~ ONE SHOT ~ Lando Norris

XXX

Pov Louise

Lando y yo llevamos casados un año. Realmente ninguno de los dos está contento con esto, o al menos eso parece.

Él no me soporta, y lo puedo ver en la manera en la que evita comer conmigo, evita llevarme a lugares públicos... De hecho evita cualquier cosa que tenga que ver conmigo.

Después de tanto, me he terminado acostumbrando.

Este matrimonio después de todo, es por conveniencia. Y a mí por lo menos no me molesta, puedo trabajar en lo que me gusta, y aún así fingir que no tengo pareja... Él nunca entra a mí oficina... Cómo dije, me odia.

**

Un día, cuando entre en la casa en la que vivíamos, veo que él está en el sofá, con los ojos cerrados, la respiración agitada, los brazos contra el pecho, una manta enorme sobre él y su ceño fruncido.

Fiebre.

Me acerque a él lentamente y le pregunté.

—¿Estás bien, Lando?

—Vete, no quiero nada de ti.

—Okey.

Me levanté y me dirigí a la cocina, prepare un té, con eso, un vaso con agua y una pastilla para la fiebre, camine hacia la mesa de café, que había en el salón frente al sofá.

Agarre el vaso y la pastilla y se las acerqué.

—Toma esto.

Él frunció el seño más de lo que ya lo tenía.

—¿Cómo sé que no es veneno?

—¿Por qué querría que me arrestaran? Solo toma la maldita pastilla y me voy.

Él bufó y me sacó las cosas de la mano, trago la pastilla con un trago de agua.

—¿Contenta?

—Claro. Ahora tómate el té y luego descansa.

Le digo mientras salía caminando hacia las escaleras.

—No quiero un esposo muerto.

Escuché como susurraba mientras yo subía las escaleras pero lo ignore.

**

Cerca de tres horas después.

—Esperenme unos minutos, que bajo para buscar unos snacks.

Le dije a la pantalla que transmitía en vivo para stream.

Me coloqué unos pequeños audífonos y salí bailando "Ride or Die".

Pov Lando

Abro los ojos y me quedo mirando el techo, me siento mucho mejor. Hasta que escuché como alguien bajaba las escaleras, me incorporo un poco, y observo como ella se mueve al ritmo de la canción. No sé explicarlo, pero odio todo de ella.

Odio su sonrisa, su pelo, su voz, odio su olor a duraznos, su cuerpo y lo bien que encaja con el mío, odio su amabilidad con los demás, odio sus ojos, su cintura, su humor...

No voy a admitir, que también he visto sus streams de vez en cuando...

La veo mover su culo al ritmo de la canción, me muerdo el labio por un milisegundo... Lo que daría porque se moviera así sobre mí.

Ella camina a la cocina y se pone a preparar tostadas, mientras busca snacks.

Me acerco, algo molesto porque siga moviendo sus caderas de esa manera y tomo sus caderas fijandolas al suelo, ella se sobre salta y se quita un audífono.

—¿Está todo bien?

Pregunta tensa.

—Deja de moverte es molesto.

Ella sonríe.

—No. ¿Me vas a soltar o mis caderas te parecen agradables?

Me reí suave con un poco de fastidio.

—No están mal —Dije un poco sarcástico.

Ella bufó y siguió preparando las tostadas.
Mierda, chica, eres especial.
La di vuelta y la subí sobre la encimera con facilidad, me gané un buen golpe en mí pecho por eso.

—Auch —Proteste con un dolor fingido.

—Lando Norris, bajame de aquí.

—¿Ya te dije cuánto te odio? ¿Ya te dije cuánto te aborrezco?

Sus cuerpo dudó, sus ojos empañaron tan poco, que apenas lo noté.

—Sí, lo has hecho, miles de veces, dilo de nuevo, te reto.

Tragué saliva.

—Ya no puedo, Louise.

Tomé su nuca y la atraje hacia mí, besando sus labios con tanta suavidad como me fue posible.

Me separé unos milímetros y susurré.

—Joder, amo decir que te odio, porque odio amarte de la manera en la que lo hago. Mí corazón se acelera y parece que se me saldrá del pecho cada vez que te veo. Y joder, los celos que me provoca que otras personas te hagan reír —Tomo sus mejillas con dulzura, acariciandolas —Perdóname por hacerte daño si es que alguna vez lo hice, perdóname por no valorarte, perdóname por hasta lo que no te he hecho. Solo... Déjame besarte hasta que tus besos sean la causa de mí muerte, hasta que la forma de tus labios sea la única que recuerde, hasta que no sienta otro sabor más que el tuyo... Por favor.

Ella sonrió y movió la cabeza acercándose a mí.

—Te perdono.

Bese sus labios con la mayor de las necesidades, porque por amor a Dios, necesitaba de ella para seguir respirando.

***

Perdón por haber desaparecido ಥ⁠_ಥ
Pero es que, entre el colegio, los exámenes, y entrenar para competencias, he estado con bloqueos de escritor cada 2x3, pero comenzaré a intentar darles más capítulos, al menos cortos.