XVI (Capitulo II)

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-¿Y qué? ¿Eres algo así como súper millonario? -pregunte mirando al ojiverde y al auto deportivo estacionado delante mío.

Él me miro y abrió la boca buscando las palabras indicadas.

-Algo así, sí. Anda, vamos -camino hacia el lado del conductor y entro en el auto.

Pocos minutos después ya estábamos por la una carretera cercana a la playa, habíamos salido de Monte Carlo y no estábamos muy lejos de la frontera con Francia.

-Ahora que lo pienso, no debería de estar aquí -comente de pronto, era muy estúpido de mí parte, él podría ser un asesino serial.

Su silencio no hizo más que revolver mí estómago y un manojo de nervios se se acumuló en mí pecho.

-Te das cuenta muy tarde -una siniestra sonrisa se formó en sus labios.

Me aleje de él lo más posible buscando abrir la puerta del auto costará lo costará.
Su mano tomo la mía y me las aparto de la puerta y, cuando lo mire asustada, empezó a reír a carcajadas.

-No, no, Luise por favor, no, era broma, no sería capaz secuestrar a alguien, tengo reputación, ¿Sabes? -su risa fue menguando poco a poco.

-Eres idiota -dije enojada y divertida al mismo tiempo.

-Habla la que se quería tirar de un auto en movimiento -su tono burlón me hizo poner nerviosa.

Me iba a defender, pero era cierto, si llegaba a saltar posiblemente hubiera terminado con una contusión cerebral y algún que otro hueso roto... Incluso muerta.

***

-¿Una playa? ¿Era necesario ir tan lejos? -pregunte mientras me sacaba el cinturón de seguridad.

Él miro el lugar que estaba extremadamente vacío y dijo:

-No es cualquier playa, Luise -me miro de reojo con una sonrisa formada en sus labios.

Su perfil es hermoso, no les voy a mentir.

Caminamos hasta el pie de un acantilado por la arena y atravesamos un túnel que llevaba a una cueva subterránea, donde el agua se volvía más celeste y cristalina, una pequeña cascada caia por un agujero que estaba en la parte superior del lugar, dejando paso a la luz del sol.

Pronto oscurecerá y créanme que no quiero estar aquí cuando eso pase.

-Es un lugar secreto, lo encontré hace un par de años cuando estaba de visita y aún no vivía aquí.

Su voz rebotó en las piedras formando eco por todos lados, al igual que el sonido de la cascada.

-Ahora no es tan secreto -dije en un tono bromista.

-De seguro no soy el único que sabía de este lugar -se encogió de hombros restándole importancia y camino hasta un borde de piedra dónde se tiró en el piso -Ven, tengamos nuestra cita.

Su sonrisa brillo aún en la tenue luz y sus ojos se mantuvieron iluminados.
¿Es él acaso un ángel?

***

2 meses después

***

Lando y yo.

Oficialmente hace dos días que somos pareja, él es un jodido caballero y no puedo estar sin pensar en él por menos de veinte minutos.

A pesar de su gran fortuna no tiene redes sociales, raro, ¿No?. Me dijo que trabaja en la compañía de su padre.

Es una compañía familiar. Lo más raro es que es de descendencia rusa, Lando Vasilev.

~ ONE SHOT ~ Lando Norris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora