a esta clase de sentimientos, y que lo único que me gritaba mi mecanismo de autodefensa, era que huyera.

- ____, espera. - Cuando estaba apunto de salir, la voz de Jungkook quiso detenerme.

Pero se le adelantó alguien más, específicamente Taehyung, que apareció frente a mi, salvándome sin intención de alguna conversación incómoda.

- Escuché un ruido fuerte, ¿pasó algo? - Cuestionó visiblemente preocupado, tomó mis hombros y me apretó sin tanta fuerza. Me escaneó de arriba a abajo, tratando de encontrar algún golpe o lastimadura.