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Pov Lando

Me encontraba saliendo de una revisión con el equipo en Londres, cuando se me ocurrió visitar a mí chica, hace mucho que no iba para allá por el tema de mí mudanza a Montecarlo.

Cuando llegue estacioné mí auto en la entrada del telo y me cole por el pasillo VIP, llegue al mostrador donde saludé a la chica semi desnuda que atendía.

– Buenas noches joven Norris, ¿viene en busca de Luise? – Asentí – Hace mucho no lo veíamos, pensábamos que se había ido del país.

– Si, me estoy mudando, pero justo hoy venía de paso y decidí darme una vuelta.

– Me alegro, Luise está atendiendo a otro cliente, ¿puede esperar?.

– No, llévala ahora a mí salón, no quiero que le pongan un dedo encima.

Ella sonrió y se dio la vuelta cotoneando sus caderas, dejando ver su diminuta mini mini falda.

Me dirigí a la sala que yo siempre usaba, me senté en el sofá de cuero negro que tenía, me serví una copa de Champagne y eche mi espalda hacia atrás, chocando con el respaldo, entonces extendí mis brazos por encima de éste.

Minutos después vi entrar a la mujer más jodidamente hermosa de este telo de mierda.

Su cabello negro, sus ojos miel, su cuerpo hecho por diosas. Nah, una diosa le tendría envidia a esta mortal.

– Buenas noches amore mío – Dije mientras recorría su cuerpo con mis ojos deseosos de menos tela.

– Buenas noches, pensé que ya no volverías.

– ¿Qué no volvería? Ni loco no vendría más, solo con verte me dan ganas de vivir en estas cuatro paredes amore mío.

Ella sonrió pícara, se acercó a mí y se puso de rodillas adelante mio.

– ¿Servicio especial? – Dijo mientras pasaba su pequeña mano sobre mí entrepierna, llevaba la palma abierta, acariciando todo a su paso.

Tomé su mano con la mía y la levanté para darle un beso en el torso, estaba seguro de que estaba limpia porque nadie podía tocarla y ella no podía tocar a nadie a menos de que tuviera servicio especial, y hasta donde yo se, soy el único.

– ¿Sigo siendo el único?

Ella asintió y sonreí orgulloso.

– Servicio especial será.

Ella paso su lengua por sus labios y con estos entreabiertos, comenzó un camino con sus manos para ir directo a la hebilla de mí pantalón de mezclilla.

Lo desajusto, desabrochó el botón de mí pantalón, mientras me miraba a los ojos, y yo a ella. Mí boca se seco, me tomé el líquido de la copa y aun con la mayoría en mí boca me acerque a ella y le plante un beso, pasando gran parte del líquido hacia la suya, y a su vez metiendo mí legua hasta el fondo, ella jadeo. No podía ocultar que esto también le gustaba, era una adicta a mí, y lo sabía porque ni siquiera había bailado como previa, directamente se había lanzado hacia mí.

Me separé y un hilo de champagne caía por la comisura de su labio, pase el pulgar por este y lo seque.

Me volví a recostar en el sofá y ella termino de bajar los pantalones dejando a la vista la erección marcada de mí polla, ella me miro a los ojos, y estos brillaban, sonreí satisfecho.

I know de Big Sean sonaba de fondo. Ella se llevó la mano completa dentro de su boca y la lleno de saliva, para luego pasarla por toda mí polla con un movimiento lento.

~ ONE SHOT ~ Lando Norris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora